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Defense & Security

La Reacción de Moldavia a la Guerra a Gran Escala de Rusia en Contra de Ucrania y sus Consecuencias

La presidenta moldava Maia Sandu pronuncia un discurso

Image Source : Shutterstock

by Natalia Stercul

First Published in: Jul.26,2022

Apr.13, 2023

Resumen

La guerra de Rusia en Ucrania ha sido una amenaza excepcional para la arquitectura de seguridad europea, y el desarrollo pacífico y democrático alrededor del mundo. Esta guerra ha llevado al desplazamiento de poblaciones, sacrificios humanos, daños a propiedades civiles, perdidas materiales y financieras. Las ambiciones imperiales y las políticas revisionistas de la Federación de Rusia han creado una nueva y dramática realidad para el mundo entero. La invasión a gran escala de Ucrania ha sonado una alarma importante en la República de Moldavia en cuanto al empeoramiento de los problemas de seguridad del país, y las implicaciones en la política regional y estratégicas. Este estudio busca analizar la respuesta de Moldavia a las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, con un especial enfoque en las distintas vulnerabilidades, tensiones socioeconómicas, problemas energéticos, así como la crisis humanitaria y de refugiados.

 

 

La larga lucha entre el Oriente y el Occidente ha alcanzado su máxima expresión. El punto final del difícil proceso de interactuar con mecanismos de sanción luego de la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 se ha convertido en la guerra de Ucrania, cambiando de manera radical la arquitectura de seguridad europea. El final de la era pacífica post Guerra Fría viene acompañado de la amenaza de armas nucleares.

 

Los autócratas han creado un ambiente internacional más favorable para ellos durante la última década y media, fortalecidos por su propio poder político y económico, así como por la presión decreciente de parte de las democracias, lo cual se basa en el interés común de los países autócratas de minimizar las revisiones en cuanto a sus abusos y mantener el control del poder. El creciente autoritarismo ruso ha contribuido a un contexto que ha hecho posible la agresión injustificada a Ucrania. El aumento del autoritarismo en Rusia y en algunos otros países, acompañado de la erosión de la democracia alrededor del mundo, presenta una amenaza excepcional para un orden global basado en reglas y, por consecuencia, para la paz, prosperidad y desarrollo sustentable. La libertad global se enfrenta a una grave amenaza en aumento dado que los regímenes no democráticos se han vuelto más autoritarios en los últimos cinco años. De acuerdo con las fechas del Reporte del Estado Global de la Democracia 2021 (Global Sate of Democracy Report 2021), el porcentaje de regímenes no democráticos con un empeoramiento estadísticamente significativo en al menos uno de los subatributos aumentó en un periodo de cinco años de 21 por ciento en el 2015 a 45 por ciento en el 2020, el porcentaje más alto registrado hasta los momentos.

 

El Putinismo es una forma de autocracia que es conservativa, populista y personalista. El Putinismo es causado por un régimen autoritario que se ha infiltrado en los activistas políticos rusos, los medios de comunicación y el sistema judicial. La corrupción en los niveles más altos de gobierno, la desinformación de la población, el cierre de los medios de comunicación independientes (Rusia está de número 150 de entre 180 países en el índice de Libertad de Prensa Mundial 2021 del RSF), y las violaciones de derechos básicos de los ciudadanos son las características principales de las políticas de Putin. Durante su mandato, la imagen de la popularidad de Putin refuerza su popularidad real, y la consecuencia de esto es el populismo de derecha en Europa como un reflejo de la influencia putinista. Rasgos de la influencia rusa permiten efectos diferentes en países vecinos. Rusia ha rechazado por mucho tiempo el movimiento de Ucrania hacia instituciones europeas, y la OTAN en particular, menospreciando el derecho de Ucrania de perseguir una forma de desarrollo civilizacional. Para Ucrania, esto es en pro de tomar su propia decisión soberana, pero para Rusia, esto es un problema de distinta naturaleza: es la pérdida de su “esfera de influencia”.

