Subscribe to our weekly newsletters for free

Subscribe to an email

If you want to subscribe to World & New World Newsletter, please enter
your e-mail

Defense & Security

La OTAN y la Federación Rusa en Ucrania: La lucha que no cesa

Estambul, Turquía - 24 de febrero de 2022: Ucrania, Rusia, la bandera de la OTAN rasgó el fondo del grunge del papel. Resumen Ucrania Rusia conflictos políticos, fondo de textura del concepto de guerra.

Image Source : Shutterstock

by Javier Fernando Luchetti

First Published in: Feb.10,2025

Feb.17, 2025

Introducción

Para algunos analistas internacionales, la invasión de Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa a la República de Ucrania presidida por Volodímir Zelenski, el 24 de febrero de 2022, fue algo sorpresivo. Esta ofensiva estaba destinada a conquistar Kiev, capital de Ucrania y, Járkov, la segunda ciudad más importante de Ucrania, sin embargo, la guerra que se suponía que iba a ser rápida y con bajo costo de vidas humanas y un aura de liberación de la población del yugo de los “neonazis gubernamentales” y de la “oligarquía ucraniana”, terminó siendo una guerra más lenta y cruenta de lo que creía el Kremlin. Cabe aclarar que en el 2014, la Federación Rusa anexó a la Península de Crimea, que era parte del territorio de la República de Ucrania. Poco tiempo después, rebeldes prorrusos de las regiones de Donetsk y Lugansk, apoyados por Moscú, iniciaron un levantamiento popular, dando lugar a una guerra civil contra las tropas ucranianas. En el 2019, cuando llegó al poder el presidente ucraniano prooccidental, Volodímir Zelenski, aumentaron los choques entre ambos bandos. En el mes de febrero, antes de la invasión, Putin firmó los decretos por los cuales reconoce a las repúblicas de Donetsk y Lugansk ubicadas en el este de Ucrania, como Estados, acusando a Estados Unidos (EE. UU.) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de expandirse hacia el este de Europa, forzando la adhesión de la República de Ucrania a la OTAN, amenazando la soberanía y la integridad territorial rusa. Durante la primera semana de la guerra, el presidente ucraniano ordenó una movilización militar general para defender el territorio ucraniano ante el avance de las tropas rusas, mientras que tanto EE. UU. como sus aliados de la Unión Europea (UE), anunciaron sanciones políticas y económicas (energía, transporte, finanzas) contra la Federación Rusa, y la expulsión de bancos rusos del sistema de alta seguridad SWIFT, ‘Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication’ (Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales), que agrupa a más de 11,000 entidades financieras de más de 200 países. Este sistema que tiene su sede en Bruselas, Bélgica, fue creado para realizar pagos transfronterizos rápidos y seguros, y está basado en la confidencialidad, en la validez de la información y en la disponibilidad de la misma por parte de los asociados. Las multinacionales de occidente vendieron sus activos en la Federación Rusa y cancelaron cualquier asociación con las firmas de ese país. Estas medidas tomaron por sorpresa a Putin, aunque gracias a su alianza con China por la venta de gas y petróleo pudo sortear positivamente el bloqueo. El alza de los precios perjudicó a los trabajadores rusos, que vieron disminuidos sus ingresos por los aumentos de precios de artículos de primera necesidad. Mientras se sucedían las negociaciones truncas entre rusos y ucranianos, las tropas rusas se detuvieron, por la resistencia ucraniana que recibió abastecimiento de armas y suministros de la OTAN. El siguiente trabajo realiza una breve descripción y análisis sobre los factores que llevaron a la invasión de la Federación Rusa a la República de Ucrania y sus consecuencias económicas y políticas, para ambos, y el papel de EE. UU. y la OTAN en el conflicto. Esta invasión no es más que la continuación de las conflictivas relaciones entre ambos países, especialmente, desde la primera década del siglo XXI por cuestiones territoriales y geopolíticas que involucran a la OTAN, a la Federación Rusa y a la República de Ucrania. En ese sentido, la OTAN se expandió hacia el este luego de la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a pesar de las advertencias de Putin.

