Subscribe to our weekly newsletters for free

Subscribe to an email

If you want to subscribe to World & New World Newsletter, please enter
your e-mail

Diplomacy

La Migración del Sur de Asia a Europa Occidental: Origen, Tendencias y Perspectivas

Mumbai, India. Los trabajadores migrantes se sientan en la cola en una terminal de tren para abordar un tren para su viaje de regreso a casa durante un cierre nacional.

Image Source : Shutterstock

by Andrey Volodin

First Published in: Apr.05,2022

Apr.18, 2023

Los flujos migratorios del sur de Asia a Europa Occidental tienen una larga historia, los orígenes de los cuales se puede encontrar en el desarrollo colonial de los estados de esta región. 

 

El fin del dominio colonial británico en India en 1947 estuvo acompañado por la separación de uno de los espacios territoriales unificados de Indostán en dos entidades nacionales: India y Pakistán. Durante las primeras décadas luego de su independencia, hubo intensos movimientos migratorios desde la antigua colonia a la antigua metrópoli. La política migratoria británica determinó la dirección e intensidad de los flujos migratorios desde la Península de Indostán al Reino Unido. Los primeros flujos migratorios tras el período colonial estuvieron basados en las siguientes razones: el interés de Gran Bretaña en la afluencia de fuerza laboral adicional, en su mayoría de bajas cualificaciones; la práctica (que existía antes de 1947) de los libres movimientos humanos desde las colonias a la madre patria; características de la política de inmigración en el Reino Unido, las cuales le permitían a los ciudadanos de los países de la Mancomunidad Británica para elegir su país de residencia e incluso tenían sus propias compañías en R.U. La gran mayoría de los inmigrantes de India eran sijs, gente de un entorno campesino (principalmente granjas de clase media), que servían en el ejército y unidades de policía colonial, así como sus familiares, quienes aprovecharon la oportunidad para irse.

 

Antes del establecimiento de la Ley de Inmigración de la Mancomunidad Británica (British Commonwealth Immigration Acts) de 1962 y 1968 por el parlamento del Reino Unido, indios, como ciudadanos de la mancomunidad, tenían derechos ilimitados para entrar al territorio de la antigua metrópolis. Muchos de los recién llegados se establecieron en centros industriales como Leicester o Birmingham. Los migrantes recién llegados fueron empleados en las industrias de textiles y servicio. Una parte significativa de ellos fueron empleados en el área de servicio en el Aeropuerto de Heathrow en el oeste de Londres. La ley de 1962, que restringía la libertad de inmigración a las Islas británicas de los países de la Mancomunidad, en realidad alentaba a inmigrantes de India y otros países del Sur de Asia a establecerse en territorio britónico. Pronto los miembros de su familia se les unieron. Durante mediados de los 60, la mayoría de los indios que llegaban al R.U. fueron registrados como “dependientes”, como fueron descritos por las estadísticas del gobierno coreano. Dependientes constituían 75% de los inmigrantes en 1965 y 80% en 1966. Los flujos de migración desde India a la antigua metrópolis alcanzaron su punto máximo en 1968, cuando el número de llegadas al Reino Unido excedió las 23.000 personas. Los flujos de migración desde India se intensificaron rápidamente entre 1995 y 2005.

 

Datos de censos de población muestran que el número de migrantes indios se triplicaron entre 1961 y 2001, de 166.000 a 470.000. Para ser justos, hay que señalar que los británicos nacidos en India también eran inmigrantes. En 2001, la comunidad india en el Reino Unido llegó alrededor de 1 millón de personas, con cerca de un quinto de su composición proveniente de Sudáfrica y antiguas colonias del este de África. En 2007, el número de indios en el E.U. aumentó a 1.3 millones de personas.

 

Hasta principios de la década de los 90, la antigua metrópoli siguió siendo el refugio/puerto principal para migrantes indios, pero gradualmente su afluencia comenzó a esparcirse a Europa occidental y, cada vez más, a Europa oriental. Por el periodo de 1995 a 2005 cerca de la mitad de los migrantes de India que se dirigían a Europa terminaron llegando al Reino Unido. El resto prefirió otros países de la Unión Europea, principalmente Alemania e Italia, los cuales representaron un 18% y 12% de los migrantes indios respectivamente. Durante el periodo bajo revisión, hubo un aumento, aunque lento, en el número de indios mudándose a Bélgica y Suecia. Aproximadamente 1.000 pobladores se establecen en Francia por año, donde la comunidad india, la cual a mediados de los 2000 era de alrededor de 65.000 personas, consistía en su mayoría de indios étnicos provenientes de Madagascar, las Seychelles, Reunión y Mauricio.

 

Para un mejor entendimiento de las razones para el incremento de los flujos migratorios desde India y otros países relacionados culturalmente a este país, se debe recordar la política que deliberadamente siguieron varios gobiernos europeos, cuya intención era invitar a mano de obra calificada y relativamente económica de la “democracia más grande en el mundo”. Así que la iniciativa de migración de una “green card” temporal que operó en Alemania desde el 2000 hasta el 2005 estuvo enfocada en un principio en atraer a especialistas indios en tecnologías de información. En Italia, la comunidad india estaba formada por aquellos que entraron inicialmente por los montes Apeninos de forma ilegal, y posteriormente recibieron base jurídica para quedarse en el país. La gran mayoría de los migrantes indios en Italia son originarios de Punyab, que trabajan en granjas lecheras y otros sectores agrícolas.

