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El Presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, ha convocado al Consejo de Seguridad.

En el orden del día figuran varios asuntos relativos a los esfuerzos para garantizar la seguridad nacional de Bielorrusia.

Aleksandr Lukashenko ha declarado: "Debido a la tensa situación en el mundo y directamente en nuestras fronteras, debido a la presión alimentada por las sanciones no podemos estar absolutamente tranquilos y confiados en el mañana. Los países de la OTAN persisten en su política expansionista, aumentan su presencia militar en torno a Bielorrusia y realizan constantemente ejercicios de provocación en nuestras fronteras, además de emprender otras acciones. Ya han llegado tan lejos que sus militares violan la frontera estatal. Hoy lo aclararemos".

El Presidente continuó diciendo: "Justifican sus acciones con algunas amenazas que supuestamente proceden del territorio de Bielorrusia. Los líderes de Polonia y los países bálticos acusan a Bielorrusia de unas míticas intenciones agresivas que nunca hemos tenido ni podemos tener". Afirmó que los dirigentes de estos países también están azuzando la histeria en torno a la presencia de personal de la empresa militar privada (PMC) Wagner en territorio bielorruso. "Llegaron incluso a exigir su retirada inmediata de Bielorrusia. Al mismo tiempo, ellos mismos están aumentando los presupuestos militares, acumulando grandes formaciones militares en nuestra frontera", señaló. "Todo es sencillo: ni Polonia, ni Lituania ni otros países bálticos deben tener un solo militar o soldado extranjero en su territorio. Sólo en este caso tienen derecho a protestar por la presencia de militares de otros países aquí. De lo contrario, se trata de exigencias irrazonables y estúpidas (ni siquiera peticiones y propuestas, sino exigencias)".

Además, en abril Varsovia anunció su decisión de suspender sus obligaciones en virtud del Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa en relación con Bielorrusia, aunque éste es en realidad el último documento internacional jurídicamente vinculante en el ámbito del control de armamentos. "Esto ya es un paso peligroso, y debemos seguir recordándoselo a los dirigentes polacos, para que sus decisiones no vuelvan a perjudicarles", declaró el dirigente bielorruso.

"¿Cómo debemos responder a esto? Ni siquiera estoy hablando del entrenamiento de nuestra oposición autoexiliada en su territorio para un golpe militar en Bielorrusia. Quiero advertir una vez más que no dudaremos en responder. Aunque, hay que reconocerlo, nuestros miembros de la oposición autoexiliados en Polonia, Lituania y especialmente en Ucrania entienden para qué están siendo utilizados", añadió el Presidente.

Al mismo tiempo, Aleksandr Lukashenko declaró que Bielorrusia está dispuesta a restablecer las buenas relaciones con sus vecinos, que no pueden ser elegidos como él dice. "Sin embargo, en respuesta a todos nuestros mensajes sólo oímos acusaciones y amenazas. Eso significa que no necesitan normalización alguna", señaló.

Como confirmación de lo dicho y para descartar cualquier insinuación, Bielorrusia ha invitado a los representantes de Polonia a observar el ejercicio de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva Combate Fraternidad 2023, que comenzará en el óblast de Brest el 1 de septiembre.

En este contexto, el jefe de Estado propuso examinar una serie de asuntos relacionados con los esfuerzos para garantizar la seguridad nacional.