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Diplomacy

Japón y la República Popular Democrática de Corea (RPDC): actual apuesta diplomática

Banderas de Japón y RPDC

Image Source : Shutterstock

by Jesús Aise Sotolongo

First Published in: Feb.29,2024

May.07, 2024

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ante la Comisión Presupuestaria de la Cámara de Representantes de la Dieta, dijo recientemente que “…siente fuertemente la necesidad de cambiar con audacia la situación actual de los vínculos entre Japón y la RPDC”, y “…es muy importante que él mismo establezca (…) las relaciones con el presidente de Asuntos Estatales de la RPDC, Kim Jong Un y siga esforzándose ahora por diferentes canales para este fin”. Inmediatamente, la agencia KCNA hizo pública, a modo de respuesta sobre lo dicho por el premier nipón, una declaración de la subjefa de Departamento del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea (PTC), Kim Yo Jong. La que se desempeña como encargada de los asuntos relacionados con la República de Corea y los Estados Unidos —ahora parece ser que también con Japón— comentó que le llamó la atención el hecho de que los medios de prensa japoneses hayan evaluado tales palabras del premier Kishida como “una posición distinta a la de antes”, en cuanto al problema de relaciones bilaterales RPDC-Japón. Añadió que “no hay motivos para no evaluar positivamente” las palabras del premier nipón si es que este muestre la “intención verdadera” de llevar adelante las relaciones entre los dos países “liberándose con coraje de las trabas del pasado”. Agregó que, si Japón abandona sus “malos hábitos”, como vulnerar injustamente los derechos de autodefensa de la RPDC y deja de convertir el tema, ya resuelto, de los secuestros en un obstáculo, no hay razón que impida un acercamiento entre ambos países y podría llegar el día en que Kishida visite Pyongyang. Acotó que, si Japón opta por un nuevo camino para mejorar relaciones y se aproxima al Norte con un comportamiento “respetuoso y sincero”, ambos países pueden crear juntos un “nuevo futuro”. Según declaró Kim Yo Jong, hizo sus pronunciamientos, no desde una postura oficial, si no a “título personal”, algo que puede ponerse en entredicho, pues se muestra como la colaboradora más cercana de su hermano Kim Jong Un y el hecho de que ocupe la alta responsabilidad de subdirectora del Departamento de Propaganda y Agitación del Comité Central del PTC, formalmente le exige asumir la disciplina partidista. El antecedente más inmediato a las declaraciones de Kim Yo Jong fue cuando, a principios de año, mientras el oeste de Japón se recuperaba de un terremoto que costó la vida a más de 200 personas y causó daños a decenas de miles de hogares en la prefectura de Niigata, el Presidente de Asuntos Estatales de la RPDC, Kim Jong Un, envió un mensaje de “simpatía y condolencias” al primer ministro japonés, algo que fue visto como algo inusual y una nota conciliadora, debido a la mostrada animadversión de los dirigentes de Pyongyang hacia sucesivos Gobiernos nipones y los sistemáticos mensajes de agravios que le envían los medios informativos oficiales de la RPDC. Ahora, un mes después, a través de Kim Yo Jong, la RPDC envía la nueva señal de que podría estar dispuesta a mejorar las relaciones con Japón. Pero, no pocos observadores apreciamos con escepticismo la supuesta muestra de compromiso tendiente a la conciliación Japón porque, en décadas, los acontecimientos despiertan la suspicacia de si sus pronunciamientos fueron o no sinceros. Por razones históricas conocidas, las relaciones RPDC-Japón nunca han sido saludables. Sobre todo, en las últimas dos décadas cuando se distinguen por su empeoramiento progresivo. Sucesivas administraciones, sobre todo las de Shinzo Abe y Yoshihide Suga, han tomado la amenaza nuclear como pretexto en sus pretensiones militaristas, algo que ha incomodado severamente al liderazgo de Pyongyang. Debido a lo que los norcoreanos califican de “infame sumisión” a los EE. UU., son regulares las expresiones peyorativas de altos funcionarios hacia Tokio. El tema más controversial gira en torno al asunto de los japoneses secuestrados. A pesar de que, en 2002, coincidiendo con la primera visita a Pyongyang del entonces primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, la RPDC y Japón firmaron una declaración histórica la cual comprometía a las partes a una pronta normalización de las relaciones bilaterales y que, además, llevó a la devolución de cinco de los japoneses secuestrados, Tokio responsabiliza a Pyongyang en el secuestro de los 17 japoneses en las décadas de 1970 y 1980 y que 12 de ellos todavía se encuentran en la RPDC. Sin embargo, Pyongyang por su parte admite haber secuestrado solo a 13 y que, en efecto, devolvió cinco y otros ocho ya han fallecido. Lo más enervante en los eventuales nexos nipo-norcoreanos es que Pyongyang asume el tema de los secuestrados como un “asunto resuelto” y Tokio lo mantiene como una prioridad en su agenda político-diplomática. Hasta la fecha, Japón sigue presentando los secuestros como premisa para conversaciones a cualquier nivel, mientras la RPDC lo considera como ya solucionado y que, además, el tema de armas nucleares y misiles no tiene nada que ver con el mejoramiento