 

El desarrollo de tecnologías de información y grupos industriales relacionados en India, la formación profesional de alta calidad de los graduados de institutos de tecnología indios, y otros factores predeterminaros el interés de los Estados Unidos, Europa occidental y Australia en cuanto a atraer mano de obra calificada de India. Ya en el año 2000, al menos un tercio de los migrantes en el campo de tecnologías de información en el R.U. eran originarios de India. Del 2000 al 2004 más de 245.000 migrantes de esta población se habían establecido en Estados Unidos. En este tipo de “competencia de migración” India era comparable solo con México, China y Filipinas.

 

En el Reino Unido, en octubre de 2004, se adoptó un programa para “naturalizar” a estudiantes indios exitosos (así como representantes de otros países del Mancomunado) en las especialidades de: ciencias físicas, matemáticas e ingeniería. El programa de naturalización se ha convertido en otro atractivo del Reino Unido para futuros especialistas en el campo de ciencias naturales y de ciencias exactas de India, Pakistán, Bangladés, Sri Lanka y Nepal. Al mismo tiempo, este programa se ha convertido en una herramienta para controlar la migración al R.U. Esta práctica la siguen los Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, así como Francia, Alemania y los Países Bajos.

 

La demanda por mano de obra extranjera con alto valor intelectual es determinada, en última instancia, por las características de la estructura sociodemográfica de la población de los países de Europa occidental. El rápido “envejecimiento” de la fuerza laboral/personal en los países del “núcleo” histórico de la Unión Europea actual impulsa a los órganos rectores de esta organización a usar herramientas para atraer a futuros trabajadores en “economía del saber” como ferias educativas. Al mismo tiempo, el uso de “proletarios de producción intelectual” se concibe como una provisión de servicios apropiados sin quedarse en un país de Europa occidental permanentemente.

 

Los movimientos de capital humano de India y países del sur de Asia hacia Europa occidental, como son entendidos por las élites locales, tienen un objetivo doble: 1) aumentar la competitividad de las economías de Europa occidental en la economía mundial y, al mismo tiempo 2) privar a los países de la región sur de Asia de independencia al momento de elegir modelos de desarrollo en la industria de tecnologías de información. También hay restricciones incluso para este tipo de migración: las autoridades de la UE están realmente asustadas de que la importación masiva de mano de obra desde India y otros países (no solo del sur de Asia) con un alto valor intelectual podría socavar en un futuro la reproducción de escuelas científicas nacionales en los países de Europa occidental empleada por los avances en el campo de las tecnologías de información y su aplicación en la economía. Finalmente, un grupo de factores políticos no es de poca importancia en la formación de políticas de migración en los países de la UE, en especial, la insatisfacción con el “sustrato de otras civilizaciones” en el entorno cultural en Europa occidental en cuanto a las fuerzas apoyando el populismo nacional.

 

Una proporción significativa de migrantes de Pakistán al R.U. se originaron del distrito Mirpur, en Azad Kashmir (un área que ahora está bajo el control pakistaní). El país tiene una larga historia de emigración. Así que la gente de Mirpur trabajaron como fogoneros en barcos británicos, cuyos puertos base estaban en Bombay y Karachi. Posteriormente, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, algunos de ellos se establecieron en el Reino Unido. Los migrantes pakistaníes del periodo de posguerra en las Islas Británicas tomaron trabajos en las fábricas textiles de Lancashire, Yorkshire, Manchester y Bradford, en las fábricas automóviles de las Tierras Medias Occidentales y su ciudad más grande Birmingham, llenaron las zonas de desarrollo de su industria ligera en ciudades como Luton y Slough. Entre otros grupos de migrantes de Pakistán, es habitual el señalar a los punjabíes que se establecieron principalmente en Glasgow, Birmingham y Southall, un área del oeste de Londres a la que a menudo se le llama “pequeño Punjab”.

 

Los principales flujos de migración desde Bangladés a las Islas Británicas ocurrieron en la primera mitad de la década de los 70. Fueron una reacción a los disturbios civiles en un Estado recién formado y afectó principalmente a la región de Sylhet en el noreste el país, ubicada directamente al lado de la frontera de Bangladés con India. Al principio, los migrantes bangladesís fueron empleados en fábricas de acero y de textiles a lo largo del Reino Unido, pero luego del cierre de estas empresas dado la crisis económica, los migrantes bangladesís se apresuraron a crear pequeños negocios, principalmente en confección y servicios de comida, incluyendo negocios de restaurantes. Mucha gente de Bangladés se unió activamente a la red de restaurantes indios, la cual estaba desarrollándose rápidamente en esos años y posteriormente se hicieron cargo de una parte significativa de estos.

