Defense & Security
¿El Globo Aerostático Chino Violó Leyes Internacionales?
Image Source : Shutterstock
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First Published in: Feb.06,2023
Apr.18, 2023
¿El globo que apareció de repente sobre Estados Unidos la semana pasada estaba ejerciendo vigilancia? ¿O estaba llevando a cabo investigaciones como declaró China?
Mientras no podemos saber inmediatamente las respuestas a estas preguntas, una cosa es clara: la incursión del globo aerostático chino probó los límites de las leyes internacionales.
Este incidente también ha agregado una capa de complejidad a las tensas relaciones entre EE.UU. y China. Incluso la visita a China del secretario de Estado, Antony Blinken, ha sido pospuesta. Y China ha reaccionado al derribamiento del globo con furia diplomática.
Ambas partes han estado en desacuerdo con respecto a la presencia de buques de guerra estadounidenses en el mar de la China Meridional y el estrecho de Taiwán, el cual China ha declarado como ha declarado como propios, pero Estados Unidos los considera como aguas internacionales. ¿Será el aire el siguiente terreno a ser disputado por estas superpotencias?
Los globos aerostáticos tienen una imagen pública favorable. Pero estos han sido parte de una larga historia militar que data desde la era napoleónica en Europa durante finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX cuando fueron usados para misiones de vigilancia y bombardeo. Inclusive las primeras leyes de guerra incluían medidas para lidiar con el uso militar de globos durante conflicto armado.
La importancia de los globos aerostáticos en el ámbito moderno de la milicia parece ser subestimado, especialmente en una era de vehículos aéreos sin tripulación o drones, los cuales han demostrado ser efectivos durante la actual guerra en Ucrania.
Sin embargo, mientras puede que los globos no sean valorados por sus habilidades de combate en guerra, mantienen la capacidad única de ejercer vigilancia, ya que pueden volar a mayores altitudes que otras aeronaves, pueden permanecer fijos encima de sitios riesgosos, son más difíciles de detectar con radar, y pueden camuflarse como una embarcación civil del clima.
Las leyes internacionales son claras con respecto al uso de estos globos dentro del espacio aéreo de otros países.
Cada país tiene soberanía y control total sobre sus aguas hasta 12 millas náuticas (alrededor de 22 kilómetros) más allá de su territorio. De igual manera, cada país tiene “soberanía completa y exclusiva del espacio aéreo sobre su territorio” bajo convenios internacionales. Esto implica que cada país controla todo acceso a su espacio aéreo, lo cual incluye aviaciones comerciales y gubernamentales.
Pero el límite superior del espacio aéreo soberano no está designado en las leyes internacionales. En la práctica, se extiende generalmente a la altura máxima a la cual se manejan las aviaciones comerciales y militares, la cual está alrededor de los 45 000 pies de altura (alrededor de 13.7 km). Sin embargo, el avión supersónico Concorde volaba hasta 60 000 pies de altura (por encima de los 18 km). Y se ha reportado que el globo chino estaba volando también a una distancia de 60 000 pies de altura.
Las leyes internacionales no se extienden hasta la distancia a la cual operan los satélites, los cuales tradicionalmente se considera que caen en el terreno del derecho espacial.
Hay marcos legales a disposición que permiten solicitar permiso para entrar al espacio aéreo de un país, como el Convenio sobre Aviación Civil Internacional (1944). La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha establecido reglamentos adicionales para el acceso al espacio aéreo, incluido para globos aerostáticos, pero estas no regulan las actividades militares.
Los Estados Unidos tienen su propia “zona de identificación de defensa aérea”, un legado de la Guerra Fría. Esta requiere que cualquier aeronave que entre al espacio aéreo de EE.UU. se identifique. Canadá tiene su propia zona complementaria. Durante el auge de las tensiones de la Guerra Fría, los Estados Unidos enviaba rutinariamente aviones de combate en respuesta a incursiones soviéticas no autorizadas en espacio aéreo estadounidense, en especial en el Ártico.
Muchos otros países y regiones tienen zonas similares de identificación para la defensa aérea, incluyendo a China, Japón y Taiwán. Taiwán, por ejemplo, envía aviones de combate de forma rutinaria en respuesta a las incursiones no autorizadas que aeronaves chinas han realizado en su espacio aéreo.
Dadas estas claras reglas internacionales, los Estados Unidos tiene una base jurídica sólida para su respuesta al globo chino. Este sobrevuelo solo podría haberse dado con permiso estadounidense, el cual claramente nunca fue solicitado.
Al principio, el gobierno Chino intentó plantear que el globo se había averiado e ido a la deriva hasta espacio aéreo estadounidense, declarando vis maior. Si el globo era autónomo, podría depender completamente de los patrones del viento. Sin embargo, según un reporte de la revista Scientific American, el globo parecía tener elevada maniobrabilidad, especialmente cuando parecía mantenerse sobre instalaciones secretas de defensa estadounidense en Montana. El gobierno de Washington demostró paciencia al encargarse de esta incursión. El presidente Joe Biden autorizó a los aviones militares a que derribaran el globo, pero tomó varios días antes de que esto pudiera llevarse a cabo de manera segura sin poner en peligro la vida de aquellos en tierra.
Este incidente con el globo aerostático ha puesto a prueba a la administración de Biden y la respuesta de EE.UU. a la creciente asertividad militar de China.
Eventos similares toman lugar de forma regular en el mar de la China meridional, donde la marina estadounidense realiza operaciones de libertad de navegación a través de aguas reclamadas por China. La presencia de EE.UU. es desafiada rigurosamente por la marina china.
China también ha respondido de manera agresiva a la presencia de aviones de reconocimiento estadounidenses sobre el mar de la China Meridional, aumentando los riesgos de un accidente que podría provocar un mayor conflicto.
Lo que es significativo acerca de este incidente con el globo aerostático es que China ha reafirmado su presencia física dentro de los límites soberanos de EE.UU. El cómo ambas partes respondan posteriormente determinará si las tensiones entre China y Estados Unidos empeoran aún más o si podremos esperar posibles provocaciones futuras entre ambos tanto en el espacio aéreo como en el marítimo.
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Donald R. Rothwell (BA, LLB, LLM, MA, PhD) es catedrático de Derecho Internacional en la Facultad de Derecho de la ANU, Universidad Nacional Australiana, Canberra, Australia. Sus investigaciones se centran en el derecho del mar, el derecho polar y la aplicación del derecho internacional en Australia. Entre sus libros más recientes figuran Islands and International Law (2022), y Rothwell y Letts (eds.) y The Law of the Sea in South East Asia: Environmental, Navigational and Security Challenges (2020). Escribe y comenta regularmente sobre cuestiones de derecho internacional mundial para medios de comunicación internacionales.
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