 

Lo mismo aplica para la República de Moldavia, la cual por un largo tiempo ha sido la esfera tradicional de influencia rusa. El denominado “mundo ruso” continúa siendo esa comunidad que une los componentes culturales, ideológicos y lingüísticos. La República de Moldavia es un país multicultural, ubicado en la línea divisoria geopolítica, el cual combina varias tradiciones culturales e idiomas. La lucha por la influencia de Oriente y Occidente, incluyendo la lucha entre el mundo ruso y el anglosajón ha tenido un impacto directo en Moldavia. Hoy en día, en el mundo, hay una tendencia mucho más clara hacia la sustitución del mundo ruso, la cual se ha dado por las mismas políticas extranjeras rusas. Al mismo tiempo, persisten las características de la influencia rusa y el putinismo en la sociedad moldava. Estas características están constituidas como detonantes adicionales para especulaciones políticas y líneas divisorias en la sociedad. Las fuerzas pro rusas están en oposición, en el contexto de la agenda política actual de la República de Moldavia, pero al mismo tiempo, su influencia sigue siendo suficientemente considerable. El fomento de la influencia rusa y el apoyo a la política de Putin es popular entre las fuerzas pro rusas en Moldavia.

 

La guerra en Ucrania marca el final de la era pacífica post Guerra Fría. Demuestra que el poder de los Estados Unidos no es absoluto y que la amenaza de una escalada nuclear sigue tan cerca e implacable como siempre. Se ha agotado la diplomacia. Parece que las partes implicadas no pueden encontrar terreno común para negociación o consenso. El resultado de esta lucha entre democracia y autocracia refleja la crisis diplomática y el rol de las negociaciones diplomáticas para una resolución pacífica al conflicto. Luego de cuatro rondas de negociaciones diplomáticas entre Rusia y Ucrania sin ningún avance significativo, este proceso ha sido suspendido. Las nubes oscuras de la guerra se mantienen amenazantes.

 

La respuesta de Moldavia a las consecuencias de la guerra rusa en Ucrania


El parlamento moldavo declaró un estado de emergencia por 60 días a lo largo del país luego de que Rusia invadiera a Ucrania. De acuerdo con lo estipulado en la Orden N°1 de la Comisión para Circunstancias Excepcionales de la República de Moldavia desde el 24 de febrero de 2022: La Autoridad de Aviación Civil del Estado, junto con el Ministerio de Defensa, debe decidir acerca de la prohibición del uso del espacio aéreo de la República de Moldavia para aeronaves civiles y estatales (nacionales y extranjeras), dependiendo de las peticiones y estipulaciones de los convenios internacionales. El espacio aéreo de Moldavia ha sido reabierto para la aviación civil tan solo el 21 de marzo. Esta decisión fue tomada luego de una reunión de la Comisión Interdepartamental de Gestión del Espacio Aéreo, cuyos miembros, luego de evaluar la situación actual, decidieron abrir parte del espacio aéreo para poder reanudar el transporte aéreo de pasajeros.

 

Moldavia es un estado neutral que tampoco se une a ninguna sanción. De acuerdo con el anuncio del ministro de Asuntos Exteriores e Integración Europea de Moldavia, Nico Popescu: “La decisión de imponer sanciones a Rusia no es una decisión fácil, es una decisión difícil que podría ser tomada por países más prósperos que Moldavia. La decisión fue tomada por consideraciones económicas, dado que la economía moldova es demasiado dependiente de sus relaciones con Rusia, incluyendo las económicas”. El argumento clave de la élite política moldova, desde el comienzo de la guerra, fue que Moldavia es neutral y es partidaria de la paz en Ucrania y en toda la región. La neutralidad del país siempre ha sido un tema altamente politizado, polémico, y controversial.

