Energy & Economics
Interdependencia económica entre India y China: Colaboración en medio de la rivalidad en las cadenas de suministro mundiales
Image Source : Wikimedia Commons
Subscribe to our weekly newsletters for free
If you want to subscribe to World & New World Newsletter, please enter
your e-mail
Energy & Economics
Image Source : Wikimedia Commons
First Published in: Dec.18,2024
Jan.13, 2025
La relación entre India y China se caracteriza tanto por la cooperación como por la competencia, a menudo con los lazos económicos en desacuerdo con las tensiones geopolíticas. En los últimos años, la relación ha estado marcada por una creciente rivalidad y desconfianza, especialmente tras los enfrentamientos fronterizos de 2020 en el Valle de Galwan. Este incidente llevó a un deterioro significativo en las relaciones bilaterales, lo que resultó en que India implementara medidas económicas contra China, como la prohibición de numerosas aplicaciones móviles chinas e imponiendo un escrutinio más estricto a las inversiones chinas. Sin embargo, en un desarrollo reciente, India y China han acordado resolver el problema de la Línea de Control Real (LAC, por sus siglas en inglés) y avanzar, lo que señala una posible descongelación de las tensiones. Aunque este alivio de tensiones es una buena noticia, la interdependencia económica ha persistido incluso con las tensiones elevadas, como lo demuestra el continuo alto nivel de comercio bilateral. Esta situación paradójica, donde la necesidad económica coexiste con la competencia estratégica, resalta la naturaleza multifacética y a menudo contradictoria de las relaciones entre India y China en el contexto global contemporáneo. A menudo descrita como “cooperación en medio de la competencia”, esta relación tiene implicaciones importantes tanto para los dos países como para la economía global en general. Su mutua interdependencia juega un papel crucial en las cadenas de suministro globales y los mercados de consumo. India y China mantienen sólidas relaciones comerciales, siendo China uno de los mayores socios comerciales de India. El comercio bilateral alcanzó los 114.2 mil millones de dólares en 2021-22; y en 2022-23, China siguió siendo la mayor fuente de importaciones de la India, con un aumento de su cuota hasta el 30% desde el 21% de los últimos 15 años. Esta relación se caracteriza por las importaciones chinas de productos manufacturados y componentes electrónicos, esenciales para el mercado de consumo indio. Las importaciones de India procedentes de China incluyen maquinaria, equipos de telecomunicaciones y productos electrónicos, que son esenciales para su creciente sector de electrónica de consumo. La dinámica comercial entre ambos países garantiza que los mercados indios tengan acceso a bienes de consumo asequibles y diversos, mientras que China se beneficia de un gran mercado de exportación. Esta relación económica abarca diversos sectores, como el manufacturero, el farmacéutico y el tecnológico, y se ha hecho especialmente evidente durante las interrupciones de la cadena de suministro mundial, como las causadas por la pandemia de COVID-19. En el sector tecnológico, las empresas indias y chinas han formado varias alianzas. Muchas empresas indias dependen de componentes y materias primas chinas para sus procesos de producción. Por ejemplo, las industrias electrónica y automovilística de la India dependen en gran medida de las importaciones de semiconductores, paneles de visualización y otros componentes críticos procedentes de China. Empresas tecnológicas chinas como Xiaomi, Oppo y Huawei tienen operaciones significativas en la India, contribuyendo al mercado de los teléfonos inteligentes y la electrónica. Estas empresas no sólo importan productos acabados, sino que también han establecido unidades de fabricación en la India, creando puestos de trabajo y contribuyendo a la economía local. Además, la colaboración en el sector tecnológico se extiende al desarrollo de software y aplicaciones, con inversiones chinas en startups indias que fomentan la innovación y el crecimiento. Las inversiones chinas han desempeñado un papel crucial en el ecosistema de las startups de la India, con empresas como Alibaba y Tencent con participaciones significativas en los unicornios indios. Aunque los recientes cambios políticos han provocado un descenso de las inversiones chinas, las colaboraciones existentes siguen influyendo en la economía digital de la India. La industria farmacéutica representa otra área de cooperación significativa. India, conocida como la “farmacia del mundo”, depende en gran medida de los ingedientes activos