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Defense & Security

La iniciativa egipcia Hudna: Eludir a Israel

El ex Primer Ministro de Palestina en Gaza, Ismail Haniyeh y el político palestino Ziyed al-Nakhalah

Image Source : Shutterstock

by Udi Dekel , Orit Perlov

First Published in: Jun.21,2023

Jul.10, 2023

Egipto está impulsando una iniciativa con Hamás y la Yihad Islámica para un alto el fuego a largo plazo para Gaza; Israel no participa directamente en estas conversaciones. Aunque las posibilidades de una hudna son escasas, Israel haría bien en no rechazar la iniciativa egipcia y debería, más bien, permitir los proyectos económicos que incluye.

 

En una reunión celebrada en El Cairo a principios de junio de 2023, Egipto presentó a los dirigentes de Hamás y la Yihad Islámica el marco para una hudna en la Franja de Gaza, es decir, un alto el fuego a largo plazo. Israel no participa oficialmente en la iniciativa, que le reportaría algunos beneficios claros, como una calma prolongada en materia de seguridad y la voluntad de El Cairo de implicarse más en Gaza. Estos beneficios no se ven obviados por el hecho de que Hamás también se beneficiaría de la iniciativa, que incluye planes para proyectos económicos y de infraestructuras más amplios, lo que brindaría a la organización la oportunidad de continuar su intensificación política y militar. No obstante, Hamás no está entusiasmada con la iniciativa egipcia. En cualquier caso, Israel haría bien en no oponerse a la iniciativa, aunque suponga renunciar a tres principios: (1) Israel daría presumiblemente "luz verde" a Hamás y a la Yihad Islámica para seguir ejecutando atentados terroristas en Jerusalén, Cisjordania y el propio Israel, así como desde el sur del Líbano. (2) Israel cedería en su exigencia de que cualquier acuerdo incluyera la devolución de los cuerpos de los soldados y los civiles retenidos como rehenes en Gaza. (3) Continuaría la falta de una respuesta eficaz a la creciente fuerza de Hamás y la Yihad Islámica.

 

Los días 4 y 6 de junio de 2023, altos dirigentes de Hamás y de la Yihad Islámica visitaron El Cairo invitados por el general de división Abbas Kamel, director de la Dirección General de Inteligencia egipcia. La delegación palestina estaba encabezada por el líder de Hamás, Ismail Haniyeh (acompañado por su adjunto, Saleh al-Arouri, y el jefe de la oficina "exterior" de la organización, Jaled Mashal), y el líder de la Yihad Islámica, Ziyad al-Nakhaleh. En la reunión, los egipcios presentaron una iniciativa para un alto el fuego a largo plazo, una hudna, en la Franja de Gaza. En los debates influyeron los resultados de las operaciones Escudo y Flecha, que pusieron de manifiesto la capacidad de Israel para llevar a cabo operaciones de asesinato selectivo, así como el ambiente de los recientes acuerdos en todo Oriente Próximo, que han conducido a una reducción de las tensiones y la violencia. La base de las conversaciones fue una propuesta de alto el fuego a largo plazo unida a la voluntad de El Cairo de ayudar a calmar la situación de seguridad en el frente de Gaza y participar en la reconstrucción de la zona, con el apoyo político de Estados Unidos y la ayuda financiera de Qatar.

 

La motivación de El Cairo para implicarse más en Gaza reside en las recompensas económicas y políticas de las que disfrutaría en este contexto, así como en su éxito en el lanzamiento de proyectos de infraestructuras locales. Por ejemplo, tres proyectos egipcios de construcción de viviendas de gran altura en Jabaliya y Bet Lahiya, en el norte de la Franja de Gaza, ya han alcanzado una fase avanzada y están casi listos para ser ocupados. Asimismo, hay planes para desarrollar la carretera costera de a-Rashid, que discurre paralela al mar en el norte de Gaza.