 

La crisis de refugiados


Moldavia, que limita con Ucrania, ha sido afectada directamente por una enorme entrada de refugiados ucranianos. Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, más de 460.000 refugiados han entrado a Moldavia desde Ucrania, y cerca de 100.000 de ellos han decidido establecerse en Moldavia hasta que puedan regresar de manera segura a sus hogares en Ucrania. De esos 460.000, alrededor del 65 % llegó a través del paso fronterizo de Palanca y Tudora al sur del país, y alrededor del 25 % a través del paso fronterizo de Otaci y Creva en el norte. Los ciudadanos moldovos abrieron sus hogares y sus corazones a los refugiados ucranianos. A pesar de ser una de las naciones más pequeñas y más pobres de Europa con recursos muy limitados. Moldavia ha sido motivo de admiración de muchos países por ser capaz de hacer el cruce de fronteras más fácil para la entrada de refugiados, asegurar su protección y darle amparo a los refugiados ucranianos.

 

Entre los refugiados ucranianos, la mayoría son mujeres, niños y ancianos (casi el 90% del total de refugiados, siendo uno de los grupos de gente más vulnerable) que han cruzado hacia Moldavia desde el comienzo de la guerra el 24 de febrero. De acuerdo a las fechas del Portal Operacional de Información Sobre la Situación de Refugiados Ucranianos, hasta el 28 de junio, en la República de Moldavia fueron registrados 82.700 refugiados ucranianos individuales alrededor de Europa; 515.432 cruzando fronteras desde Ucrania; y 146.939 cruzando fronteras hacia Ucrania.

 

Gracias a la ayuda de colaboradores externos, el Gobierno de la República de Moldavia tiene ahora una estructura establecida para apoyar a los refugiados entrantes y está trabajando con sus colaboradores internacionales para crear planes de acción de protección. La operación humanitaria de la UE en la República de Moldavia mejora la ayuda para refugiados a través de la Capacidad de Respuesta Humanitaria Europea (EHRC). Una crisis humanitaria de este tipo ha ocurrido por primera vez en la historia de Moldavia independiente. Para la República de Moldavia, es la primera experiencia para encontrar una respuesta a una crisis de refugiados; una gran ola de refugiados que pone presión en los servicios básicos en Moldavia y las regiones circundantes.

 

Tensiones en Transnistria hacen sonar las alarmas en Moldavia


La región de Transnistria ubicada entre el río Dniéster y la frontera entre Moldova y Ucrania, una región en un conflicto prolongado, sigue siendo uno de los aspectos sensibles para Moldavia, y las tensiones alrededor de esta han aumentado en medio de la intensificación de la guerra ruso-ucraniana. Transnistria se extiende por alrededor de 400 kilómetros entre la orilla oriental del río Dniéster en Moldavia y el borde del país con Ucrania, siendo el hogar de alrededor de 470.000 personas, principalmente hablantes de ruso. Las autoridades de Moldavia están siguiendo con cautela y vigilancia los eventos que están tomando lugar en el territorio controlado por el régimen de Tiráspol. Existen tensiones entre las distintas fuerzas dentro de la región interesadas en desestabilizar la situación. Esto hace que la región de Transdniéster sea vulnerable, y crea riesgos para la República de Moldavia. Las autoridades condenan cualquier provocación y atentado de llevar a la República de Moldavia a actuar de manera que pueda poner en riesgo la paz del país. Chisináu sigue insistiendo en una solución pacífica para el conflicto de Transdniéster.

 

Los posibles escenarios de un acontecimiento peligroso a causa de los planes rusos son profusamente analizados en el panorama analítico del Centro de Estudios de Europa Oriental de Estocolmo (Stockholm Center for Eastern European Studies). Especialmente, se hace mención de que la operación militar de Rusia podría extenderse hacia Moldavia. En la región de Transdniéster, hay 500 soldados rusos de las fuerzas de mantenimiento de la paz y alrededor de 1.000 efectivos militares. Se cree que el ejército de Transdniéster tiene alrededor de 4.000 tropas activas. Las autoridades de Moldavia alegan que no ha habido cambio en la situación militar, pero que con el comienzo de la segunda fase de la operación especial de Rusia en Ucrania, la situación en la región de Transdniéster se ha empeorado.

