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Defense & Security

El papel de Japón en la configuración del panorama de seguridad en el sureste y este asiático.

Avión de combate japonés

Image Source : Shutterstock

by Swati Arun

First Published in: May.07,2024

Jun.10, 2024

Japón se ha embarcado en un viaje de transformación que supone un alejamiento de su postura pacifista convencional. A pesar de encontrar focos de oposición interna, la visión japonesa de un Indo-Pacífico libre y abierto ha recibido un apoyo cada vez mayor de las naciones vecinas. En el contexto regional de la lucha contra la modernización militar y el expansionismo de China, Japón está sentando las bases para la defensa colectiva, mientras que trabaja para institucionalizar estos esfuerzos y aliviar las preocupaciones sobre la remilitarización. Japón ha emprendido gradualmente diversas medidas para potenciar el papel de las fuerzas de autodefensa y permitir las alianzas militares. Los tres nuevos requisitos para ejercer la autodefensa, adoptados en 2014, ampliaron el derecho de Japón a la autodefensa en caso de un “ataque armado contra Japón u otro país con vínculos estrechos con Japón”, una amenaza a la existencia nacional, sin “ningún otro medio para garantizar la supervivencia del país”, añadiendo el uso de la “mínima cantidad de fuerza necesaria”. Japón amplió la definición de seguridad para abarcar cualquier cambio en su vecindad que pudiera comprometer su integridad territorial. Tras estos cambios, el 16 de diciembre de 2022, la administración de Kishida aprobó formalmente tres documentos estratégicos revisados: la Estrategia de Seguridad Nacional (NSS, por sus siglas en inglés), la Estrategia de Defensa Nacional (NDS, por sus siglas en inglés) y el Programa de Refuerzo de la Defensa. Estas modificaciones redujeron las limitaciones impuestas a las Fuerzas de Autodefensa y a la defensa colectiva. Considerando estos cambios en el actual conflicto de seguridad en Asia Oriental, el primer requisito amplió efectivamente los parámetros de la autodefensa para incluir a Taiwán. En la NSS, Japón identificaba a Taiwán como un “aliado extremadamente importante y un amigo preciado”, mientras que caracterizaba a China como “un asunto de grave preocupación” y “el mayor desafío estratégico”. Los documentos también designaban a Corea del Norte como “una amenaza más grave e inminente” y a Rusia como “un grave problema de seguridad”. Los documentos revelaban la adquisición por parte de Japón de capacidades de contraataque, llenando vacíos en sus defensas y ampliando el segundo y tercer requisito para una autodefensa colectiva. Además, Tokio pretende mejorar el misil tierra-barco autóctono Tipo 12, con un alcance aproximado de 200 km, hasta aproximadamente 1,200 km, aumentando sustancialmente el costo de los ataques chinos en la región. En enero de 2024, Japón firmó acuerdos con EE. UU. para adquirir 400 misiles de crucero Tomahawk, con un alcance de disparo de aproximadamente 1,600 km. Según se informa, Japón pretende rectificar sus actuales reservas de municiones construyendo “70 depósitos de municiones en un plazo de cinco años” y planea construir hasta 130 depósitos de municiones para 2035, aprendiendo del conflicto en Ucrania. Japón revisó los ‘Tres Principios de Transferencia de Equipos y Tecnología de Defensa’ superando las restricciones impuestas en el pasado a la transferencia de equipos y tecnología de defensa a otros países. Estas revisiones marcaron el comienzo de la evolución del papel de Japón como proveedor de seguridad en la región. En conjunto, esto equivale a duplicar el gasto en defensa del 1% al 2% del PIB para 2027, con el fin de acelerar el avance del inmaduro ejército japonés en tiempos de paz y equipararlo a los estándares de la OTAN. Las revisiones son coherentes con la comprensión japonesa de su nuevo entorno de seguridad, en el que las afirmaciones chinas se ven reforzadas por la mayor fuerza naval de Asia. El cambio también subraya la limitación del poder de EE. UU. en la región para seguir siendo el único proveedor de seguridad, permitiendo a Japón asumir un papel central. Los japoneses también han hecho eco de estos sentimientos, ya que una encuesta realizada en 2022 reveló que el 89% ve a China como una amenaza en 2022, y el 49% de los encuestados apoyó una ampliación del papel de Japón en la alianza, mientras que el 46% se mostró en contra. En 2023, la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón llevó a cabo el ‘Despliegue del Indo-Pacífico 2023’ (IPD23, por