 

La Iniciativa Egipcia incluye los siguientes proyectos

 

Ampliación del puerto de el-Arish, en el norte de la península del Sinaí, que permitiría convertirlo en un puerto de carga para toda la Franja de Gaza; una autopista pavimentada para que los camiones entren en Gaza; y ampliación del comercio entre Egipto y Gaza a través del paso fronterizo de Salah al-Din.

Sistemas eléctricos conectados que distribuirían energía de Egipto a la Franja.

Explotación del yacimiento de gas natural de Gaza Marine, situado frente a la costa de la Franja. Para ello sería necesaria la participación de la Autoridad Palestina, ya que ésta es reconocida como el gobierno palestino que tiene los derechos sobre las reservas de gas. Es posible que ésta sea la razón por la que el primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, visitó El Cairo una semana antes que las delegaciones de Hamás y la Yihad Islámica.

 

Establecimiento de una zona de libre comercio entre el norte del Sinaí y la Franja de Gaza.

 

Insistencia egipcia en que la Autoridad Palestina permanezca en el escenario restableciendo su control sobre el lado palestino del paso fronterizo de Rafah entre Gaza, gobernada por Hamás, y Egipto, tal y como estaba hasta hace cuatro años.

 

También se informó de que para permitir las condiciones de un alto el fuego a largo plazo en Gaza, Egipto, en sus conversaciones con Irán, exigió que Teherán se abstuviera de utilizar a sus apoderados -principalmente la Yihad Islámica Palestina- y que no hiciera nada para socavar el incipiente acuerdo entre El Cairo y las facciones palestinas que están bajo la influencia de la República Islámica.

 

Por el momento, Israel no participa directamente en las conversaciones, pero al parecer ha sido informado sobre ellas. Como parte de la propuesta egipcia, Israel deberá asumir ciertos compromisos, entre ellos la adhesión a un alto el fuego a largo plazo, abstenerse de llevar a cabo operaciones de asesinatos selectivos contra altos mandos palestinos, una mayor relajación de las restricciones a la circulación de personas y mercancías de Gaza a Israel y un acuerdo sobre la producción de gas de la zona económica exclusiva de Gaza.                     

Perspectivas

 

La ausencia de dos importantes dirigentes palestinos en la reunión de El Cairo, el líder de Hamás en la Franja de Gaza, Yahya Sinwar, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas- sugiere que Egipto no ejerció ninguna presión sobre los palestinos en relación con la reconciliación interna o las elecciones. A Sinwar le resulta mucho más cómodo permitir que la dirección exterior de Hamás esté al frente de las negociaciones para no tener que explicar los elementos que faltan en el acuerdo de la hudna, incluida la liberación de los prisioneros palestinos retenidos por Israel y el levantamiento total de lo que consideran el asedio israelí a Gaza. En su situación actual, Abbas no es un actor relevante en el frente de Gaza, con la excepción de los acuerdos sobre la producción de gas, e incluso parece que El Cairo ha renunciado a sus esfuerzos por persuadirle de que promueva la reconciliación intrapalestina.

 

El incentivo egipcio incluye la promoción de proyectos económicos egipcios en la Franja de Gaza, que serán muy beneficiosos para El Cairo (ampliación del aeropuerto de el-Arish e infraestructuras eléctricas en Rafah y el-Arish, construcción de una autopista que permita el acceso rápido de mercancías y desarrollo del yacimiento de gas de Gaza Marine). Además, la última ronda de combates entre Israel y la Yihad Islámica en mayo,  que coincidió con el Ramadán- dejó claro a Egipto el reto que supone mediar en un acontecimiento con múltiples actores y direcciones, algunos de los cuales se encuentran fuera de la Franja de Gaza y están bajo la influencia de Irán y Hezbolá. Por lo tanto, Egipto quiere dejar claras una vez más las reglas del juego: por lo que a él respecta, sólo hay un actor palestino responsable de lo que ocurre en la Franja de Gaza, a saber, Hamás. Además, quiere salvaguardar su papel exclusivo de mediador con Israel.