 

El 26 de abril, las tensiones estallaron cuando las autoridades de Transdniéster anunciaron el “nivel rojo” de amenaza terrorista por 15 días a lo largo del territorio. El anuncio apareció luego de supuestos ataques a dos torres de comunicación y un edificio del Estado en la autodeclarada capital, Tiráspol, así como un incidente relacionado a una unidad militar en la villa de Parkany. La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, convocó a una reunión del Consejo de Seguridad para evitar tensiones y la escalada del conflicto.

 

Durante el encuentro del Consejo Supremo de Seguridad el 26 de abril, en cuanto al tema de los incidentes en la región de Transdniéster y el desarrollo de la seguridad en la región, el Consejo Supremo de Seguridad señaló los hechos de escalada y le recomendó a las instituciones públicas lo siguiente:

 

  Aumentar la intensidad de los controles de circulación en las cercanías de la zona de seguridad;

  Aumentar la intensidad del patrúllaje y control en el territorio de la República de Moldavia y en la frontera;

  Aumentar los niveles de alerta para asegurar la infraestructura crítica.

 

En esta situación compleja y tensa, la presidenta aseguró que todas las medidas necesarias serían tomadas para prevenir el escalamiento, fortalecer la seguridad del Estado, y proteger a los ciudadanos moldovos, llamando a los medios de comunicación, formadores de opinión, y líderes sociales y políticos a comportarse con responsabilidad máxima durante este periodo, compartir solo información verificada y evitar usar manipulación emocional con el propósito de aumentar los índices públicos.

 

Mientras que el gobierno de Moldavia ha pedido la retirada de la contingencia rusa en repetidas ocasiones, las tropas de la milicia rusa se mantienen en este territorio. La República de Moldavia no planea ni lleva a cabo un bloqueo de la región de Transdniéster, permaneciendo abierta a continuar el diálogo por la resolución del conflicto en la región de una manera pacífica y negociada de forma diplomática para darle a la gente de Moldavia, incluyendo a aquellos en la región de Transdniéster, la oportunidad de tener una vida pacífica y próspera. Es importante mencionar que alrededor de unos 8.000 refugiados ucranianos adicionales que han decidido quedarse están en la región de Transdniéster. Proporcionar apoyo a refugiados en la región presenta sus propios desafíos y sigue estando rezagado.

 

Las consecuencias económicas y energéticas de la guerra entre Rusia y Ucrania para la República de Moldavia


La guerra de Rusia en Ucrania está teniendo serias consecuencias económicas y energéticas para la República de Moldavia, la región del Mar Negro, y la economía global. La guerra está causando un efecto dominó global a través de varios canales, incluyendo mercados, comercio, flujos financieros, poblaciones desplazadas, y confianza del mercado. El daño a la economía de Rusia pesará en el flujo de remesas a muchos países vecinos. Interrupciones a las cadenas de suministros regionales y redes financieras, así como el aumento de la percepción de riesgo de los inversores, debilitará el crecimiento regional. Los precios de los productos que Rusia y Ucrania proveen, incluyendo energía, trigo, fertilizantes, y algunos metales, son considerablemente más altos. En la República de Moldavia así como en muchos mercados emergentes y economías en desarrollo, el aumento del precio de la comida y energía está exacerbando la pobreza y, en algunos casos, la inseguridad alimentaria, así como aumenta también la presión inflacionista que ya se estaba formando.