1. Una crisis que empezó antes del 2022

En marzo de 2014, en la península de Crimea y en la ciudad autónoma de Sebastopol se celebró un referéndum en contra de la opinión de Kiev, por el cual los habitantes prorrusos, que son mayoría, decidieron unirse a la Federación Rusa. Este referéndum no fue aceptado por Ucrania, EE. UU y la UE, incorporando así, Moscú a Crimea a su territorio, aduciendo que la península siempre había sido parte de Rusia. A su vez en abril, en la región de Dombás, los grupos paramilitares prorrusos toman las regiones de Donetsk y Lugansk, que son limítrofes con Rusia y apoyados con suministros y armas de Moscú. Para mayo, referendos en Donetsk y Lugansk proclamaron a las regiones como repúblicas independientes, aunque no querían unirse a la Federación Rusa. El Acuerdo de Minsk I, firmado en el 2014 entre Rusia y Ucrania bajo el auspicio de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), establecía una hoja de ruta para poner fin a la lucha civil y normalizar el estatus de ambas regiones. Se debía asegurar un alto al fuego permanente, la descentralización del poder, la liberación de rehenes, el monitoreo de la zona fronteriza con Rusia, la realización de elecciones, el mejoramiento de la situación sanitaria y la retirada de los combatientes extranjeros. El Acuerdo de Minsk II firmado en el 2015, estableció un alto al fuego inmediato, el retiro de armamento pesado de ambos bandos, el pago de pensiones para los habitantes de las zonas, el establecimiento de una zona sanitaria, el llamado a elecciones, el intercambios de prisioneros y la adopción de la autonomía que otorgaría Ucrania a la región para recuperar la zona limítrofe con Rusia. Ambos acuerdos fracasaron y los combates se reanudaron. Putin siempre afirmó que Ucrania no tenía la finalidad de implementar los acuerdos, y que solo los había firmado por las pérdidas militares, mientras que para EE. UU. y aliados, Putin siempre quiso reconocer la independencia de ambas regiones apostando al fracaso de las negociaciones.