sus siglas en inglés) para “demostrar claramente la intención de que Japón nunca tolerará cambios unilaterales del statu quo por la fuerza”, tal y como se especifica en la NSS. Las fuerzas japonesas visitaron 17 países y realizaron 27 maniobras con países afines, resaltando la intención de Japón de ampliar los lazos de seguridad entre las naciones con disputas territoriales en el mar de China Meridional y con la ASEAN. Ese mismo año, Japón estableció un Cuartel General Conjunto Permanente para supervisar las tres fuerzas – las Fuerzas de Autodefensa Terrestre, Marítima y Aérea – con el fin de garantizar la eficiencia de las operaciones conjuntas. Reconociendo la creciente ambición de Japón, en diciembre de 2023, el presidente chino Xi Jinping dio instrucciones a la guardia costera para que reforzara sus actividades con el fin de afirmar la soberanía sobre los islotes del este de China. Japón ha perseguido activamente la defensa colectiva en el Sureste Asiático con su introducción de la “Ayuda Oficial a la Seguridad” en febrero de 2023, en virtud de la cual Filipinas fue la primera en recibir ayuda, seguida de Malasia. Japón también planea incluir a Vietnam, Indonesia, Tailandia, Singapur y Camboya. Estos planes permitirán a Japón establecer un complejo militar-industrial, ampliando el nexo de asociación e interdependencia entre Japón y el Sureste Asiático. Los cambios, vistos junto con la ‘Declaración Conjunta de Líderes de EE. UU. y Japón’, marcan un giro decisivo en la estrategia japonesa para contrarrestar a China. En una mejora de la alianza entre EE. UU. y Japón, ambas partes acordaron establecer un mando japonés-estadounidense unificado, permitiendo a EE. UU. establecer un cuartel general en Japón para las operaciones militares de ultramar en la región. También acordaron el codesarrollo y la coproducción de misiles y tecnologías de punta en Japón, potenciando su complejo industrial de defensa, y la exportación a terceros. La declaración destacaba la cooperación de Japón con la AUKUS en sus proyectos de capacidades avanzadas del ‘Segundo Pilar.’ La declaración también relataba que la “crisis existencial” a la que se enfrenta Japón hace que estos esfuerzos sean naturales, de acuerdo con las revisiones de los documentos de política estratégica de Japón. Anteriormente, en 2022, Japón había anunciado una colaboración con el Reino Unido e Italia para desarrollar aviones de combate de nueva generación y, posteriormente, en marzo de 2024, decidió autorizar la exportación de aviones de combate desarrollados conjuntamente a otras naciones. Las relaciones entre ambos lados del estrecho, que antes se trataban con la máxima precaución bajo la premisa de la “política de una sola China”, han pasado a ser objeto de un debate más abierto en la política exterior y estratégica en torno a Taiwán. Desde 2021, los líderes japoneses han realizado una serie de declaraciones y comentarios sobre Taiwán y el Estrecho de Taiwán. En mayo de 2022, una declaración de la ‘Cumbre EE. UU.-Japón’ reiteró que “la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán son elementos indispensables para la seguridad”. En un discurso de enero de 2024, el ex primer ministro Aso Taro también reiteró que la crisis de Taiwán constituye “una amenaza para la existencia nacional” para Japón. En agosto de 2022, China reaccionó a la visita de la ex presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán con maniobras militares a gran escala alrededor de la isla. Cuatro meses después, en diciembre de 2022, Japón publicó tres nuevos documentos estratégicos. La importancia de Taiwán para la seguridad de Japón se citó siete veces en la NSS y la NDS. Además, Japón pretende mejorar la defensa de todas sus 6,852 islas, centrándose en las cadenas de las Islas Ryukyu, piedra angular de la defensa japonesa contra China, situadas a sólo 100 km de Taiwán, lo que también refuerza la seguridad alrededor de la isla. La instalación de una unidad de misiles guiados tierra-aire está bajo consideración en Yomaguni, hogar de una estación de vigilancia de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (JSDF, por sus siglas en inglés), lo que hace que Japón comprenda que la seguridad de Taiwán está estrechamente ligada a la suya. El escenario de preferencia militar de China de una “guerra relámpago”, o un ataque sorpresa para tomar Taiwán en cuestión de semanas o días, ha aumentado el nivel de urgencia y ha actuado como precursor para la aceleración militar de los últimos años. La historia de agresiones japonesas en Asia