farmacéuticos (API, por sus siglas en inglés) importados de China. Aproximadamente el 70% de las necesidades indias de API se cubren con importaciones chinas. Esta colaboración es esencial para mantener el suministro mundial de medicamentos genéricos asequibles, especialmente para los países en desarrollo. Tanto India como China han mantenido una postura de cooperación a pesar de sus rivalidades políticas en el sector de las energías renovables. Esta colaboración es crucial para los ambiciosos objetivos de la India en materia de energías renovables y para los esfuerzos globales de mitigación del cambio climático. China, como mayor productor mundial de paneles y componentes solares, desempeña un papel vital en el mercado solar indio, que está en rápida expansión. En 2022, China exportó a la India celdas y módulos solares con un valor de 3.89 mil millones de dólares, lo que representa aproximadamente el 62.6% de las importaciones totales de energía solar de la India. Esta interdependencia es fundamental para el crecimiento de la energía solar en la India, ya que la capacidad solar instalada del país alcanzará los 66 GW a finales de 2022. A la inversa, el floreciente mercado indio de energías renovables ofrece importantes oportunidades a los fabricantes e inversores chinos. La colaboración va más allá del mero comercio; las empresas chinas también han invertido en proyectos solares e instalaciones de fabricación indias. Por ejemplo, LONGi Solar, una empresa china líder en tecnología solar, ha establecido en India una planta de fabricación de módulos solares con una capacidad de dos GW. Esta interdependencia en el sector de las energías renovables subraya la compleja naturaleza de las relaciones económicas entre la India y China, en las que los beneficios mutuos coexisten con una dinámica competitiva. Mientras ambos países se esfuerzan por cumplir sus compromisos climáticos y sus necesidades energéticas, su cooperación en este sector sigue siendo un factor crítico en la transición mundial hacia las energías limpias. Por último, la relación económica entre India y China es esencial para las cadenas de suministro mundiales, especialmente en los mercados de consumo. Su colaboración garantiza una producción rentable, con componentes chinos que permiten a los fabricantes indios producir bienes a precios competitivos. La industria electrónica india depende de los semiconductores y las placas de circuitos integrados chinas para ensamblar smartphones y otros aparatos electrónicos de consumo, lo que garantiza que sigan teniendo precios competitivos. El rápido acceso al mercado debido a las grandes bases de consumidores en ambos países ofrece además importantes oportunidades para las empresas de ambos países y fuera de éstos. A pesar de una relación competitiva y conflictiva, el comercio entre los dos países es un factor común que los mantiene conectados y facilita el flujo de conocimientos tecnológicos. En Asia, donde los dos países suman una población de más de 2.4 mil millones de habitantes, sus capacidades manufactureras desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de unas cadenas de suministro mundiales competitivas. Esta relación simbiótica garantiza el buen funcionamiento de las cadenas de suministro, manteniendo los costos bajos y la alta disponibilidad de los bienes de consumo en todo el mundo. A pesar de las persistentes tensiones geopolíticas y la dinámica competitiva, la relación económica entre India y China resalta una paradoja de interdependencia. Al igual que la dinámica entre Estados Unidos y China, su colaboración en comercio, tecnología, fabricación y energías renovables revela una relación compleja pero mutuamente beneficiosa. Esta interdependencia sostiene las cadenas de suministro mundiales, garantizando una producción rentable, innovación tecnológica y bienes de consumo asequibles. Aprovechando sus fortalezas manufactureras y sus grandes bases de consumidores, India y China siguen siendo fundamentales para la estabilidad y el crecimiento económicos mundiales. Incluso en medio de la competencia estratégica, sus lazos económicos resaltan la necesidad pragmática de cooperación en un mundo interconectado.
This article was published under a Creative Commons Licence. For proper attribution, please refer to the original sourceFirst published in :
La Dra. Seema Khan se centra en las relaciones del sur de Asia y el contexto global más amplio, lo que refleja su compromiso con el avance del conocimiento en los ámbitos de la política y las relaciones internacionales.
Unlock articles by signing up or logging in.
Become a member for unrestricted reading!