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Las relaciones entre Myanmar y Rusia se han vuelto cada vez más cercanas. Esto es impulsado por consideraciones tanto prácticas como políticas. 

El jefe de la Junta de Myanmar, el General en Jefe Min Aung Hlaing, y el presidente ruso, Vladímir Putin, elogiaron el 75 aniversario de las relaciones entre Rusia y Myanmar cuando se encontraron por primera vez en el Foro Económico Oriental en Vladivostok a principios de septiembre.

Sin embargo, las interacciones entre Moscú y Naipyidó empezaron a volverse agradables tan solo hace dos décadas. Min Aung Hlaing le hizo la observación a Putin de que “Durante este periodo (de 75 años de relaciones bilaterales), ha habido altibajos. Pero, comenzando desde hace dos décadas, las relaciones entre Myanmar y Rusia han mejorado considerablemente.”

Comúnmente se cree que los generales birmanos son cercanos al gobierno de Beijing. ¿Entonces, por qué las Fuerzas Armadas de Birmania, también conocida como Tatmadaw, intentaron forjar relaciones más cercanas con el Kremlin? La situación se puede resumir en dos palabras: pragmatismo y geopolítica.

Una motivación clave se encuentra en la continua búsqueda de armas por parte del Tatmadaw, la cual es justificada como una necesidad para las operaciones de contrainsurgencia y para la defensa del país contra amenazas externas.

Luego del golpe de 1988, el Tatmadaw acudió a China cuando el Occidente impuso embargos de armas y sanciones generales. Aunque estos cambios fueron dictados por la necesidad, los generales de Myanmar han estado durante años insatisfechos con las armas hechas por China, especialmente los aviones de combate. “Sentimos que China ha bajado la calidad de sus exportaciones de armas a Myanmar, incluyendo sus aviones de combate,” compartió un antiguo general mayor en condición de anonimato.

Finalmente, esto obligó a los generales a ir más lejos para encontrar nuevos proveedores de armas. Myanmar se acercó a Rusia, otros países de Europa Oriental e incluso a Corea del Norte. Los generales de Myanmar realizaron la compra de aviones de caza MiG-29 rusos luego de que un enfrentamiento fronterizo con Tailandia en febrero de 2001 mostró la deficiencia de las aeronaves de Myanmar hechas en China, como la F-7 IIK, en contra de los aviones F-16 de Tailandia hechos en Estados Unidos. Poco después de este enfrentamiento fronterizo, el Tatmadaw realizó una compra de 12 aviones de caza MiG-29 en 2001. En 2009, negoció otra compra de 20 aviones MiG-29. Luego, según informes, esta adquisición fue el mayor negocio de aviones de caza para Rusia desde que Algeria descartó un acuerdo para comprar 34 aviones MiG-29.

El Tatmadaw también acudió a Rusia por modernización militar y entrenamiento. Esto comenzó antes de que Min Aung Hlaing se convirtiera en Comandante en Jefe en 2011. El Vice-General Jefe Maung Aye, segundo al mando del Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo (SPDC por sus siglas en inglés), realizó la apertura con el consentimiento del General en Jefe Than Shwe, de acuerdo con las fuerzas armadas y fuentes relacionadas.

El mismo general mayor retirado que divulgó la insatisfacción del Tatmadaw con China, también compartió que ambos generales del Tatmadaw (Than Shwe y Maung Aye) lucharon en contra el Partido Comunista de Birmania, el cual es respaldado por China. Agregó también que ambos entendían “donde yace la verdadera amenaza”.

También ha habido incomodidades en la relación de la junta con China luego del golpe de estado de 2021, acentuado por la preocupación de China de proteger sus intereses económicos en Myanmar. Esto podría haber persuadido al plantel de generales actual para recordar la idea de su mentor Maung Aye de buscar un nuevo aliado y proveedor de armas en Rusia. A diferencia de otros generales que han visitado China desde la toma de poder, Min Aung Hlaing no ha estado en China desde el golpe. La junta también ha rechazado una solicitud de China para que Sun Guoxiang, su comisionado especial para Asuntos Asiáticos, se encontrara con Daw Aung San Suu Kyi.

Tanto Rusia como los generales birmanos parecen satisfechos con sus dos décadas de relaciones como proveedor y comprador. En junio de 2020, el canal estatal RT (Russia Today) entrevistó a Min Aung Hlaing, quien se encontraba en Moscú para el desfile del Día de la Victoria de Rusia no.75 (75th Victory Day Parade). Cuando se le preguntó si estaba “satisfecho con los aviones y helicópteros hechos por Rusia”, respondió de forma afirmativa, declarando que “son realmente buenos, y de alta calidad.”

El Tatmadaw también buscó el apoyo de Rusia para modernizar el sistema de defensa aéreo de Myanmar. El Tatmadaw estableció la Oficina del Jefe de Defensa Aérea en 1997, la cual empezó a estar en pleno funcionamiento en 1999. El crédito por esto lo toma un amigo de negocios clave de los generales birmanos. Él compartió con este autor que le había recomendado a Than Shwe y a Maung Aye que Myanmar adquiriera sistemas de defensa aérea rusos para modernizar las capacidades de defensa aérea del Tatmadaw.

También, está el aspecto de la capacitación. Desde principios del 2000, miles de oficiales del ejército de Myanmar han recibido entrenamiento en Rusia. Según informes, Min Aung Hlaing desarrolló este programa de entrenamiento. Los temas incluyen estudios militares, tecnología de información, así como tecnología nuclear y de misiles. Algunos de los estudiantes que regresaron de este programa están ejerciendo en la Oficina de Estudios Estratégicos, un think tank que asesora a los generales de mayor rango en el Ministerio de Guerra en Naipyidó. En esta condición, tienen influencia sobre las políticas actuales de Myanmar en cuanto a Rusia, incluyendo el apoyo a la invasión de Rusia a Ucrania.

Rusia continuó suministrando armas a Myanmar, y su reconocimiento y apoyo por la junta desde el golpe de 2021 parece confirmarle a los generales que Rusia está de hecho entre los “pocos amigos” restantes entre la creciente presión internacional de parte de las democracias occidentales y los aparentes amigos como China y la ASEAN. Enfrentándose a llamadas para liberar a Daw Aung San Suu Kyi y peticiones para dialogar con ella, los generales ven a Rusia, la cual posee derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como una parte importante de la estrategia de balance de poder de la junta.

Rusia, la cual ha aguantado oprobio global por su invasión de Ucrania en febrero, también está deseosa de encontrar amigos. Mientras tuvo cuidado de no hacer declaraciones firmes en cuando a Myanmar poco después del golpe, el Kremlin está ahora más dispuesto a discutir vínculos más estrechos con Naipyidó. “Luego de la guerra de Ucrania, Rusia y Myanmar se volvieron más cercanos dado que el mundo amenaza a ambos países de manera similar,” declaró un oficial superior quien está familiarizado con las políticas actuales de la junta con respecto a Rusia. Observó también que las políticas de Myanmar acerca de Rusia están ahora controladas por geopolítica.

Con el Tatmadaw dándole la acogida al Kremlin, Myanmar podría convertirse en el punto de apoyo estratégico de Rusia para expandir su alcance geopolítico en el sudeste de Asia y el océano Índico, y podría suscitar tensiones regionales. Que el acercamiento del Tatmadaw hacia Rusia resulte ser una estrategia equivocada parece estar supeditado a compromisos diplomáticos en muchos frentes, y a cuáles actores clave no estén actualmente dispuestos a ceder.