 

El juego israelí: A Israel le conviene mantenerse al margen de las negociaciones, desde luego de las conversaciones abiertas, ya sea por elección propia o no. Esto libera al primer ministro Benjamin Netanyahu de tener que explicar a sus socios de la derecha radical en la coalición por qué Israel está haciendo tratos con Hamás y por qué el acuerdo no incluye la devolución de los israelíes cautivos y de los cuerpos de los soldados israelíes retenidos por Hamás. Además, Egipto es responsable de todos los elementos iniciales del acuerdo, por lo que Israel puede restar importancia a lo que se le pide que ceda (más allá de los entendimientos que existen actualmente, especialmente su política respecto a los pasos fronterizos y los permisos para que unos 18.500 trabajadores gazatíes entren en Israel). No se está pidiendo a Israel que cambie su política en el Monte del Templo o en Jerusalén, ni que limite su propia libertad de actuación para llevar a cabo misiones antiterroristas.

 

Consecuencias si Egipto logra una Hudna

 

Fortalecimiento del papel de Hamás en la Franja de Gaza: Hamás es el factor de fuerza con el que Israel debe avanzar hacia un alto el fuego a largo plazo en Gaza, neutralizando al mismo tiempo a la Yihad Islámica. Hamás se beneficiaría del acuerdo, con la continua relajación del cierre de Gaza y la ejecución de proyectos económicos y de infraestructuras en la región, sin ningún compromiso con Israel de que se abstendrá de apoyar el terrorismo en Jerusalén, Cisjordania, dentro de Israel y desde el sur del Líbano. Saleh al-Arouri tendrá libertad para seguir iniciando atentados terroristas y preparando nuevos actos de violencia durante el Ramadán del próximo año. Al mismo tiempo, Hamás conservará sus monedas de cambio: los israelíes desaparecidos y los cadáveres de los soldados caídos. Asimismo, un acuerdo de este tipo, especialmente si Estados Unidos participa, aunque sea con un perfil bajo, aumentará la legitimidad y el reconocimiento internacional de Hamás.

 

Una mayor implicación egipcia en Gaza y la voluntad de El Cairo de implicarse en el atolladero de Gaza: Cuanto mayor sea la dependencia de Gaza de Egipto, menos dependerá de Israel. Al mismo tiempo, Egipto no ha demostrado especial eficacia a la hora de impedir el contrabando de armas a Gaza a través del Sinaí. La preocupación es que la expansión del comercio y el movimiento de mercancías desde el Sinaí proporcione mayores oportunidades a los contrabandistas, mientras que la capacidad de Israel para responder a este tipo de incidentes se vería limitada debido a su dependencia de Egipto y al deseo de mantener la relación especial con El Cairo.

 

La tensión israelí entre los beneficios esperados y el precio que se le pedirá que pague: Por un lado, Israel consideraría un logro que se produjera un alto el fuego a largo plazo en Gaza y que se redujera su propia responsabilidad sobre la Franja. Por otro lado, esto reduciría la dependencia de Gaza respecto a Israel, que perdería toda la influencia que tiene sobre los acontecimientos en Gaza. Además, la creencia predominante en Israel es que la mejora de las condiciones económicas en Gaza es la forma de frenar a Hamás, razón por la cual apoya la flexibilización del cierre para asuntos civiles y la reconstrucción en curso de Gaza. Sin embargo, si se acepta el alto el fuego propuesto por Egipto, es probable que los elementos de extrema derecha del gobierno de Netanyahu se opongan a cualquier concesión israelí, como una relajación radical del cierre o la aprobación israelí de un yacimiento de gas palestino, sin un acuerdo que incluya a los israelíes desaparecidos y caídos.

