Diplomacy
Canadá en camino al cambio

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First Published in: Mar.13,2025
Apr.07, 2025
Como cualquier líder, Justin Trudeau tuvo ciertos logros, pero también suficientes fracasos que provocaron una caída en su popularidad entre la población, así como la pérdida de confianza por parte de miembros de su propio partido y de los partidos de oposición, que en sus mejores años incluso estaban dispuestos a colaborar con él. En 2022, el Nuevo Partido Democrático (NDP) y el Partido Liberal llegaron a un acuerdo para generar confianza y consolidar una posición conjunta en temas socioeconómicos importantes. Sin embargo, para finales del otoño de 2024, el líder del NDP, Jagmeet Singh, declaró que Justin Trudeau no estaba cumpliendo con las tareas que enfrentaba el país y anunció el retiro del NDP del acuerdo. Esta declaración tuvo un impacto negativo en la popularidad del Partido Liberal, especialmente mientras intentaban aprobar decisiones en el Parlamento. A finales de diciembre, Jagmeet Singh pidió la renuncia de Justin Trudeau y afirmó estar dispuesto a apoyar una moción de censura contra el gobierno, la cual el Partido Conservador venía impulsando de manera sistemática. También a finales de diciembre de 2024, la ministra de Finanzas y viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, anunció inesperadamente su renuncia. Esta acción generó una ola de descontento y sentimientos negativos en torno a Justin Trudeau. Las mayores críticas hacia el primer ministro se centraron en su fallida política migratoria, la escasez de viviendas junto con el fuerte aumento en los precios del sector, la alta inflación, el desempleo y la implementación de un impopular impuesto al carbono. Como resultado de la fuerte presión de miembros de su propio partido y de los líderes de los partidos de oposición, Justin Trudeau se vio obligado a anunciar su renuncia el 6 de enero, a partir del momento en que se encontrara un sucesor dentro del Partido Liberal. Al mismo tiempo, señaló que, si debía librar una lucha interna dentro del partido, no se consideraba un candidato adecuado para liderarlo en las próximas elecciones.
La era de incertidumbre política en Canadá se agravó cuando Donald Trump “atacó” repetidamente la soberanía del país al proponer verbalmente que Canadá se convirtiera en el estado número 51 de Estados Unidos. También amenazó con imponer un arancel del 25% a los productos canadienses, aunque canceló esta decisión en varias ocasiones. El 1 de diciembre, Donald Trump firmó una orden ejecutiva imponiendo un arancel del 25% a los productos provenientes de Canadá y un arancel del 10% a la energía canadiense. Estados Unidos declaró que esta medida buscaba combatir amenazas emergentes debido a los altos niveles de migración y tráfico de fentanilo a través de la frontera entre EE. UU. y Canadá. Como respuesta, Canadá amenazó con imponer aranceles de represalia sobre minerales críticos, combustibles fósiles, el suministro eléctrico, recursos energéticos y otros productos. Justin Trudeau, quien se encontraba en sus últimos días como primer ministro, logró cierto éxito durante las negociaciones del 3 de febrero entre líderes canadienses y estadounidenses. Como resultado, Donald Trump accedió a postergar la imposición de los aranceles a los productos canadienses por 30 días. Esta decisión se dio tras la promesa de Canadá de reforzar las medidas de seguridad fronteriza e invertir un millón de dólares adicionales en ese esfuerzo. Los aranceles fueron impuestos el 4 de marzo, y Justin Trudeau respondió con medidas de represalia dirigidas a productos estadounidenses. Sin embargo, el 5 de marzo, Donald Trump canceló los aranceles sobre la industria automotriz, y el 6 de marzo, tras una llamada telefónica con los líderes de México y Canadá, firmó una orden ejecutiva que suspendía temporalmente los aranceles sobre productos canadienses y mexicanos que cumplían con los términos del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá). Si los aranceles se hubieran aplicado en su totalidad, habrían tenido un impacto negativo en la economía canadiense. Las cadenas de suministro se verían afectadas, lo que provocaría un aumento en los precios de diversos bienes comercializados entre Canadá y EE. UU. Además, los aranceles reducirían la competitividad de los productos canadienses en el mercado estadounidense. Las consecuencias más graves serían sufridas por los sectores y productos con alta dependencia del mercado de estadounidense.