 

La Federación de Rusia y Ucrania son actores destacados en el comercio global de productos alimenticios y agrícolas. Localmente, la limitada actividad económica y el aumento de precios podría socavar el poder adquisitivo de las poblaciones locales. Los productores de manzana ya están sintiendo las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, ya que se ha bloqueado su principal ruta de comercio a través de los puertos ucranianos de Odesa. Normalmente, Moldavia exporta cerca de una quinta parte de sus productos agroalimentarios a Rusia. Ahora, 120.000 toneladas de manzanas se encuentran en almacenamiento en frío, y tienen que ser vendidas antes de que comience la siguiente cosecha. El apoyo del gobierno de Moldavia es fundamental para ayudar a los pequeños agricultores a responder a la crisis y seguir resistiendo. A pesar de que hay algunas oportunidades de exportar a Rumania, el Ministerio de Agricultura y Sector Alimentario estima enormes pérdidas tan solo en el sector de frutas. De acuerdo con el Departamento de Estadísticas Nacionales (National Statistics Bureau), Moldavia importa alrededor de 300.000 toneladas de fertilizante anualmente, la gran mayoría desde Rusia y Bielorrusia. El Ministerio de Agricultura y Sector Alimentario estima que, sin fertilizante, la producción de alimentos básicos (como trigo, maíz, y cebada) decaerá al menos un 30% tan solo este año.

 

Mitigar los efectos de la guerra en la vida, sustento y crecimiento económico requerirá políticas cuidadosamente planificadas. Se necesitará un esfuerzo conjunto para alojar a refugiados, satisfacer sus necesidades básicas, y fomentar una integración sin problemas en las comunidades receptoras. Cuando la guerra desaparezca, se necesitará una gran movilización de recursos para reconstrucciones en Ucrania. Dado sus vínculos con Rusia y Ucrania en cuanto a considerable comercio directo, finanzas, y migración, se espera que los países vecinos de Europa Oriental, especialmente la República de Moldavia, sufran daños económicos considerables.

 

Actualmente, Moldavia no tiene una alternativa para el gas natural ruso y, en cualquier caso, el precio del suministro por otras vías sería mayor que el de Rusia. Dado la alta pobreza energética en el país, es bastante improbable que la mayoría de los ciudadanos de Moldavia prefieran intercambiar los bajos precios del gas por ganancias geopolíticas. El suministro de gas natural es uno de los temas más sensibles con los que el gobierno de Moldavia tiene que lidiar. Moldavia es uno de los países más severamente afectado por el aumento de los precios del gas natural y los fuertes aumentos recientes en los precios del gas se volvieron, quizá, uno de los problemas económicos más graves para la población de Moldavia.

 

En octubre 2021, Moldavia extendió su contrato de gas con la compañía rusa Gazprom luego de un enfrentamiento a causa de las subidas de precio. Al mismo tiempo, Moldovagaz, la compañía nacional de energía (mitad de la cual pertenece a Gazprom), hizo el impresionante pago de 74 millones de dólares estadounidenses por una deuda de gas a Gazprom. La crisis energética a causa de la dependencia en el gas ruso, cuyo precio se ha casi triplicado, ha continuado desde el otoño pasado. Sin embargo, el 16 de marzo de 2022, luego de años de preparaciones y en medio de la guerra, la red eléctrica de Ucrania y Moldavia se han conectado de manera exitosa a la red continental europea en modo de prueba. Esto le permite tanto a Moldavia como a Ucrania importar electricidad desde la UE. La dimensión energética de la seguridad en Moldavia depende en gran medida de la estrategia de diversificación de fuentes.

 

La respuesta a la desinformación y propaganda rusa durante la guerra


Luego del comienzo de la “operación especial” en Ucrania, los medios de comunicación independientes fueron cerrados en la Federación de Rusia. Eco de Moscú (o Echo of Moscow) y Dozhd (o TV Rain) han sido bloqueados, reconocidos por el Ministerio de Justicia de la Federación de Rusia como agentes de medios de información extranjeros; muchas oficinas editoriales, incluyendo Znak.com, y el servicio ruso de la BBC anunciaron la suspensión de sus actividades porque no ven la oportunidad de trabajar bajo las condiciones que las autoridades han anunciado; otros medios de comunicación se enfrentaron a un bloqueo, por ejemplo Meduza, la misma BBC y, por alguna razón, The Village. El régimen de Putin se ha enfocado en propagar la desinformación y retórica propagandística tanto dentro del país como en el exterior.