 

¿Se puede contener a los elementos rebeldes? Una condición previa para la aplicación de un alto el fuego a largo plazo es que la Yihad Islámica acepte la autoridad de Hamás y Teherán está de acuerdo con ello, al menos tácitamente. Sin embargo, no está claro hasta qué punto se frenaría la influencia iraní sobre la Yihad Islámica, también a la luz de la mejora de las relaciones bilaterales entre El Cairo y Teherán.

 

Otra etapa en la creciente irrelevancia de la Autoridad Palestina: Un alto el fuego negociado en el frente de Gaza supondría un clavo más en el ataúd de la Autoridad Palestina, que no obtiene beneficios económicos ni políticos significativos, comparables a los que disfrutará Hamás si entra en vigor el alto el fuego propuesto, en los territorios bajo su control. En este contexto, es probable que Hamás intensifique sus esfuerzos por hacerse con el control de la Autoridad Palestina al día siguiente de que Abbas deje de estar en el poder.

 

Conclusión y recomendaciones

 

La iniciativa egipcia sobre una hudna en Gaza no incluye ninguna medida para frenar la consolidación de Hamás ni para limitar su libertad de actuación en otros frentes, y no avanza un acuerdo para la devolución de los israelíes desaparecidos y los cuerpos de los soldados caídos. Además, la hudna garantizaría la supervivencia de la Yihad Islámica y otros grupos terroristas en la Franja de Gaza. Una de las principales exigencias que hizo la Yihad Islámica antes de aceptar el alto el fuego del 13 de mayo que puso fin a la Operación Escudo y Flecha fue el fin de la política israelí de asesinatos selectivos contra sus altos mandos militantes, a lo que Israel respondió: "La tranquilidad se responderá con tranquilidad". Si se logra una hudna, la Yihad Islámica, al igual que Hamás, tendrá libertad para reconstruir sus filas y sus capacidades militares

 

Parece dudoso que Egipto consiga mediar en un alto el fuego a largo plazo, sobre todo teniendo en cuenta el probable rechazo de Hamás. A pesar de los beneficios que una hudna reportaría a Hamás, la organización podría considerarla aceptable si se sintiera en una posición de inferioridad frente a Israel, pero ése no es el caso actualmente. Los dirigentes de Hamás creen que la fuerza de la organización en los frentes palestino y regional está creciendo, mientras que consideran que la fuerza de Israel está disminuyendo y que su influencia internacional y regional está en declive. Por lo tanto, es probable que Hamás prefiera mantener el statu quo de "tranquilidad", con ciertos adornos que le permitan seguir reconstruyendo la Franja de Gaza, aumentar su propia fuerza militar y solidificar su posición política, pero sin que se le pida que haga ningún compromiso ideológico ni que conceda ninguna recompensa -ni siquiera indirecta- a Israel o a la Autoridad Palestina (por ejemplo, el yacimiento de gas).

First published in :

The Institute for National Security Studies

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Udi Dekel

Udi Dekel es investigador sénior en el INSS, think tank israelí. El general de brigada (reserva) Udi Dekel se incorporó al Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) en 2012. Fue director general del INSS durante diez años y actualmente dirige el programa de investigación sobre el ámbito palestino.

Dekel fue el jefe del equipo negociador con los palestinos bajo el mandato del Primer Ministro Ehud Olmert durante el proceso de Annapolis de 2007-8.

El General de Brigada (reserva) Dekel ocupó numerosos puestos de responsabilidad en las FDI en materia de inteligencia, cooperación militar internacional y planificación estratégica. Su último cargo en las FDI fue el de jefe de la División de Planificación Estratégica del Estado Mayor.

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Orit Perlov

Orit Perlov, analista de medios sociales, sigue y analiza el discurso en las redes sociales de los Estados árabes. Antes de incorporarse al INSS, trabajó como asesora política del Embajador en Misión Permanente de Israel en la misión informal israelí en el CCG. Fue coeditora de la página web en árabe del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí

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