 

El primer flujo de migración de la relativamente desarrollada Sri Lanka (antes de 1972 – Ceilán) al Reino Unido, de tamaño modesto, fue entre 1960 a 1970. Los migrantes que llegaban de las antiguas colonias fueron empleados en el Servicio de Salud Nacional del Reino Unido (NHS), así como en otras áreas de la economía donde trabajadores cualificados trabajan, volviéndose empleados, administradores, gerentes, etc. EN su mayoría, los migrantes que llegados a las Islas Británicas eran de familias ricas y bien educados. Encontraron rápidamente un uso para sus habilidades en el Reino Unido. La segunda ola de migración de Sri Lanka al R.U. tomó lugar en la década de los 80 y fue producto de la guerra civil que arrasó con la isla en aquel entonces. Una cantidad significativa de tamiles de Sri Lanka buscaron refugio en la antigua metrópoli. Los migrantes de esta segunda ola no eran de tan buena cuna como sus predecesores, sin embargo, como muchos refugiados de Occidente no pertenecían a las “clases bajas” de la sociedad. Los migrantes de Sri Lanka son empleados en el segmento tradicional del sector servicio: en tiendas y restaurantes, y algunos de ellos incluso lograron abrir sus propios negocios.

 

Consecuencias de la crisis de migración de 2015

 

Ajustes significativos a la magnitud de los movimientos de poblaciones de los territorios del “hemisferio sur” al espacio del “norte histórico” fueron introducidos por una “globalización truncada” (la cual exacerbó aún más las contradicciones entre los líderes del mundo económico, principalmente los Estados Unidos, Europa occidental, Japón, por un lado, y el resto del mundo por otro). Esto dio lugar a un aumento de respuestas activas (movimientos y proyectos “pasionarios” antiglobalización) y pasivas (intensificación de los flujos migratorios hacia el “núcleo” original de la UE) hacia las sociedades en transición, la mayor parte de la ecúmene.

 

Se cree que los principales “corredores” de migración desde las sociedades en transición a los países industrializados conservarán su dirección principal en el futuro, especialmente dado que los procesos demográficos en el “hemisferio sur” continuarán ejerciendo presión para la migración de futuras generaciones en las próximas décadas. India (y el sur de Asia en un sentido amplio) sigue siendo el territorio de origen de la mayor cantidad de migrantes internacionales: 18.5 millones de indios viven en el exterior.

 

Para los países del sur de Asia, una región con excedentes de mano de obra significativos, la migración alivia la presión del mercado laboral mientras contribuye a la reducción de la pobreza a través de remesas. Por lo tanto, no es de sorprender que los países de la región del sur de Asia sigan siendo los mayores receptores de remesas en el mundo: en 2018, en países como Pakistán, Sri Lanka y Bangladés, las remesas desde el exterior sobrepasaron el 5% del PIB de estos estados. Cabe señalar el factor de la migración interna en los países del sur de Asia: durante el periodo de 2001 al 2011 la población urbana de estos países tuvo un aumento de 130 millones de personas, las cuales se volvieron un incentivo adicional para la migración externa. Las regiones con destinos más solicitados para migrantes ilegales del sur de Asia son Europa occidental, Estados Unidos y Oceanía. Los demógrafos señalan que los migrantes del sur de Asia con rumbo a Europa occidental son introducidos clandestinamente a su destino principalmente a través de Asia Central y la Federación de Rusia, pero también a través del Oriente Medio hacia los Balcanes Occidentales. Finalmente, los sudasiáticos son llevados a mudarse a Europa occidental y la región del Golfo por el riesgo constante de desastres naturales, los cuales afectan principalmente a Bangladés, India y Pakistán. Obviamente, los grupos más socializados y adaptados de las poblaciones urbanas del sur de Asia están listas para cambiar sus formas de vida.

 

En el 2019, los grupos migratorios más grandes en el Reino Unido eran los migrantes de India, Polonia y Pakistán. En el Reino Unido, Francia y Alemania, existe una correlación positiva entre la alta calidad del capital humano entre los migrantes y sus actividades innovadoras. Se espera que los flujos migratorios influyan la activación de las fuerzas de populismo nacional en Europa occidental. Por lo tanto, luego de la crisis migratoria de 2015, la influencia de las respectivas partes está creciendo rápidamente, recuperando posiciones para los centristas y socialdemócratas. Los “Partidos Populares” se están volviendo más exitosos, uniendo a varios segmentos de la población, incluyendo aquellos que están insatisfechos con la creciente afluencia de “sustrato de otras civilizaciones” a los países de Europa occidental. Por lo tanto, la política de los partidos “tradicionales” contribuye al aumento de la influencia de las fuerzas de populismo nacional.

 

Partidos tradicionalistas justifican su política de aceptar migrantes por la necesidad se integran el mercado laboral en cara de una creciente escasez de mano de obra calificada. De acuerdo con los tradicionalistas, la integración del mercado laborar tiene la consecuencia inevitable de fortalecer la viabilidad económica de la sociedad y aumentar la viabilidad de sus instituciones políticas, así como el sentimiento de los recién llegados de pertenecer a la sociedad receptora. El problema de la adaptación socioeconómica (así como cultural) de los migrantes a las sociedades en Europa occidental sigue siendo grave: en 2017 en la UE, la tasa de desempleo entre los migrantes era del 13.3% mientras que entre la población autóctona no excedía el 6.9%.

 

La pandemia del coronavirus ha hecho ajustes significativos al incremento de los flujos migratorios. Como resultado de la pandemia, el blog del FMI publicó, “los flujos de migración se detuvieron repentinamente. El Confinamiento es temporal, pero la pandemia podría reforzar el sentimiento general de aislamiento y recelo al abrirse al resto del mundo y tener un efecto permanente en la inclinación de los países a aceptar migrantes. Rechazos de inmigración y el alto nivel de desempleo en los países de destino tendrán un efecto negativo en la situación en sus países de origen, especialmente en los más pobres, los cuales dependen en gran medida de las remesas que los trabajadores migrantes envían a casa”.