 

La percepción de popularidad, la cual ha sido creada usando los recursos de los medios de comunicación y tecnologías RP le dan puntos de confianza adicionales entre la población rusa alrededor del mundo. El nivel de confianza en Vladímir Putin en Rusia es muy alto, un 77%. De acuerdo con las fechas del Barómetro de Opinión Pública del Instituto de Políticas Públicas de Moldavia, se tenía una gran confianza en Vladímir Putin en el 2021, un 28.8% de los encuestados moldovos.

  

A pesar de la trayectoria de integración europea y la considerable ayuda recibida en este proceso de la vecina Rumania, el principal socio estratégico de Moldavia, a mediados del 2021, 32.5% de los encuestados percibieron que era Rusia, y 28.1% Rumania.

  

La postura de las autoridades de Moldavia en cuando a combatir la propaganda rusa y la desinformación se ha vuelto más clara. Los medios de comunicación rusos siguen siendo influyentes en el escenario de los medios moldovos, con altos índices en televisión, prensa, y medios en línea. Las fuentes de información rusas siguen ejerciendo una clara influencia manipuladora a través de la difusión de la desinformación, en especial en cuanto a la guerra, la postura y acciones de los oficiales ucranianos y de países occidentales. El impacto de la propaganda rusa y la desinformación es muy grande, especialmente en regiones como Transnistria, Gagauzia y las regiones al norte de Moldavia. La guerra en Ucrania no parece haber cambiado de manera radical la actitud de la población hacia Rusia en estas regiones fundamentalmente rusófilas de Moldavia.

 

Para sembrar conciencia en cuanto a las campañas manipuladoras de Rusia, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, promulgó en junio la Ley de Seguridad de Información, la cual prohíbe la transmisión de noticias televisadas y análisis políticos rusos en Moldavia. La ley, designada para contrarrestar la propaganda rusa acerca de la guerra en Ucrania, estipula que esta prohibición seguirá implementandose aún después de la retirada del estado de emergencia establecido en Moldavia luego de que Rusia invadiera Ucrania. El acto normativo prohíbe noticias y programas de análisis de países que no hayan ratificado el Convenio Europeo sobre la Televisión Transfronteriza. Estipula que el 50 por ciento del contenido televisivo debe venir de países de la Unión Europea, los Estados Unidos y aquellos estados que hayan ratificado el convenio.

 

Avance rápido a Europa


Los desafíos que la República de Moldavia está enfrentando actualmente en el contexto de seguridad son creados por el comienzo de la guerra de Rusia contra Ucrania. La guerra en Ucrania ha traído inestabilidad e incertidumbre a la región, pero también una oportunidad para reconstruir el balance de poder en el continente basándose en reglas nuevas y más justas. La nueva realidad nos ha mostrado que las autoridades deben actuar de manera decisiva si queremos afianzar a Moldavia en una comunidad que pueda ofrecer estabilidad y desarrollo. La integración europea de la República de Moldavia ha permitido un progreso significativo en términos del desarrollo del país en la última década. De acuerdo con el Barómetro de Opinión Pública (2021), 65.1% de los encuestados estuvieron a favor de Moldavia en la Unión Europea.

  

La percepción positiva del motor de desarrollo europeo de parte de los ciudadanos de Moldavia ha aumentado significativamente a través de los años de existencia de la Asociación Oriental, la cual es principalmente el resultado de la efectiva diplomacia pública y el “poder blando” (soft power) de la UE. Para la República de Moldavia, la Unión Europea es, primero que todo, un proyecto de paz. Por lo tanto, Moldavia firmó la aplicación para la entrada a la UE el 3 de marzo. El acceso a la UE es la única opción estratégica que ofrece a la República de Moldavia la oportunidad de permanecer como parte del mundo libre. Moldavia tiene una agenda de desarrollo ambiciosa en cooperación con la Unión Europea, pero este desarrollo requiere de paz.