Oriental y el apoyo militar chino a Corea del Norte diluyeron la posibilidad de un marco regional entre Japón, Corea del Sur y China. Sin embargo, tras años de esfuerzos, en agosto de 2023 se alcanzó un acercamiento entre Japón y Corea del Sur cuando se reunieron en Camp David para celebrar una cumbre trilateral entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. La reunión trilateral supuso el primer paso para eliminar los obstáculos históricos y demostrar la confianza del nuevo papel regional de Japón. Corea del Sur ha mantenido su aversión a participar en competiciones de grandes potencias, pero esta reunión trilateral institucionalizó el esfuerzo, protegiendo el progreso frente a cambios en la situación política de cualquiera de los países. Para Corea del Sur, Corea del Norte sigue siendo su principal preocupación en materia de seguridad. Para Japón, el Norte sigue siendo la segunda amenaza más crucial con su lanzamiento de un misil balístico de alcance intermedio en el Mar de Japón en 2022, provocando cooperación a pesar de las fracturas. A través de la declaración conjunta de la cumbre trilateral, Estados Unidos obtuvo el apoyo de Corea del Sur al reconocer los peligros de no mantener la paz y la seguridad en el Estrecho de Taiwán. Corea del Sur recibió un impulso muy necesario en el intercambio de inteligencia sobre los lanzamientos de misiles y las actividades cibernéticas de Corea del Norte, lo que fortalecerá la cooperación en materia de defensa contra misiles balísticos. Sin embargo, es poco probable que Corea del Sur ponga en peligro su seguridad interfiriendo en una crisis en el Estrecho. Aun así, tendría un papel fundamental a la hora de mantener bajo control a Corea del Norte en caso de un conflicto armado en el Estrecho de Taiwán o en el Mar de China Oriental. No obstante, Taiwán agradeció el apoyo mostrado a través de la cumbre trilateral, mientras que China advirtió contra la desestabilización de la región. Japón es uno de los aliados más fiables de Filipinas, sólo superado por Estados Unidos. Los lazos se han estrechado, ya que ambos han firmado una serie de acuerdos, desde militares y de desarrollo de capacidades hasta de seguridad marítima e intercambio de inteligencia en el Indo-Pacífico. En 2023, en el marco de la ‘Ayuda Oficial a la Seguridad’ de Japón, Filipinas recibió radares de vigilancia costera por valor de 4 millones de dólares. Ambas partes están debatiendo la firma de un ‘Acuerdo de Acceso Recíproco’ antes de finales de 2024. En una declaración conjunta de abril de 2024 entre Japón, Filipinas y Estados Unidos se priorizó el avance de la “cooperación multilateral en el conocimiento del dominio marítimo” y el desarrollo de «un ecosistema de tecnología de la información y comunicación”. También se comprometieron a la cooperación trilateral en materia de defensa y al apoyo a las prioridades de modernización de la defensa de Filipinas. La declaración señaló la preocupación por el comportamiento agresivo de China, su “uso coercitivo de embarcaciones de la Guardia Costera y milicias marítimas en el Mar de China Meridional”, relacionándolo con la situación en el Mar de China Oriental. También reiteró la importancia del Estrecho de Taiwán en la seguridad mundial. En este marco, la confianza y dependencia de Japón han aumentado, preparándolo para tener papel mayor en materia de seguridad y la colectivización de la seguridad ha traído nuevas garantías para los países más pequeños de la región. La presidenta de Taiwán agradeció la declaración conjunta trilateral en apoyo de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. Sin embargo, China criticó la reunión, anti-China, acusándola de formar un análogo de la OTAN en la región. China convocó a los diplomáticos japoneses y filipinos, expresando su descontento e instando a Japón a “tomar medidas beneficiosas para la paz regional”. Más allá de Corea del Sur y Filipinas, Japón también ha mantenido largas relaciones militares y diplomáticas con Vietnam, habiendo mantenido 10 diálogos de defensa en el pasado. Además, el Presidente de Vietnam, Vo Van Thuong, y el Primer Ministro de Japón, Fumio Kishida, anunciaron la ‘Asociación Estratégica Integral Vietnam-Japón’ el 27 de noviembre de 2023. Según su declaración conjunta, Kishida y Thuong reforzaron la visión de un “Indo-Pacífico libre y abierto”. Estados Unidos también estrechó sus lazos con Vietnam en septiembre de 2023. Estos acontecimientos dieron lugar a la visita del presidente Xi Jinping a Vietnam en diciembre de 2023, que culminó con un