 

El costo de la migración también incluye la necesidad de superar barreras geográficas y lingüísticas. La integración en el sistema económico del país receptor implica un dominio profundo de su lenguaje, el cual es una condición previa para la adaptación de los migrantes a un ambiente cultural y social distinto. Así que los inmigrantes de Bangladés se adaptaron bien a la península itálica, ya que fueron capaces de dominar el idioma italiano, el cual es difícil para los habitantes del sur de Asia. Los italianos creen que la gente de Bangladés es más trabajadora y menos pretensiosa que los indios, y están listos para trabajar en las condiciones más adversas. Por último, la migración desde Bangladés es beneficiosa económicamente para los italianos: los migrantes calificados en la industria ligera son bienvenidos en la península, dado que son una parte significativa del personal en empresas textiles que fabrican productos con la etiqueta identificativa “Hecho en Italia” que es especialmente valorada por los extranjeros.

 

Otros peligros les esperan a los nuevos pobladores. Es importante recordar que los migrantes al Occidente usualmente terminan encontrándose en una “trampa de pobreza” a causa de sus fondos insuficientes para cubrir los costos asociados con la migración. Sin embargo, expertos creen que un aumento del uno por ciento en la afluencia de migrantes relativa al total del aumento de contratación por casi 1% al quinto año de reubicación en un nuevo sitio. El deseo de los migrantes del sur de Asia de mudarse a Europa occidental podría ser a causa de que, en el caso de inmigración a países con mercados emergentes y sociedades de transición, no se observa dicho impacto positivo en el aumento de la productividad laboral, principalmente dado las dificultades de adaptarse a las condiciones de los mercados locales de los países en desarrollo. La migración puede crear problemas en el área de distribución de ingresos en la sociedad receptora, dado que, en algunos segmentos del mercado laboral, los trabajadores locales (o personas de Europa Central y Oriental que se han establecido ya en Europa occidental) podrían sufrir daños materiales, al menos de forma temporal.

 

La migración moderna y las políticas de migración en los países de Europa occidental siguen siendo influenciados por la experiencia de décadas previas. Por lo tanto, la migración posguerra a Europa occidental desde las antiguas colonias fue estructurada tanto por siglos de experiencia en traslados a lo largo de la ruta de las colonias a la madre patria, como por una demanda significativa por mano de obra relativamente económica con el propósito de modernizar las economías de los países de Europa occidental luego de la Segunda Guerra Mundial. Y algunos antiguos poderes coloniales, como el Reino de los Países Bajos, estuvieron envueltos en el movimiento de sus posesiones orientales (Indonesia) a América del Sur (Surinam).

 

La memoria colectiva sigue presente de forma invisible en las políticas de migración de Francia. Así que en la década de los 30, casi un tercio de la población de este país tenía estatus de migrante, principalmente eran inmigrantes de los países del sur de Europa. Memorias del pasado, junto con las consecuencias migratorias de existencia imperial, aumentaron el fenómeno de partidos políticos antinmigración. El crecimiento de la influencia de las fuerzas de populismo antinmigración ya se observaba en la década de los 90. Entonces, el “Frente Nacional” rápidamente ganó influencia. Como respondiendo al desafío del populismo antinmigración, el gobierno de derecha liderado por Édouard Balladur tomó medidas estrictas para limitar el flujo migratorio al máximo y minimizar la emigración por razones políticas. Posteriormente, las reformas migratorias fueron algo relajadas, pero la entrada a Francia era controlada rigurosamente, y el mercado laboral era estrictamente regulado. Las autoridades de otro imperio colonial, Gran Bretaña, actuó de forma similar, buscando una línea liberal en relación con inmigrantes altamente cualificados e implementando estrictas medidas restrictivas en contra de refugiados por razones políticas.

 

Cuando se evalúan los prospectos para reasentamiento de inmigrantes de India y otros países del sur de Asia a países de Europa occidentales, es necesario tomar en cuenta el factor de la UE, el cual se ha convertido en un elemento central en la construcción de un nuevo espacio de migración en la unidad de reglas institucionales para el desplazamiento de migrantes y los patrones de movimiento humano en toda la amplitud de esta asociación de integración. Es importante tener en cuenta que la migración no es una solución a largo plazo para los problemas demográficos de los países desarrollados de Europa. Se asume que la mayoría de los miembros de la UE, con la excepción de Francia, Irlanda y el Reino Unido, están condenados a una grave reducción en la población de edad laboral en las próximas décadas. Además, de acuerdo con expertos, los mercados laborales en los países de la Unión Europea son más inertes y menos flexibles en cuanto a las circunstancias cambiantes que en los Estados Unidos.