 

La República de Moldavia ha mostrado hasta ahora una fuerte voluntad política para promover la agenda europea y aplicar las reformas necesarias. La República de Moldavia está llevando a cabo una intensa campaña de presión, teniendo a Rumania, un miembro estado de la UE, trabajando conjuntamente con Chisináu, para alcanzar su objetivo. De hecho, todos los estados en el bloque oriental apoyan una decisión favorable para la República de Moldavia. La parte más difícil fue el proceso de completar el Cuestionario de la Comisión Europea en un tiempo extremadamente corto (en el caso de otros estados, el proceso tomó varios años), lo cual requirió una sinergia de acciones sin precedentes. Todo esto ha demostrado una capacidad increíble de las autoridades para movilizarse, lo cual, a pesar de todas las crisis a las que se enfrenta nuestro país, han distribuido los recursos necesarios para lograr los objetivos estratégicos nacionales. El 23 de junio de 2022, el Consejo Europeo decidió otorgar el estado de candidato a la UE a la República de Moldavia y a Ucrania. Esta es una victoria para los ciudadanos de Moldavia y una victoria para el fuerte liderazgo político de nuestro país.

 

Conclusión


La guerra requiere una respuesta coordinada al nivel nacional, regional y global. Las autoridades políticas de la República de Moldavia deben evitar introducir políticas distorsionadoras en respuesta al aumento de precios de los productos básicos, optando en su lugar por ofrecer apoyo dirigido a los hogares vulnerables y expandir las redes de seguridad social. Presiones en el espacio fiscal y crecientes vulnerabilidades también llaman a la protección de los servicios básicos como salud y educación, y un planteamiento especial para la protección de poblaciones vulnerables, especialmente los grupos de bajos ingresos, refugiados, y ancianos.

 

Una crisis económica que sigue desarrollandose requiere políticas cuidadosamente planificadas para asegurar, en práctica, la funcionalidad y efectividad de las medidas de respuesta especiales para una crisis. Es importante considerar las consecuencias económicas directas e indirectas de la guerra entre Rusia y Ucrania. Una marcada ralentización en Rusia y Ucrania afectará a los países vecinos, incluyendo a Moldavia, por medio de la interrupción del comercio, flujos financieros y de remesas. Los efectos negativos llevarán a la ruptura de las cadenas de suministro y vínculos de transporte, así como impactos en la conectividad digital y los servicios asociados. El aumento de la percepción de riesgo de los inversores resultará en un nivel reducido de inversiones extranjeras necesarias para el desarrollo sostenible del país. La subida en los precios de la energía tendrán una importante reacción en cadena sobre la asequibilidad y viabilidad financiera de los servicios de electricidad y calefacción. Las medidas para incrementar la eficiencia energética emergerán como un factor clave.

 

Si la guerra, que ya está afectando a la región del Mar Negro y la economía global a través de grandes cambios imprevistos en el desplazamiento de personas y productos básicos, se prolonga, el conflicto afectará a mayores incidencias fiscales y financieras. Al mismo tiempo, abordar las distintas repercusiones del conflicto, incluyendo las corrientes de refugiados, las interrupciones del mercado de productos básicos, la inseguridad alimentaria, y la intensificada volatilidad del mercado financiero necesitará un manual exhaustivo de las prioridades en política nacional de Moldavia. Bajo estas condiciones, la República de Moldavia tendrá que seguir persiguiendo reformas internas y la modernización del Estado, haciendo esfuerzos para promover la integración europea. Se debe prestar más atención al reforzar los mecanismos de control para llevar a cabo reformas domésticas, así como la eficacia del rumbo político y políticas de seguridad, construidas en el principio de lograr resultados prácticos al garantizar y mantener la seguridad en el continente europeo.

First published in :

The Foreign Policy Association of the Republic of Moldova

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Natalia Stercul

 

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