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Diplomacy

Francia - Estados Unidos: aliados estratégicos, rivales económicos

Joe y Jill Biden reciben a Emmanuel y Brigitte Macron en la Casa Blanca

Image Source : Shutterstock

by Pascal Boniface

First Published in: Dec.06,2022

Apr.14, 2023

Emmanuel Macron acaba de concluir una visita de Estado a Estados Unidos, de cuyo éxito se felicitan todos, tanto del lado estadounidense como del francés. El entorno del presidente francés subraya que se trata de una visita de Estado y que, por tanto, tiene una importancia primordial en el orden del protocolo. Francia destaca también que se trataba de la primera visita de Estado de un jefe de Estado extranjero a Estados Unidos desde la elección de Biden, lo que demuestra las buenas relaciones entre Estados Unidos y Francia. Sin embargo, siempre resulta desagradable que los países europeos se jacten sistemáticamente de ser los favoritos de Washington, cuando Estados Unidos nunca se jacta de tener buenas relaciones con un país europeo. Esto demuestra un reconocimiento por parte de Washington del estatus periférico de los países europeos en relación con EEUU.

 

Una suntuosa cena en los jardines de la Casa Blanca, una exitosa visita a Nueva Orleans para poner de relieve el mundo francófono, una celebración de la unidad frente a Rusia en Ucrania... No obstante, en la agenda figuraban algunos temas desafortunados, sobre todo en el frente económico. En efecto, se habló del plan americano llamado Inflation Reduction Act, de 370.000 millones de dólares, destinado a apoyar el reverdecimiento de la economía americana que, en palabras de Emmanuel Macron, es "hiperagresivo". No podemos sino felicitarnos de que Estados Unidos reverdezca su economía. Además, en un primer momento, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, felicitó a Estados Unidos por haberse embarcado en un plan de este tipo. Sin embargo, Francia, Alemania y los países europeos en general se dieron cuenta muy pronto de que este plan corría el riesgo de tener consecuencias extremadamente negativas para una industria europea ya en crisis. En efecto, las empresas, cualquiera que sea su nacionalidad, pueden recuperar hasta el 40% de su inversión si invierten en Estados Unidos o en los países que tienen acuerdos de libre comercio con este último, es decir, México y Canadá. El gran temor de los europeos, agravado por el hecho de que el continente atraviesa ya una crisis económica debida al aumento del costo de la energía, de la inflación y a una industria que, en general, no va muy bien, es que las empresas estadounidenses presentes en Europa puedan volver a Estados Unidos para beneficiarse de estas ayudas, y más aún que las empresas europeas abandonen sus inversiones en Europa y las dirijan a Estados Unidos. Algunos grandes nombres de la industria europea, en particular Alemania, ya han amenazado con hacerlo, también debido al costo extremadamente atractivo de energía en Estados Unidos. Emmanuel Macron hizo unas declaraciones muy contundentes sobre este tema antes de su visita. Según él, esto le permitió ser escuchado por el presidente estadounidense. Oído, sí, pero no es seguro que haya sido escuchado. Joe Biden declaró que Estados Unidos no se disculpa, que él no se disculpa. No ha hecho ninguna concesión a las exigencias de los políticos europeos. Emmanuel Macron no ha aportado ningún resultado tangible. En la entrevista que concedió a Le Parisien el domingo 4 de diciembre en el avión de regreso a París, Emmanuel Macron afirmó que los estadounidenses le habían dicho que su objetivo no era debilitar la industria europea. Si este no es el objetivo, podría ser el resultado. Esperemos que este viaje haya despertado al menos las conciencias europeas ante este peligro para sus economías.

