Diplomacy
La visita de Netanyahu a Jordania detiene la escalada de Al-Aqsa, por ahor
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First Published in: Jan.30,2023
Apr.19, 2023
La visita sorpresa de dos horas y media realizada la semana pasada a Ammán por el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, en la que se reunió con el rey Abdullah por primera vez en casi cinco años, constituye una importante victoria diplomática para el reino. La visita se produjo debido a la presión de Estados Unidos sobre Netanyahu y pocos días después de que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, estuviera en Israel y Cisjordania.
Fuentes afirman que el director de la CIA, William Burns, también estuvo en la región antes de la incursión israelí en el campo de refugiados de Yenín el jueves y desempeñó un papel crucial para facilitar la reunión Netanyahu-Abdullah. Un día antes de que Netanyahu llegara a Ammán, acompañado por el jefe de la inteligencia israelí, fuentes confirmaron que jefes de los órganos de inteligencia de varios países árabes y del Golfo también se encontraban en Ammán.
Según fuentes israelíes, Netanyahu reiteró su compromiso de respetar el statu quo histórico y legal en la mezquita de Al-Aqsa. Esto se produjo tras semanas de crecientes tensiones entre el recién formado gobierno de extrema derecha dirigido por Netanyahu y Jordania. Un día después de la toma de posesión del nuevo gobierno israelí a principios de enero, el nuevo ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, realizó una breve visita al complejo de Al Aqsa, lo que provocó la denuncia jordana, árabe e internacional.
Jordania se ha estado preparando para un enfrentamiento con el nuevo gobierno israelí desde que Netanyahu ganó las elecciones el pasado octubre y empezó a negociar con políticos de extrema derecha para formar una coalición. El rey Abdullah y Netanyahu llevan años discutiendo sobre las violaciones israelíes de Aqsa, y no es ningún secreto que el monarca jordano no confía en el veterano primer ministro israelí.
Pocos días antes de la toma de posesión del gobierno de Netanyahu, el rey Abdullah declaró a CNN que estaba preparado para un conflicto en caso de que cambiara el estatus de los lugares santos de Jerusalén. Expresó su preocupación por el hecho de que "Israel intente presionar para que se modifique su custodia de lugares sagrados musulmanes y cristianos de Jerusalén Este ocupado, advirtiendo que tiene "líneas rojas" y que "si la gente quiere empujar esas líneas rojas, entonces nos ocuparemos de ello".
La escalada más peligrosa se produjo el 17 de enero, cuando la policía israelí impidió una visita rutinaria del embajador de Jordania en Tel Aviv al Aqsa. Más tarde se le permitió, pero no antes de que una crisis diplomática se le fuera de las manos. Mientras Israel alegaba que se trataba de un malentendido, Jordania consideraba que el incidente sentaba un peligroso precedente.
En este punto, el rey pidió el apoyo de los aliados de Jordania en el Golfo, Europa y Estados Unidos. Se cree que Jordania estaba segura de que había que adelantarse a la siguiente provocación, que sería la más crítica. Fue entonces cuando intervino Estados Unidos, presionando a Netanyahu para que visitara Ammán y se comprometiera a respetar el statu quo.
Brinkmanship
Para el rey Abdullah, una nueva escalada en Aqsa empujaría a ambas partes a adoptar una política de riesgo cuyo resultado sería desastroso. Ante los crecientes problemas económicos internos, una crisis en Aqsa obligaría al rey a tomar medidas drásticas. Sus "líneas rojas" podrían llegar hasta la suspensión del tratado de paz con Israel. Sin embargo, eso abriría la caja de Pandora política.
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU), signatarios de los Acuerdos de Abraham, han apoyado firmemente al rey Abdullah durante la reciente crisis. Los EAU están con Jordania en dos premisas básicas: su apoyo a la solución de los dos Estados y el statu quo de Aqsa.
Varios analistas habían observado que la declaración de la corte real, hecha pública tras la reunión, no mencionaba la custodia hachemí. Sin embargo, subrayaba la necesidad de respetar el statu quo histórico de Aqsa. Algunos sostienen que el statu quo legal e histórico, que se remonta a finales del siglo XIX y ha sido observado por los otomanos, los británicos, los jordanos y, posteriormente, por Israel, hace que sea jurídicamente imposible que Israel lo ignore.
La custodia hachemí, a la que se hace referencia como "un papel especial" en el tratado de paz entre Jordania e Israel de 1994, es menos precisa. Según otra opinión, Jordania quiere asegurarse de que la responsabilidad de mantener el statu quo en Aqsa no se limite sólo a Jordania, sino que sea un compromiso internacional.
Aunque Ben Gvir prometió repetir sus incumplimientos en Aqsa un día después de la reunión de Ammán, diciendo que sólo Israel tiene soberanía sobre Jerusalén y el Monte del Templo, se cree que Netanyahu, al menos por ahora, evitará nuevas provocaciones con Jordania. Todas las miradas estarán puestas en la actual visita a la región del Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. Se espera que subraye su apoyo a la custodia jordana y al entendimiento sobre el statu quo en Aqsa.
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Veterano periodista y comentarista político afincado en Ammán. Colabora habitualmente con publicaciones regionales, sitios web internacionales y grupos de reflexión.
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