2. La Federación Rusa y la República de Ucrania: la guerra entre ambos países

Putin venía advirtiendo meses antes que las potencias occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, debían negociar con él sobre la expansión que se estaba produciendo desde hacía décadas de la OTAN hacia el este afectando la seguridad rusa. Putin reclamaba que no forzaran a la República de Ucrania a unirse a la OTAN, porque esa unión no constituía ninguna garantía de seguridad para Rusia. Sin embargo, esta invasión no era algo sorprendente, porque semanas antes existieron imágenes satelitales que mostraban el despliegue de tropas y blindados rusos: “También Rusia había anunciado, aunque de manera inconsistente y poco clara, que adoptaría ‘medidas técnico-militares’ contra Ucrania de no aceptarse sus exigencias de garantías de seguridad y sobre la neutralidad de ese país respecto de la Alianza Atlántica” (Sanahuja, 2022, 42). La incorporación de Ucrania a la OTAN significaría que en su territorio podrían entrar armas biológicas, nucleares y químicas, algo que según los rusos no se justificaba puesto que el Pacto de Varsovia había desaparecido en 1991 con la disolución de la URSS. Lo que pretendía la Federación Rusa era, como segunda potencia militar mundial, no tener misiles apuntando a su territorio desde Ucrania, gracias a la expansión de la OTAN, y a las intenciones militaristas norteamericanas. La Federación Rusa como uno de los actores importantes a nivel internacional, inclusive como un Estado que juega estratégicamente en varios continentes se sintió acorralada y avasallada en sus intereses estratégicos. Los rusos buscaban garantías de la OTAN para que no se expandiera más de lo que lo había hecho, es decir, querían seguridad al viejo estilo geopolítico para sus fronteras: “En otros temas, sobre todo los económicos y estratégicos, el Estado ruso sigue manteniendo el control de sus áreas vitales. Las corporaciones que controlan los hidrocarburos, la industria aeroespacial o las infraestructuras, entre otras, son estatales” (Zamora, 2022). Por otra parte, el nacionalismo ruso que consideraba que Ucrania y Rusia eran hermanas ha servido como justificación para la invasión. A principios de siglo, Putin estuvo más cercano a las posturas occidentales, pero al observar que sus dichos y apreciaciones sobre la expansión de la OTAN no habían sido tomados en cuenta, se volcó hacia el nacionalismo ruso, que buscaba crear un ‘hinterland’ al viejo estilo zarista, negando que Ucrania fuese un Estado independiente, sino un producto histórico hermanado a Rusia. Otra razón de Putin para invadir Ucrania tenía que ver con la defensa de las dos “repúblicas populares” de la región del Dombás, las repúblicas de Donetsk y Lugansk. La Federación Rusa reconoció a ambas regiones como “Estados Soberanos”, porque nunca les fue concedida la autonomía. Desde el punto de vista de Putin, la invasión se produjo en base a la Carta de las Naciones Unidas que mencionaba que se debía ayudar a un país en donde se estaba produciendo un “genocidio” provocado por el gobierno, como el que estaba sucediendo en los dos “Estados Soberanos”. Según su visión, las medidas tomadas por la Federación Rusa se relacionaban con la falta de decisión política de Ucrania para contener las milicias paramilitares que atacaban dos repúblicas independientes, por lo que, ante el incumplimiento de los acuerdos de Minsk, se vio forzada a intervenir. Siguiendo este argumento, antes de la intervención rusa, EE. UU. y aliados habían comenzado a entregar suficiente cantidad de armamento moderno no solo para rearmar a las fuerzas armadas ucranianas, sino para que tuvieran la capacidad para invadir el Dombás. El ejército junto con los servicios de inteligencia ucranianos entrenados por la Central de Inteligencia Americana (CIA), constituían un riesgo para la población prorrusa del Dombás, por lo que la Federación Rusa a pesar de las advertencias occidentales se vio forzada a intervenir. Para resumir, en una primera fase los objetivos de Moscú eran derrocar al gobierno “neonazi” de Kiev (aunque luego ese objetivo quedó a un lado debido a la resistencia ucraniana y las sanciones occidentales), evitar que Ucrania se sumara a la OTAN para no tener misiles apuntando cerca de las fronteras, defender a la población prorrusa del Dombás, reconocer por parte de occidente la soberanía rusa sobre la península de Crimea y, finalmente declarar la independencia de las repúblicas de Lugansk y Donetsk, o como sucedió posteriormente, llamar a referendos para la anexión lisa y llana de estas regiones a la Federación Rusa. Sin embargo, la Asamblea General de las Naciones Unidas pensaba diferente al líder ruso, y aprobó en marzo la resolución 2022, A/RES/ES-11/1, para la ayuda humanitaria en Ucrania, deplorando “en los términos más enérgicos la agresión cometida por la Federación de Rusia contra Ucrania” (artículo 2), demandando “que la Federación de Rusia ponga fin de inmediato al uso de la fuerza contra Ucrania” (artículo 3), y reclamando “que la Federación de Rusia retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente” (artículo 4). Al mismo tiempo, que reforzaba el frente militar, la Federación Rusa en lo económico cortaba el aprovisionamiento de gas a los países de Europa occidental. Lo que demostró la guerra fue la capacidad de adaptación del ejército ucraniano a pelear en inferioridad de condiciones, pero con ataques elásticos en distintos lugares ayudados por el conocimiento del terreno, la información de espías y, las imágenes satelitales y drones aportados por EE. UU. y sus aliados. La ayuda norteamericana hasta el 2023 aprobada por el gobierno de Joseph Robinette Biden Jr., alcanzó los 40,000 millones de dólares a través de la Ley de Préstamo y Arriendo para la Defensa de la Democracia en Ucrania (Sanahuja, 2022). Por el contrario, en el bando ruso, a la subestimación de la resistencia de las fuerzas amadas ucranianas, “Operación Militar Especial”, se sumó la subestimación del sentimiento nacional ucraniano, junto con la falta de planificación, los problemas de táctica, abastecimiento y logística, y la baja moral de los soldados que no deseaban pelear contra los ucranianos, a pesar de los llamados del Kremlin a luchar contra los “camarillas de oligarcas y neonazis” que manejaban el gobierno de Kiev. Por otra parte, haciendo caso omiso a las advertencias de Occidente y de Kiev, Putin anunció la anexión de los territorios de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, luego que los resultados de los referendos dieran más del 95% de apoyo a la anexión a la Federación Rusa. En respuesta a la anexión, el presidente ucraniano Zelenski, solicitó oficialmente el ingreso de Ucrania a la OTAN. Lo que quedó confirmado era el corte definitivo del gas a Europa, generando preocupación en las industrias de distintos países, especialmente en las pequeñas y medianas empresas.

3. Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte y China

Actualmente, China e India son los principales compradores de gas ruso, inclusive más importantes que todo el continente europeo, obtenido con descuento otorgado por los rusos. Esto demuestra que el mundo ya no es más unipolar, sino multipolar con el hundimiento europeo y el avance económico de la República Popular China (RPC) e India. Si bien EE. UU. lleva la delantera militar, económicamente es más fuerte que Rusia, pero lo es menos que la RPC, por ello atacar a un aliado de China que posee armas nucleares, es debilitar a la RPC que no posee demasiadas. EE. UU. ayudó a la desintegración de la URSS, y ahora pretende también la de la Federación Rusa, o al menos un cambio de régimen, alejando a Putin del poder y que el nuevo gobierno sea más amistoso con occidente. Y eso a pesar de la intención al principio de su primera gestión de Putin, de entrar a la OTAN, petición denegada, y de la ayuda rusa – aceptación de instalación de bases estadounidenses en países de Asia Central –, que recibió EE. UU. cuando invadió Afganistán, cuando ambos países tenían los mismos enemigos (talibanes y Al Qaeda). Si bien la Federación Rusa no ha podido disponer libremente de sus reservas en dólares, porque parte se encontraba en países occidentales, se ha visto beneficiada también por el alza del precio del gas y del petróleo, que continuó exportando especialmente a la RPC, que no se ha sumado a las sanciones y, que no solo han dislocado a la economía mundial generando inflación inclusive en los países de la OTAN, sino también un alza de los precios de los minerales y energéticos, perjudicando a los países capitalistas y – paradójicamente – beneficiando a los rusos, ya que ellos los venden. La economía rusa ha resistido más de lo que se pensaba y el rublo que se devaluó al principio del conflicto ha remontado, y quienes sufrieron las consecuencias de las sanciones han sido los europeos que importan gas y petróleo. Para Estados Unidos y sus aliados, el próximo enemigo a vencer es China, porque según ellos mismos los problemas globales exigen soluciones globales, además, China ha sido criticada por no haber sancionado y condenado a la Federación Rusa. La Federación Rusa es para la OTAN, una amenaza para la paz, porque pretende mediante la coacción y la anexión, establecer con medios convencionales y cibernéticos, una zona de influencia y control directo, desestabilizando países de Europa del Este y del Sur. Si existía algún atisbo de autonomía por parte de los países europeos respecto a EE. UU., la crisis ha dinamitado esos esfuerzos. Si antes de la crisis EE. UU. se quejaba que los europeos no hacían un esfuerzo suficiente para mantener la alianza, léase, aumento del porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) dedicado a defensa, la situación ucraniana los ha puesto bajo el ala estadounidense, y esa autonomía ha desaparecido para tiempos mejores. Con la asunción como presidente de Donald Trump, la situación en Ucrania entra en una nueva etapa. Si bien el presidente ucraniano ha manifestado que se han formado equipos técnicos para tratar el tema de la lucha contra los rusos, aún no hay una fecha prevista para reunirse. Trump, además, señaló que Putin estaba destruyendo a Rusia después de años de guerra, generando inflación y problemas económicos por no llegar a un acuerdo para finalizar el conflicto, aunque no brindó precisiones sobre una posible reunión con el mandatario ruso. Trump se ha encontrado con una guerra cuya solución evidentemente es más complicada de lo que él mismo creía. Sin embargo, del lado ruso, el presidente Putin manifestó que “escuchamos sus declaraciones sobre la necesidad de hacer todo lo posible para evitar una Tercera Guerra Mundial. Por supuesto, saludamos ese espíritu y felicitamos al presidente electo de EE. UU. por su toma de posesión”, lo que podría interpretarse como un acercamiento a la nueva administración (Infobae, 2025). El presidente norteamericano en campaña presidencial había anunciado que en 24 horas acabaría con la guerra, sin embargo, luego el plazo se alargó a 100 días. Sin embargo, ahora se busca una reunión con su homólogo ruso en los próximos meses, por lo que ha quedado demostrado que la solución a la guerra ruso-ucraniana es más compleja de lo que parecía. Trump además ha amenazado con nuevas sanciones a la Federación Rusa si no se sienta en la mesa de negociaciones. También ha mencionado que espera la ayuda china para presionar a Moscú a buscar el fin del conflicto. En síntesis, el presidente norteamericano está más interesado en resolver problemas internos como las migraciones de latinoamericanos que llegan a la frontera con México, que en ocuparse de una guerra que lleva casi tres años.