de vínculos bilaterales, pues Pyongyang considera que se trata de su legítima autodefensa. Al Japón le resulta sumamente difícil aceptar tales condiciones. Es una constante que los cada vez más sofisticados misiles de la RPDC se proyecten hacia el Mar de Japón e incluso han sobrevolado territorio nipón. Asimismo, en Japón se percibe la posibilidad de que, al igual que Sur Corea, la RPDC realice un ataque nuclear preventivo cuando observe signos de riesgo real e inminente. Y, en lo que respecta al tema de los secuestros, todo indica que Japón no está dispuesto a aceptar que haya sido resuelto. Es que una combinación de fuerzas sociales conforma una masa crítica que ejerce presión sobre el Gobierno japonés para que actúe a favor de encontrar una solución plausible al asunto de los secuestros. En ese sentido, el principal portavoz del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, aseguró en conferencia de prensa que Japón se mantiene sin cambios y “…tiene la intención de resolver de manera integral las cuestiones pendientes, como la energía nuclear, los misiles y los secuestros”. Es conocido que en reiteradas ocasiones la Cancillería nipona ha apelado a sus homólogas de países amigos a la RPDC para que realicen gestiones que conduzcan a conversaciones con las autoridades de Pyongyang. Consta que las mismas han sido infructuosas debido a sus posiciones reticentes hacia Tokio. ¿Por qué precisamente ahora la RPDC se apresura a asimilar positivamente las palabras de premier Kishida? En un artículo precedente, analizamos como en la sesión de 15 de enero de 2024 de la 14 Asamblea Popular Suprema (APS) de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), el presidente Kim Jong Un tomó la decisión de dar al traste con todos los vínculos con la República de Corea (RC), a la que calificó como el “país hostil número uno” e indicó refrendar constitucionalmente una mejor definición de la frontera y destruir físicamente todos los símbolos intercoreanos. Vimos que lo principal fue “borrar” de la Constitución lo que llamó “conceptos heredados” que clasifican a los surcoreanos como compatriotas y asimismo, el término unificación, depurar frases que evaluó de “engañosas” como “3.000 millas de agua dorada, ríos y montañas” y “80 millones de coreanos”, alegando que “…es correcto especificar en el artículo correspondiente [de la Constitución] que la República de Corea se considere firmemente como el país hostil número uno y un enemigo principal inmutable”. Lo antes expuesto, contrasta con la posición que presumiblemente destaca la expectativa de un eventual mejoramiento de las relaciones con Tokio, que tiene el mismo status de aliado de primer orden para Washington en el Este de Asia, al igual que Seúl y que, de conjunto, conforman una alianza triangular armónica anti-RPDC. Es notorio que una prioridad de la RPDC, reforzada en los últimos tiempos, siempre ha sido fracturar el eje EE. UU.-RC-Japón. Es conveniente recapitular que, bajo las administraciones de Moon Jae In y Donald Trump, cuando las relaciones Pyongyang-Seúl y Pyongyang-Washington exhibían de relativos entendimientos y distensión, la RPDC atacaba furiosamente a el gobierno de Abe, con el mismo propósito de quebrantar la alianza. Pyongyang puede considerar que vale la pena involucrarse con Tokio bajo el supuesto de forzar la apertura de algunas grietas en la cooperación trilateral recientemente reforzada entre los Estados Unidos, Japón y la República de Corea. Es que bajo el presidente conservador Yoon Suk Yeol, Corea del Sur ha buscado, con el apoyo de la Administración Biden, relaciones más estrechas y vínculos más estables con Japón, incluidas la defensa y el intercambio de información de inteligencia, y en importante medida lo ha logrado. Sin embargo, la convergencia entre Seúl-Tokio-EE. UU. padece de fragilidad, lo que refleja en las apreciables diferencias sobre la historia compartida entre Sur Corea y Japón y se mantienen vivos los contenciosos con el antiguo gobernante colonial sobre las mujeres de consuelo y los trabajadores forzosos. Por añadidura, está presente la volatilidad política estadounidense; tanto en Seúl como en Tokio existen incertidumbres de si Washington se involucraría directamente en una conflagración de uno de ellos con la RPDC, asimismo sobre si Washington complacería las pretensiones nucleares de Corea del Sur y apoyaría irrestrictamente que Japón deponga el status de sus FFAA como fuerzas de autodefensa. Aun así, puede afirmarse que, como administración de riesgos y sustento de empatías, Kishida mantendrá al tanto a Seúl y a Washington sobre sus tratos con Pyongyang. En marzo, visitará Seúl y en abril, Washington; estos serían importantes indicadores de alineación entre el trío. Kishida buscará la venia de las administraciones Yoon y Biden, previendo que Kim Jong Un avance hacia una cumbre que tantas veces Kishida ha solicitado. Washington ha adelantado en apoyar los intentos de Japón de involucrarse con la RPDC. La República de Corea y Japón están en comunicación estrecha sobre cualquier diálogo futuro Tokio-Pyongyang. Mientras desde Sur Corea se afirma que cualquier contacto entre Japón y la RPDC debe realizarse de una manera que ayude a promover la paz y la estabilidad de la Península de Corea.