 

Potenciales migrantes tienen que contar con las crecientes preocupaciones de migración en los países líderes de la Unión Europea. Al mismo tiempo, la actitud de los países receptores hacia la migración varía de país a país. Por lo tanto, en los países del sur de Europa (España, Grecia, Portugal) todavía tiene influencia una cultura política “permisiva” que no condena la migración. No es coincidencia que casi la mitad de los migrantes que llegaron a la UE desde el año 2000 comenzaron su recorrido a Europa desde España. Sin embargo, incluso en España, recién llegados son vistos por la opinión pública no solo como un desafío socioeconómico, sino también como una amenaza a la identidad étnica y cultural. Desde principios de la década de los 90, el Reino Unido ha estado implementando una política dirigida a limitar el número de refugiados e inmigrantes tanto como sea posible. A veces las autoridades del Reino Unido recurren francamente a motivación diaria para sus acciones antinmigración, refiriéndose al empeoramiento del problema de viviendo y al aumento de tensiones sociales en Londres y el sureste de Inglaterra. Sin embargo, el Reino Unido sigue siendo uno de los destinos preferidos para la migración a Europa occidental.

 

Además, la misma política de los estados de Europa occidental sigue siendo contradictoria. Por un lado, el deseo de apaciguar la opinión pública resulta en una retórica intransigente en contra de la migración irregular. Por otro lado, el deseo de atraer a fuerza laboral calificada necesaria para la economía dicta un énfasis en la naturaleza temporal de la migración, la cual no implica la concesión de ciudadanía o permisos de residencia. No obstante, desde el 2002, el número de personas entrando a la UE ha sido impresionante: de 1.5 millones a 2 millones de personas.

 

En otras palabras, el conflicto entre los principios de funcionamiento de las naciones estado y los principios guía del multiculturalismo defendido por los migrantes (como medio de manejar las relaciones interétnicas en la sociedad receptora) se está volviendo una parte integral del desarrollo político de muchos países europeos. De ahora en adelante, la confrontación entre los principios de asimilación y multiculturalismo se convierte en el eje de todo el desarrollo sociopolítico en Occidente. Hasta hace poco, el multiculturalismo tenía una fuerte influencia en la actitud hacia los inmigrantes en los países escandinavos, mientras que la asimilación se ha vuelto clara en Grecia, Austria, Polonia y Hungría. Sin embargo, dentro de la Unión Europea el “consenso multicultural” está siendo probado cada vez más, en particular en Suecia. Tendencias similares se observan en el Reino Unido, Francia y los Países Bajos.

 

El gran número de migrantes puede ser engañoso a veces. Por tanto, la mayor cantidad de inmigrantes se registra en países grandes (Alemania, Francia, España y el Reino Unido), mientras que las proporciones más altas se registran en pequeños Estados (Austria, Dinamarca, Suiza y los Países Bajos), los cuales tienen una proyección inevitable en el ámbito de las relaciones políticas. Asimismo, muchos países no mantienen estadísticas de la afiliación religiosa de sus habitantes, lo cual se hace en nombre de los principios sagrados del laicismo. Sin embargo, la situación está empezando a cambiar. Por lo cual, en el Reino Unido en 2001, empezaron a tomar en cuenta la identidad confesional de la población, principalmente para controlar los flujos de migración desde India y el sur de Asia. Al mismo tiempo, en los censos en Francia y Alemania, aún no se registra la afiliación religiosa.

 

Por la relación de los principios de multiculturalismo y asimilación, es habitual señalar a varios grupos en los Estados europeos.

 

Estados que no reconocen oficialmente el hecho del multiculturalismo (Alemania, Francia, Grecia, Dinamarca, Austria, Portugal, Finlandia, Irlanda). Al mismo tiempo, Italia, Finlandia, Alemania, e Irlanda practican el bilingüismo con relación a las compactas minorías nacionales que han estado viviendo en estos países desde tiempos antiguos. Este principio no aplica a los inmigrantes.

 

Estados que han delegado los “poderes lingüísticos” a varios idiomas (España, Suiza, Bélgica). El estado concebido para los franceses y flamencos en Bélgica y el estado legal similar para los catalanes y vascos en España tienen como propósito el detener las tendencias separatistas en estas sociedades y no se aplican a los medios lingüísticos de comunicación de los inmigrantes.

 

Estados donde históricamente ha existido el multiculturalismo (Reino Unido, incluyendo a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte), pero sus principios no aplican a inmigrantes.

 

Países con una política detallada hacia los migrantes sobre una base secular (Suecia, Noruega), los cuales son sujetos a extensa crítica por varias fuerzas sociopolíticas.

 

Estados que inicialmente aceptaron el multiculturalismo, pero lo rechazaron posteriormente (los Países Bajos). Por un lado, en Ámsterdam y Rotterdam, los mayores centros de multiculturalismo se han preservados servicios especiales para ayudar a los inmigrantes. Por otro lado, las principales fuerzas/poderes sociopolíticos del país y los partidos expresando sus intereses están oponiéndose firmemente a mayor migración externa, y no solo desde el “hemisferio sur”.

 

La actitud hacia los principios de asimilación y multiculturalismo también se manifestaron en las actitudes de vida y actividades prácticas de varios poderes sociales. Por lo tanto, liberales y socialdemócratas prefieren el discurso del multiculturalismo, mientras que los conservativos se presentan a sí mismos como guardianes de los valores de la nación Estado, la ética cristiana y la cultura nacional. Sin embargo, la dicotomía mencionada adquiere características esclarecedoras importantes y matices cuando el programa de análisis incluye la posición contradictoria de los sindicatos, por un lado, perteneciente a la izquierda del espectro político, y, por otro lado, forzados por la lógica del desarrollo político interno para contraatacar la inmigración de mano de obra extranjera y la adaptación de los migrantes al país receptor. La actitud hacia la migración de la comunidad empresarial, conservativa en sus orientaciones culturales, y al mismo tiempo interesada en la importación de mano de obra extranjera como elemento de “compensación” por el potencial demográfico insuficiente de una “sociedad envejecida” y un instrumento de crecimiento económico dentro de países particulares de Europa occidental, es también distinguido por una originalidad considerable.