Comentarios finales

La República de Ucrania ha sido utilizada por las potencias occidentales para frenar la postura anti unipolar de la Federación Rusa. Para que la predominancia de Occidente no se altere, EE. UU. y los países aliados han emprendido la lucha contra los rusos, pero a través de Ucrania, cooperando a nivel militar, político y económico. La política de seguridad desarrollada por EE. UU. en los últimos años ha demostrado, por un lado, el creciente poderío militar con el mantenimiento de bases en todo el mundo, desde las cuales puede atacar o al menos influir en distintos países para defender sus intereses. Por otro lado, la utilización de esta política tiene como contracara el declive de la economía norteamericana en cuanto a la competencia que encara con la RPC, quien no sólo ha aumentado su PBI, sino también la productividad, las inversiones extranjeras y su desarrollo tecnológico. Es decir, hoy es Rusia el principal contrincante, un aliado de China, posteriormente será China. La política exterior estadounidense que pretendió el ingreso de Ucrania a la OTAN ha llevado a que Putin intervenga militarmente en una invasión en la que creía que sería recibido como un libertador y se encontró con una enconada resistencia nacionalista, a pesar de llamar “neonazis” a los gobernantes ucranianos. La respuesta rusa a la expansión de la OTAN hacia el este, tienen que ver con la seguridad. Pero a su vez señalan la injusticia cometida por países occidentales. Según los rusos, mientras se ha sancionado la invasión rusa a Ucrania, EE. UU. no tuvo sanciones cuando invadió Iraq, o la OTAN cuando intervino en Libia. EE. UU. consideró la invasión como un ataque al orden internacional, y a la supremacía estadounidense en el continente europeo, por eso es que interviene en Ucrania, para atacar a una potencia invasora que quiere recuperar el rol geopolítico a nivel regional y mundial como lo tenía en la época de la URSS. El resultado de la guerra es incierto, porque los ucranianos han invadido y ocupado un gran parte de la región rusa de Kursk, donde han tomado pueblos y prisioneros para utilizarlo como moneda de cambio en futuras negociaciones con Rusia, mientras continúa la destrucción de infraestructura y el aumento de muertos y heridos.

Bibliografía

-Infobae. (2022). Putin vuelve a jugar la carta nuclear y llama a falsos referendos para anexionar cuatro provincias de Ucrania. Buenos Aires. 21 de septiembre. https://www.infobae.com/america/mundo/2022/09/21/putin-vuelve-a-jugar-la-carta-nuclear-y-llama-a-falsos-referendos-para-anexionar-cuatro-provincias-de-ucrania/ -Infobae. (2022). Vladimir Putin anunció la anexión de las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia. Buenos Aires. 30 de septiembre. https://www.infobae.com/america/mundo/2022/09/30/vladimir-putin-anuncio-la-anexion-de-las-regiones-ucranianas-donetsk-luhansk-kherson-y-zaporizhzhia/ -Infobae. (2025). Trump dijo que Vladimir Putin está “destruyendo a Rusia” por no buscar un acuerdo de paz con Ucrania. Buenos Aires, 21 de enero. https://www.infobae.com/estados-unidos/2025/01/21/trump-dijo-que-vladimir-putin-esta-destruyendo-a-rusia-por-no-buscar-un-acuerdo-de-paz-con-ucrania/ -Luchetti, J. (2022). El papel de la Federación Rusa y Estados Unidos en la guerra ruso-ucraniana. 2° Congreso Regional de Relaciones Internacionales “(Re) Pensar las Relaciones Internacionales en un mundo en transformación”. Tandil. 28, 29 y 30 de Septiembre. -Luchetti, J. (2022). Rusia y la OTAN en Ucrania: la lucha por la supremacía en un país del viejo continente. XV Congreso Nacional y VIII Internacional sobre Democracia “¿Hacia un nuevo escenario internacional? Redistribución del poder, territorios y ciberespacio en disputa en un mundo inestable”. En, C. Pinillos (comp.). Memorias del XV Congreso Nacional y VIII Internacional sobre Democracia. Rosario. Universidad Nacional del Rosario, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, pp. 1098-1127. https://rephip.unr.edu.ar/handle/2133/26093 -Naciones Unidas. (2022). Asamblea General. Resolución A/RES/ES-11/1. Agresión contra Ucrania. New York. https://documents.un.org/doc/undoc/gen/n22/293/40/pdf/n2229340.pdf -Sanahuja, J. (2022). Guerras del interregno: la invasión rusa de Ucrania y el cambio de época europeo y global. Anuario CEIPAZ 2021-2022 Cambio de época y coyuntura crítica en la sociedad global. Madrid. Centro de Educación e Investigación para la paz, pp. 41-71. https://ceipaz.org/wp-content/uploads/2022/07/3.JoseAntonioSanahuja.pdf -Zamora, A. (2022). La multipolaridad contra el Imperialismo y la izquierda extraviada. Buenos Aires. Abril. https://observatoriocrisis.com/2022/04/23/la-multipolaridad-contra-el-imperialismo-y-al-izquierda-extraviada/

First published in :

World & New World Journal

저자이미지

Javier Fernando Luchetti

Profesor de Geografía. Profesor de Historia. Licenciatura en Historia. Maestría en Relaciones Internacionales. Profesor Adjunto del Departamento de Relaciones Internacionales de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

Thanks for Reading the Journal

Unlock articles by signing up or logging in.

Become a member for unrestricted reading!