Los temas relacionados con los aranceles y los acuerdos bilaterales con Estados Unidos se convirtieron, durante los últimos dos meses, en el principal foco de discusión en Canadá y en el eje central de la campaña electoral para elegir al nuevo líder del Partido Liberal. El 9 de marzo se seleccionó al sucesor de Justin Trudeau: Mark Carney, quien obtuvo el 85.9% de los votos. En la etapa final, hubo cuatro candidatos para el liderazgo del Partido Liberal. La segunda más votada fue la ministra de Finanzas y viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, quien recibió apenas el 8% del respaldo del electorado. Los otros dos candidatos — Karina Gould, líder del Gobierno en la Cámara de los Comunes, y Frank Baylis, exmiembro del Parlamento — obtuvieron el 3.2% y el 3%, respectivamente. Los principales temas de la campaña interna de Mark Carney fueron el desarrollo económico de Canadá, el cambio climático y un programa de incentivos verdes. Carney propuso un impuesto al carbono que vaya desde los consumidores hasta las grandes empresas, la eliminación de barreras comerciales entre provincias y territorios canadienses, el aumento del ritmo de construcción de viviendas y mayores inversiones en ese sector, junto con recortes en el presupuesto del gobierno. El éxito de Mark Carney puede atribuirse a varias razones. Él es el único candidato que no ocupó ningún cargo oficial en el gabinete de Justin Trudeau ni tuvo una posición en el Parlamento, por lo que representa cierta distancia con respecto al rumbo del exprimer ministro, algo que muchos canadienses rechazaron en la etapa posterior a la pandemia. Los ciudadanos asocian a Mark Carney con nuevas oportunidades y cambios para Canadá. Carney no es una figura política tradicional, sino que proviene del sector económico y empresarial. Entre sus numerosos cargos, está el de gobernador del Banco de Canadá durante la crisis de 2008, cuando el país logró evitar los peores efectos gracias a políticas financieras y bancarias sólidas. En 2013, fue nombrado gobernador del Banco de Inglaterra, donde gestionó los procesos económicos durante el Brexit y las posteriores crisis económicas y políticas. Esta experiencia posiciona a Mark Carney de manera positiva ante los votantes y le otorga un voto de confianza en tiempos difíciles para el país, marcados por declaraciones y acciones poco amistosas de su socio más cercano: Estados Unidos. El propio Carney destaca su éxito en la gestión de crisis y confía en que podrá negociar con Trump, aunque reconoce que el arancel del 25% y las políticas planteadas por Trump representan un desafío serio en la historia reciente de Canadá. En su discurso de victoria tras ser elegido como líder del Partido Liberal, Carney afirmó: "Los Estados Unidos de América no son Canadá. Canadá nunca se convertirá en parte de Estados Unidos, de ninguna forma, de ninguna manera". Todas las élites políticas han mostrado solidaridad con esta postura. Carney sostiene que Canadá debe enfrentar los aranceles de Trump mediante medidas de represalia bajo el principio de "dólar por dólar." Su objetivo principal es diversificar los acuerdos comerciales a mediano plazo. Ambas metas son importantes. Por ahora, los analistas canadienses están preocupados por el riesgo de que los aranceles de Trump provoquen una recesión en la economía canadiense a corto plazo. Es importante recordar que Donald Trump es un hombre de negocios, y en debates políticos ha señalado en varias ocasiones que está dispuesto a llegar a acuerdos. Tal vez Carney, con su experiencia en economía y finanzas, logre cerrar uno… si tiene tiempo.
Es difícil predecir cuánto tiempo permanecerá Mark Carney en el cargo de primer ministro. Según el calendario, las próximas elecciones federales en Canadá deberían realizarse a más tardar en octubre de 2025. Sin embargo, la Ley Electoral de Canadá permite la posibilidad de elecciones anticipadas. Existe una alta probabilidad de que Mark Carney aproveche su popularidad y anuncie elecciones en las próximas semanas. De acuerdo con la ley, el período previo a las elecciones debe durar entre 37 y 51 días. El principal opositor de Carney será el líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre. Durante el último año y medio, la popularidad del Partido Conservador ha sido significativamente más alta que la del Partido Liberal. Según los datos del 6 de enero, el índice de popularidad de los conservadores era del 44.2%, mientras que el del Partido Liberal era del 20.1%. Sin embargo, la popularidad de los liberales comenzó a aumentar tras el anuncio de renuncia de Justin Trudeau. Según datos del 5 de marzo, el Partido Conservador tenía un 40.3% de apoyo, y el Partido Liberal había subido al 30.8%. Pierre Poilievre, con sus posturas, se alinea con ideas del populismo de derecha. Poilievre es simpatizante del ‘Freedom Convoy’, el movimiento de protesta que se extendió por Canadá a principios de 2022. A menudo se dice que sus posiciones y enfoques son similares a los de Donald Trump. Aunque la campaña electoral aún no ha comenzado oficialmente, Pierre Poilievre dio inicio no oficial a la suya en enero. Tras el anuncio de la inminente renuncia de Justin Trudeau, Pierre Poilievre cambió su eslogan político de “’Axe the Tax’” (en referencia al impopular impuesto al carbono) a “’Canada First’”, un lema muy similar al “’America First’” de Trump. Entre sus promesas están eliminar las barreras comerciales entre provincias, endurecer las penas para los traficantes de fentanilo, reforzar la seguridad fronteriza y construir una base en el Ártico, cuya financiación provendría del recorte a la ayuda exterior. La seguridad fronteriza, el contrabando de fentanilo y el bajo gasto en defensa son precisamente algunas de las principales quejas de Donald Trump hacia Canadá. Mark Carney, al referirse a su oponente Pierre Poilievre, declaró: "Donald Trump está tratando de debilitar nuestra economía, pero hay otra persona que también lo está haciendo. Y esa persona es Pierre Poilievre. Su plan nos dejará divididos y listos para ser conquistados, porque él es alguien que idolatra a Trump y se mantendrá de rodillas ante él, en lugar de enfrentarlo". La elección del 9 de marzo para elegir al líder del Partido Liberal no marca la etapa final de la situación política en Canadá. Aún está por verse quién será el próximo primer ministro para los próximos cuatro años.
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Doctora en Ciencias Políticas, Analista Independiente
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