 

La hostil reacción inicial de la población local a los recién llegados fue dictada por temores de una naturaleza exclusivamente económica, es decir, la renuencia a apoyar financieramente a los inmigrantes. Los migrantes no eran vistos entonces como una amenaza para la cultura e identidad nacional. Sin embargo, a medida que los refugiados se establecieron en un nuevo lugar, sus familias aumentaron, se construyeron edificios religiosos, y los políticos europeos estaban activamente envueltos, la actitud de los europeos hacia los inmigrantes comenzó a cambiar. El “choque de civilizaciones” (SP Huntington) en Europa se intensificó. Los “disturbios raciales” de 1958 en Gran Bretaña pueden ser considerados como el punto de inicio para la escalada de conflictos en una base civilizacional. En este país, la mayoría de los inmigrantes tenían estatus de sujetos del Imperio británico, la cual en definitiva facilitó si entrada a la arena de vida política. La raza se mantuvo en el centro del problema del multiculturalismo en el R.U. hasta, por lo menos, finales de la década de los 90.

 

Al principio, no se le dio mayor importancia al factor de la religión como un modelo de comportamiento fundamentalmente diferente en Europa occidental. La expansión del radicalismo islámico y el terrorismo, arraigado, como declaran algunos políticos ahora, en el sistema de valores islámico, se ha convertido en un punto de inflexión. La esencia de sus ideas se reduce al hecho de que se presume que islam está en un estado de “guerra permanente” con el Occidente en general y con el cristianismo y la democracia en particular. Este tipo de sentimiento es apoyado por una parte de la prensa europea, la cual publica regularmente historias anti islámicas provenientes del Oriente Medio y Asia Central. 

 

Cambios en la postura de los partidos políticos en los países de Europa occidental en temas de migración pueden resumirse de la siguiente manera:

 

● Hay un fortalecimiento de los motivos de cultura nacional, los principios de asimilación y lealtad a los valores políticos europeos.

 

- Se está intensificando el control sobre los procesos de migración, incluyendo una creciente atención a los refugiados políticos.

 

- Se está reforzando la interacción “horizontal” de las autoridades de migración de los países europeos interesados en el campo de control sobre los movimientos de extranjeros en los países de la UE.

 

- Existe una verdadera negativa de las élites políticas de Europa occidental desde los principios de multiculturalismo, así como el concepto de “valores universales”.

 

- Se han hecho intentos de introducir conceptos “racionales” (es decir, deliberadamente complicados) de políticas de migración en la vida de los países de la UE.

 

- Están aumentando los recursos organizativos y poderes políticos de las organizaciones supervisando los procesos de migración.

 

Dichos pasos tomados por las élites de Europa occidental, las cuales no abolen formalmente el principio de igualdad racial y la práctica de ritos religiosos por los inmigrantes, excluyen en realidad el desarrollo posterior de los principios de multiculturalismo. La situación de los migrantes también se complica por la renuencia de los activistas musulmanes ortodoxos a llegar a un acuerdo con las autoridades de los países receptores en el ámbito de ritos religiosos, lo cual socava la posición de los defensores del multiculturalismo en Europa occidental.

 

Bajo las condiciones actuales, los adversarios militantes del multiculturalismo están buscando el apoyo no solo del subproletariado y los marginados de Europa occidental, pero también a una parte significativa de la clase media y partidos antinmigrantes que defienden los valores cristianos. Por su parte, los miembros de la comunidad musulmana creen que la “guerra contra el terrorismo” en Occidente, que comenzó en 2001, se ha convertido en una “guerra contra islam.” En los países más pequeños de la UE, temores de ser “absorbidos” por una cultura extranjera están alimentando constantemente los sentimientos radicales antinmigración.

 

Puede asumirse que los eventos ocurridos a principio de siglo (11 de septiembre de 2001, las guerras en Afganistán e Iraq, los ataques terroristas en los países de Europa occidental y oriental, etc.), así como la crisis de migración europea de 2015-2016 formó las bases para los cambios en la conciencia colectiva de la población de los líderes de la UE que son desfavorables para los migrantes. El dominio del multiculturalismo fue reemplazado por la idea del Estado nación como una comunidad vinculada por la unión de intereses y las normas de la cultura cristiana. Actualmente, en amplias secciones de la población de Europa occidental, la idea de la continua erosión de los principios fundamentales de la vida en sociedad, la cual socava su integridad, se está fortaleciendo. En la realidad actual, incluso inmigrantes con formación académica superior están siendo vistos como una amenaza a la unidad nacional de la sociedad. Este tipo de mentalidad está siendo alimentada constantemente por la crisis económica sistemática, la cual lleva a cuestionar las nociones de multiculturalismo que fueron estables alguna vez como una fuerza capaz de asegurar la prosperidad y seguridad de la sociedad occidental de manera simultánea.