Conclusiones

Estamos en presencia de una nueva apuesta diplomática de la RPDC que ilustra el nivel de especialización que ha alcanzado en la gestión de sus complicadas relaciones con los principales aliados de EE. UU. en el Este de Asia, quienes, a su vez, son percibidos como países sistémicamente confrontacionales. No es de esperar una fácil resolución de las cuestiones pendientes para discutir (armas nucleares, misiles y secuestros) entre Kim Jong Un y Fumio Kishida. Son asuntos sobre los cuales la RPDC y Japón tienen posturas diametralmente diferentes y que conciernen directamente a la seguridad estratégica integral de ambos países, incluido el recurrente tema de los refugiados que se asocia al rédito político de cualquier gobierno nipón. Una reunión en la Cumbre nipo-norcoreana, sería una de las pocas sorpresas halagüeñas que se recibiría en el contexto del círculo vicioso conflictivo asociado a la RPDC. Sería atractivo observar un determinado entendimiento entre Pyongyang y Tokio. Podría ser previsible que el encuentro Kim Jong Un-Fumio Kishida se efectúe, pero, los antecedentes y el presente niegan cualquier atisbo de éxito. Para que ello suceda, ambas partes tendrán que hacer concesiones de principio que de hacerse tendrán efectos políticos combinados contraproducentes.

Referencias bibliográficas

KCNA. Kim Yo Jong publica declaración con el tema de relaciones Corea-Japón. Disponible en: http://www.kcna.kp/es/article/q/cba25051838d476c95acd451a45ae8a8.kcmsf KBS WORLD Prensa japonesa: Kim Yo Jong busca desestabilizar alianza Seúl. Washington-Tokio. Disponible en: https://world.kbs.co.kr/service/news_view.htm?lang=s&id=In&Seq_Code=88473 Leonardo Estandarte. Corea del Norte-Japón: Kim Yo-jong plantea la hipótesis de la visita de Kishida a Pyongyang. Disponible en: https://www.agenzianova.com/es/news/Corea-del-Norte-Jap%C3%B3n-Kim-Yo-Jong-plantea-la-hip%C3%B3tesis-de-la-visita-de-Kishida-a-Pyongyang/ Kim Yo Jong dice que Corea del Norte está abierta a mejorar sus lazos con Japón. Disponible en: https://reporteasia.com/relaciones-diplomaticas/2024/02/15/kim-yo-jong-corea-del-norte-mejorar-lazos-japon/ Japón califica de inaceptable que Corea del Norte afirme que la cuestión de los secuestros está resuelta- Disponible en: https://www3.nhk.or.jp/nhkworld/es/news/20240216_15/ Jesse Johnson. North Korea-Japan summit push gains steam after remarks by Kim´s sister. Disponible en: https://www.japantimes.co.jp/news/2024/02/16/japan/politics/japan-north-korea-summit-push/ Mitch Shin. Will Kim Jong Un Meet with Japan´s Prime Minister Kishida? Disponible en: https://thediplomat.com/2024/02/will-kim-jong-un-meet-with-japans-prime-minister-kishida/

First published in :

Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) / Cuba

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Jesús Aise Sotolongo

Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de La Habana e Investigador titular en el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). 

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