 

Una vez más, los europeos van por detrás de las decisiones estadounidenses. Emmanuel Macron dijo que por el momento no se había alzado ninguna voz europea contra esta ley estadounidense. Tiene razón, pero ya es hora de actuar y no sólo de boca, como ocurrió tras el asunto AUKUS (por sus siglas en inglés). Joe Biden aseguró a Macron durante una reunión de reconciliación en Roma que los estadounidenses no volverían a hacerlo. Francia, que había retirado a su embajador en Washington, lo había regresado. Francia y Europa no pueden contentarse con palabras reconfortantes, incluso anestésicas, de los estadounidenses si no van acompañadas de acciones concretas y resultados positivos. La realidad es que Estados Unidos defiende sus intereses nacionales, y hace bien al hacerlo. Europa al no actuar de la misma manera, porque está dividido y entumecido, son los europeos los que tienen la culpa. No existe una "Buy European Act" como no existe una "Buy American Act". China por un lado y Estados Unidos por otro defienden realmente sus intereses, Europa no. Cuando Francia plantea la idea de defender el interés nacional frente a Estados Unidos, París es rápidamente acusada de antiamericanismo. En cambio, a Estados Unidos no se le acusa de antieuropeísmo cuando defiende su interés nacional frente a Europa. Joe Biden está a punto de hacer lo que Donald Trump quería hacer, pero lo está haciendo discretamente. Donald Trump golpeaba la mesa, amenazaba e insultaba, Joe Biden habla con voz suave, tranquila y asegura a los europeos su amistad.

 

A menudo hemos oído que es hora de alejarse de la ingenuidad respecto a Rusia o China. Quizá también sea hora de hacerlo con respecto a Estados Unidos, porque este no trata a Europa como a un aliado. Aunque la alianza estratégica transatlántica es innegable, especialmente frente a la agresión rusa en Ucrania, la relación sigue siendo, desde el punto de vista comercial y económico, una competencia. Con este plan, esta competencia ya no es del todo justa por parte de Estados Unidos. Es por ello esencial que Europa se de cuenta. Desde un punto de vista estratégico, los europeos están petrificados por la amenaza militar rusa, piensan que sólo Estados Unidos puede defenderles contra esta amenaza y que esto merece algunas concesiones. Pero, en realidad, no existe ninguna amenaza militar rusa importante para los Estados miembros de la UE. De hecho, Rusia se está mostrando incapaz de conquistar el Donbass en su conjunto, y es incapaz de controlar los territorios que se ha anexionado ilegalmente. Esto hace que la perspectiva de un ataque contra Europa Occidental sea difícil de prever. Por lo tanto, la amenaza militar rusa debe relativizarse. No se trata de las intenciones agresivas de Vladimir Putin, sino de medir esta amenaza desde el punto de vista de las capacidades. Si esta amenaza militar es más supuesta que real, ello no implica descuidar los intereses económicos y comerciales europeos para beneficiarse de la protección estadounidense. Emmanuel Macron ha dado, pues, la voz de alarma. Ha llegado el momento de actuar.

 

First published in :

The Institute for International and Strategic Relations (IRIS)

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Pascal Boniface

Pascal Boniface es Director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS).

 

Pascal Boniface también dirige la Revista Internacional y Estratégica (publicación trimestral desde 1991) y el Año Estratégico (publicación anual desde 1985).

 

Ha escrito o dirigido la publicación de cerca de setenta obras sobre el tema de relaciones internacionales, cuestiones nucleares y de desarme, equilibrio de poder entre potencias, política exterior francesa, impacto del deporte en las relaciones internacionales (desarrolló el concepto de geopolítica del deporte ), conflicto de Oriente Medio y sus repercusiones en Francia. Muchos de ellos se han convertido en clásicos reeditados regularmente y traducidos a varios idiomas.

 

Pascal Boniface publica numerosos artículos en revistas internacionales de geopolítica, participa regularmente en medios de comunicación, nacionales o internacionales, escritos o audiovisuales, e imparte numerosas conferencias y debates en Francia y en el extranjero. Es uno de los geopolíticos más seguidos en las redes sociales, especialmente Twitter y Facebook. Descifra la actualidad internacional en vídeo en su canal de YouTube y su podcast semanal "Entender el mundo", así como a través de sus diversos blogs: IRIS , Mediapart y personal .

 

Pascal Boniface es miembro del Consejo Nacional de Ética de la Federación Francesa de Fútbol. También es consultor en cuestiones geopolíticas para el Museo del Olimpismo y consultor geopolítico para la ONG Paz y Deporte.

 

Pascal Boniface es Caballero de la Orden Nacional del Mérito, Oficial de la Legión de Honor y Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. También recibió el Premio Vauban en 2011.

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