 

Tendencias actuales en migración desde el sur de Asia a la Unión Europea

 

La crisis migratoria de 2015-2016 convirtió el problema de la migración en un tema político central en la vida interna de los países líderes de Europa occidental. Bajo las nuevas condiciones, las fuerzas sociopolíticas y los partidos que defienden las fuertes medidas restrictivas en contra de la afluencia de inmigrantes de otras culturas a la UE reciben más y más apoyo significativo bajo las nuevas condiciones. Sin embargo, la reubicación de inmigrantes desde los países del sur de Asia a Europa occidental continua, lo cual se confirma con el ejemplo de los Países Bajos e Italia. La migración desde India y otros países del sur de Asia a estos dos países es en su mayoría de naturaleza “productiva”: para los Países Bajos, la afluencia de mano de obra de calidad en el sector de tecnologías de información es importante, mientras que Italia necesita un “dividendo demográfico” en el complejo agroindustrial.

En los Países Bajos, donde hay necesidad por personal calificado para un creciente sector de tecnologías de información, inmigrantes educados de India se han beneficiado de una política de migración de liberalización en importantes sectores de la economía. Ciertamente, en este país, un tipo de espada de Damocles está suspendida sobre el problema de la migración: el asesinato del director de cine Theo van Gogh en 2004 por un nativo de África del Norte estimuló el crecimiento del sentimiento antinmigración en los Países Bajos, los cuales tradicionalmente tenían una reputación como “el hogar de la tolerancia”.

 

Cabe acotar que la necesidad por trabajadores cualificados en los Países Bajos es mayor que en el promedio de la UE (por un 10%). Aquí, como en otros países de Europa occidental (principalmente en el R.U.), expatriados indios representan el grupo de inmigrantes con el crecimiento más dinámico. En los Países Bajos, esta comunidad incluye trabajadores con la formación profesional necesaria en los campos de tecnologías de información, servicios de asesoramiento, ingeniería, y gestión de personal de empresa. La migración significativa de India a los Países Bajos comenzó en la década de los 80. Para principios de la década del 2010, cerca de 22.000 indios residían en el país (comparado a los 9.000 de 1996). El Reino atrae a inmigrantes indios, primero que todo, con un ambiente de vida favorable, una alta calidad de vida, el uso extendido del inglés en el país, y una actitud tolerante hacia los extranjeros, etc.

 

Jóvenes indios educados se encuentran en los Países Bajos de varias maneras. Además de las prácticas tradicionales de contratación de las compañías neerlandesas, se está volviendo cada vez más importante el elemento de expandir las actividades de las compañías en el reino. Así que actualmente más de 200 compañías de India, principalmente del sector de tecnologías de información, están activas en el país. Debe tomarse en cuenta que este sector de tecnologías de información, por un lado, es un poderoso motor para el crecimiento económico en India, y por el otro lado, este segmento de la economía nacional representa más del 45% del total de exportaciones de servicios de la India.

 

Otra manera de brindar mano de obra india a los Países Bajos es la actividad de las empresas trasnacionales que operan en el país, interesadas en atraer desde la India el perfil de trabajadores con la calidad necesaria. La renuencia de algunos neerlandeses de realizar cierto tipo de trabajos en el segmento de tecnologías de información también juega un papel importante. En este caso, los trabajadores indios que hablan inglés y siguen las reglas son quizá los mejores candidatos para los puestos mejor remunerados en este sector. En otras palabras, los Países Bajos atraen mano de obra cualificada y costosa al país, el costo de la cual (a principios del 2019) comenzó en 4.500 euros al mes y 3200 euros por mes para los menores de 30 años.

 

En cambio, la economía en Italia está experimentando la necesidad de aumentar la cantidad de producción diaria, lo cual abre oportunidades para la fuerza laboral india, principalmente del estado norte de Punjab. Muchos inmigrantes de India llegaron a la península italiana sin un entendimiento claro de la naturaleza del mercado laboral italiano y las peculiaridades de la sociedad italiana. Algunos migrantes se han unido a familiares que ya han llegado a la UE. Al llegar a los montes Apeninos, los inmigrantes indios de la zona rural de Punyab se adaptaron rápidamente al norte de Italia, una zona industrial que carece de mano de obra de calidad para el sector agrícola. Sin embargo, esto fue más una feliz coincidencia que el resultado del funcionamiento exitoso del mercado laboral dado la intervención de los departamentos gubernamentales italianos.

 

Recientemente, los migrantes indios han dirigido su atención hacia Italia. Por lo tanto, en 2003, el número total de migrantes indios a la península itálica se ubicó alrededor de 35.500 personas, mientras que en 2018 se había cuadriplicado a 151.700 personas. Como resultado, India se ha movido del 10° al 6° lugar en la lista de “proveedores” principales de migrantes a los países de la UE (y el 5° lugar entre los países que no forman parte de la UE). La configuración de las principales concentraciones de inmigrantes indios a Italia también se ha cambiado un poco. Si en 2003 los indios se establecieron de manera desigual en las subregiones centrales del norte de Italia y en Roma, en el presente, los contornos de los asentamientos se han vuelto más dispersos: los indios viven principalmente en diez provincias, y su mayor concentración está en Brescia (14.000 personas por cada 200.000 personas nativas).

