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En las semanas previas al nombramiento de Michel Barnier como el nuevo primer ministro de Francia, hubo una palabra en particular en boca de todos en el Palacio del Elíseo: ‘coalitación’. El acrónimo de “coalición” y “cohabitación”, “coalitación” se utiliza para referirse a la situación de un grave bloqueo gubernamental en la que se encuentra Francia, más de dos meses después de que las elecciones parlamentarias anticipadas convocadas por Emmanuel Macron no lograran otorgar a ningún partido una mayoría absoluta de escaños. Bajo la Quinta República, Francia ha conocido tres cohabitaciones tras elecciones parlamentarias ganadas por la oposición al partido del presidente. La primera fue entre el presidente socialista François Mitterrand y el primer ministro conservador Jacques Chirac de 1986 a 1988; la segunda, entre el presidente Mitterrand y Édouard Balladur de 1993 a 1995, y la tercera entre el presidente Chirac y el primer ministro socialista Lionel Jospin de 1997 a 2002. En tales circunstancias, el presidente asumió un rol secundario, incluyendo tareas como nombrar al primer ministro o presidir el consejo de ministros, mientras que el primer ministro y la asamblea nacional establecían la agenda política. Sin embargo, la situación actual es muy diferente, recordando más a la parálisis de la Cuarta República que cualquiera de los dúos mencionados anteriormente. Mientras que el campo presidencial carece incluso de una mayoría relativa, ninguno de los partidos o coaliciones de las recientes elecciones legislativas se acerca a conseguirla tampoco. Por lo tanto, Michel Barnier tendrá que depender de una nueva coalición o de nuevos acuerdos ‘ad hoc’ para que se aprueben sus propuestas legislativas y evitar ser censurado. El neologismo francés ‘coalitación’ es, por lo tanto, más apropiado para describir la situación en la que se encuentran Emmanuel Macron y Michel Barnier.

Una noción de rendimiento

Hay que agregar que, esta situación no deja de recordar expresiones utilizadas en el mundo laboral, como "trabajo remoto", "presentismo", "management" y "coworking". En la década de 1980, las expresiones ‘management’ y ‘managers’ se volvieron términos ampliamente utilizados en Francia para describir los desafíos de optimizar recursos y gestionar personas en las organizaciones. Este período marcó la proliferación de neologismos, particularmente de origen inglés, en el mundo empresarial. Esto resaltó la importancia del rendimiento individual y colectivo, ayudando a las empresas francesas a competir en un mercado cada vez más global. Para la década de 1990, surgieron expresiones como ‘New Public Management’ (Nueva Gestión Pública) y ‘New Managerialism’ (Nuevo Gerencialismo) en los países de habla inglesa. Estos términos se aplicaron especialmente al establecimiento de objetivos de rendimiento, particularmente financieros, en organizaciones que originalmente servían al interés público, como los sectores de salud y educación.

¿Una expresión utilizada por Macron?

El término ‘coalitación’ fue acuñado por los asesores del presidente de la República. Podemos interpretar su uso como un intento de minimizar la falta de una mayoría presidencial y de facilitar la transición hacia la próxima cohabitación. Esta estrategia puede verse como una forma para que el presidente mantenga el control a pesar de la derrota de su partido en las elecciones parlamentarias. Funciona como una herramienta semántica que permite a Macron enmarcar esta cohabitación de una manera moderna y nueva, diferenciándola de las anteriores. Pero los vínculos entre este término y los neologismos inspirados en la gestión también reflejan el perfil de Macron como un "político gerente" y su enfoque gerencial de la política. Defensor de la libre empresa y el emprendimiento, a menudo asociado con el concepto de "nación start-up", Emmanuel Macron encarna una filosofía política directamente influenciada por el mundo empresarial. Sus mandatos se han destacado por el uso de seminarios de trabajo en equipo, el empleo de consultores de firmas privadas y la reestructuración de personal tras no alcanzar los objetivos de rendimiento.

¿Incapacidad de renovación?

En su país, el aparentemente contradictorio término también refleja la afición del presidente por la expresión ‘En même temps’ ("Al mismo tiempo") que se ha convertido en parte de la marca Macron. La frase adverbial lo muestra exponiendo una posición, solo para deconstruirla y defender la proposición contraria. Los críticos dicen que esto refleja la incapacidad del presidente centrista para adoptar una postura, optando en su lugar por una ambigüedad verbal de decir una cosa, luego lo contrario, y finalmente, nada en absoluto. El neologismo ‘coalitación’ también encarna una nueva forma de la filosofía macronista de “al mismo tiempo” al enfatizar la necesidad de encontrar un terreno común entre programas y fuerzas políticas opuestas. Para los partidarios del presidente, este término resalta la relevancia y oportunidad de un enfoque desarrollado por Emmanuel Macron. En este contexto, el perfil de Michel Barnier como negociador y moderado puede verse como una reafirmación de esta estrategia. Históricamente, sin embargo, el uso de estos neologismos ha servido a veces para enmascarar los desafíos de estrategias ineficaces o arriesgadas. Algunos investigadores han cuestionado si la introducción de expresiones como ‘management’ y ‘manager’ en el vocabulario francés realmente cambió el funcionamiento de las empresas y las relaciones sociales, destacando el carácter a veces artificial de estos enfoques. Lo mismo aplica hoy al término ‘coalitación’, ya que este neologismo parece ilustrar la lucha de Emmanuel Macron por ofrecer una nueva forma de hacer política, a pesar de las promesas hechas la noche de su reelección.