acuerdo para establecer una línea directa entre el ‘Comando del Teatro Sur del Ejército Popular de Liberación de China’ y la marina vietnamita. Pero la desconfianza hacia China está muy arraigada en la opinión pública vietnamita, lo que se agrava cuando China sigue planteando nuevas reivindicaciones en aguas vietnamitas. Aunque Vietnam sigue mostrándose reacio a participar en el conflicto entre China y Estados Unidos, su cercanía a Japón es una señal de que este último es visto como un socio regional fiable con problemas territoriales similares. En un sentido regional más amplio, Japón considera a la ASEAN como su socio clave para hacer realidad la visión del Indo-Pacífico. La centralidad de la ASEAN resuena tanto en la ‘Estrategia del Indo-Pacífico’ como en la reunión trilateral de Estados Unidos-Japón-Corea del Sur. Japón ha mantenido estrechos lazos con la región a través de una cooperación económica y de defensa sólida. Pero esta última ha cobrado impulso en los últimos años. Empezando por Filipinas en 2016, Japón forjó acuerdos bilaterales de colaboración en materia de equipos de defensa y tecnología con múltiples naciones de la ASEAN (con Malasia en 2018, Indonesia y Vietnam en 2021, y Tailandia en 2022). En febrero de 2023, el “Panel de Expertos para el 50º Año de Amistad y Cooperación ASEAN-Japón” emitió un informe en el que destacaba que la ASEAN ha pasado de ser principalmente un receptor de ayuda de Japón a ser un socio creciente e influyente. En diciembre de 2023, la cumbre de la ASEAN y Japón publicó una declaración conjunta en la que se comprometían a “fortalecer la cooperación en materia de seguridad, incluida la seguridad marítima”, a la luz de las crecientes amenazas en el Mar de China Meridional. La declaración destacaba la confianza que la ASEAN tiene en Japón ante las crecientes reclamaciones de China en el Mar de China Meridional. Esto refleja una creciente comprensión entre los miembros de la ASEAN de que la defensa colectiva es la respuesta a su desafío de seguridad, ante lo que China reaccionó negativamente. Ante un conflicto de grandes potencias, la confianza de los países del Sureste Asiático en la garantía de seguridad de Japón ha ido en aumento. Una encuesta realizada en 2022 reflejó estos sentimientos cuando el 43.1% de los taiwaneses confirmaron su creencia de que Japón defendería a Taiwán en caso de una invasión por parte de China, mientras que el 42.8% de los ciudadanos opinó que EE. UU. sería garante de seguridad para Taiwán. Encuestas realizadas en 2023 y 2024 corroboran la creciente afinidad entre la ASEAN y Japón. Si bien, China superó a EE. UU. como socio preferido de la ASEAN, Japón siguió siendo el socio más confiable, con un 58.9% de los encuestados expresando fe en el país, superando los niveles de EE. UU., China, India y la Unión Europea. Esto sugiere que la ASEAN está cambiando gradualmente su alineamiento geopolítico hacia Japón como (al menos parte de) una alternativa viable, en lugar de ver las cosas como una elección binaria entre China y Estados Unidos. El tema predominante en la comprensión del actual entorno de seguridad en el Sureste Asiático y Asia Oriental es que, si bien la ayuda estadounidense y la confianza en su garantía de seguridad en la región son esenciales para contrarrestar la denominada amenaza china, la defensa de las naciones marítimas corresponde en última instancia a esas mismas naciones. Este sentimiento ha servido de catalizador para abordar las deficiencias en la preparación defensiva de cada país y trabajar hacia un enfoque colectivo para protegerse contra los posibles cambios en la estrategia estadounidense, que ha evolucionado hacia una de habilitar a los actores regionales mediante el suministro de tecnología, habilidades y asistencia, al tiempo que mantiene el dominio a través de otras plataformas. Esto ha hecho necesaria una postura de defensa colectiva en la que una red más interconectada, que involucra a Japón, pueda ser más resistente al aislamiento y la coerción.

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E-International Relations

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Swati Arun

La Dra. Swati Arun es miembro visitante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán; está afiliada a la Universidad Nacional de Taiwán (NTU) y la Universidad Nacional Chengchi (NCCU), Taiwán; y anteriormente fue investigadora en el Centro de Estudios de China Contemporánea (CCCS), Ministerio de Asuntos Exteriores de la India.

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