 

A diferencia de los Países Bajos, la migración a Italia se lleva a cabo usualmente sin planificación, como resultado de una escasez de mano de obra situacional en un segmento particular del mercado laboral o como una reacción del sistema de migración italiano a los flujos de migración desde las sociedades no occidentales. Debe señalarse que en Italia la mayoría de los indios están contratados/involucrados en mano de obra no calificada fuera del complejo agroindustrial, en particular el sector manufacturero. En términos del porcentaje de empleo en este segmento de la economía nacional, los inmigrantes de India no sobresalen de entre los migrantes de sociedades no occidentales. El sector agrícola, siendo el área de actividad del 28.6% (2016) de los migrantes, sigue siendo el área principal para las aptitudes laborales de los migrantes indios (24.1% de la fuerza laboral fuera de los países de la UE). Incluso entre trabajadores independientes provenientes de países fuera de la UE, el porcentaje de indios (7% en el 2016) ha aumentado casi por seis desde el 2007.

 

Debe notarse que la agricultura es un segmento de la economía italiana relativamente pequeño y cada vez sigue disminuyendo, que equivale a no más del 2% del PIB del país y cuyos salarios son tan solo la mitad del nivel total de la economía nacional. Sin embargo, cuando se evalúa el potencial del complejo agroindustrial, los pequeños detalles son importantes. Por lo tanto, con el papel decreciente de la agricultura, la producción agrícola en Lombardía, Emilia-Romaña y Véneto tiende a aumentar, lo cual se debe sobre todo al trabajo duro de los inmigrantes indios. La dinámica enérgica del desarrollo en estas regiones se muestra por la producción diaria.

 

Un ejemplo ilustrativo es Cremona (población: alrededor de 75.000 personas), el centro administrativo de la provincia italiana homónima. El restablecimiento de indios comenzó en la primera mitad de los años 90 con el uso de visas turísticas. La producción láctea en la región se vio afectada por la modernización tecnológica de este sector, la cual comenzó en la década de los 60 y redujo gravemente la demanda de mano de obra en la agricultura italiana. Sin embargo, la reducción en el suministro de mano de obra en el sector lácteo fue tan importante que era necesario atraer a mano de obra calificada del exterior, y esto fue una oportunidad histórica para la población trabajadora de Punyab. Una contribución particularmente significativa de los migrantes indios fue la preservación de la industria del queso en la provincia de Cremona. En otras palabras, las tradiciones de trabajar sobre el terreno estaban en demanda en el norte de Italia, donde las condiciones climáticas y las condiciones de temperatura coincidían casi perfectamente con las de Punyab.

 

Finalmente, el trabajo duro de los indios, su disposición a trabajar los fines de semana y los días festivos, así como trabajar tiempo extra, son notados siempre por los empleadores italianos. Sin embargo, el interés de los indios de trabajar en Italia tiene sus propias razones prácticas. Por un lado, trabajar tiempo extra te permite ganar hasta 3.000 euros por mes, recibiendo parte del pago “en un sobre” (un trámite común en Italia). Por lo que, el total de ingresos aumenta, lo cual permite no solo enviar parte de las ganancias a Punyab, sino que también invertir en el futuro, para invertir los ahorros en varios sectores de la economía italiana. Por otro lado, vivir en granjas por su trabajo, les permitía a los indios el evitar vicisitudes del mercado inmobiliario en Italia, incluyendo la discriminación en contra de los recién llegados. Además, los empleadores apreciaban el papel de los vínculos familiares entre los indios como un incentivo para el trabajo productivo.

 

Es importante que los empleadores tengan una actitud positiva hacia las cualidades de los indios, como equilibrio interno, puntualidad en el rendimiento de sus deberes, entusiasmo por el trabajo, y notar su baja predisposición al conflicto (tanto con su empleador como con sus colegas), lo cual distingue a los indios favorablemente de, por ejemplo, los egipcios o marroquíes. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que la población de Punyab es una comunidad históricamente formada por una fuerza laboral de alta calidad. Sus cualificaciones son altamente valoradas más allá de las fronteras de India, cuya economía nacional carece claramente de trabajadores formados profesionalmente capaces de llevar a cabo operaciones de producción moderna.

 

La crisis de migración europea de 2015-2016 hizo ajustes significativos tanto a las rutas del flujo de inmigración como a la intensidad de los movimientos de poblaciones en sí desde el “hemisferio sur” al “norte histórico”. India y otros países del sur de Asia siguen siendo una de las principales fuentes de actividad migratoria en el mundo. Los ejemplos de los Países Bajos e Italia muestran que hay un “dividendo demográfico” en la región del sur de Asia que puede ser usado para beneficiar el crecimiento económico y el desarrollo en países industrializados. Tanto los neerlandeses como los italianos aprovechan los servicios de la competitiva población india. Esta experiencia, quizá, debe ser usada por Rusia, la cual necesita importaciones de un “dividendo demográfico”. Sin embargo, es recomendable recordar que las autoridades rusas, llevando a capa negociaciones relevantes con los líderes rusos, ofrecen mano de obra con características de baja capacitación para exportación. Defender los intereses nacionales en un área tan específica de relaciones bilaterales contribuirá a un mejor entendimiento por parte de India de nuestras necesidades reales en cuanto a la importación de capital humano y confirmará la actitud seria de Rusia hacia la cooperación multidisciplinaria con la “democracia más grande en el mundo”.

저자이미지

Andrey Volodin

Doctor en Historia, Profesor, Investigador Principal, Centro de Estudios Euroasiáticos, Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. 

Thanks for Reading the Journal

Unlock articles by signing up or logging in.

Become a member for unrestricted reading!