Provider of in-depth & balanced analysis on hot issues around the world

Nicolás Maduro sigue apilando las cartas a su favor para ganar el 28 de julio, pero las encuestas favorecen al candidato de la oposición Edmundo González.

La gran pregunta para las elecciones del 28 de julio en Venezuela puede no ser a quién prefieren los votantes, sino si su preferencia será respetada. La elección presidencial anterior, que tuvo lugar en 2018, estuvo marcada por irregularidades. La reelección de Nicolás Maduro fue considerada ilegítima por la UE y países de todo el mundo. Ahora, Maduro busca extender su mandato de más de una década con otro mandato de seis años. ¿Pero será esta contienda libre y justa? El hecho de que los venezolanos incluso tengan la oportunidad de ir a las urnas no era un hecho hace solo unos meses atrás. El marco para esta elección se estableció a través del Acuerdo de Barbados, firmado en octubre de 2023 por el gobierno de Maduro y una alianza de partidos de oposición conocida como la Plataforma Unitaria. El acuerdo estableció las condiciones para la elección, incluyendo que deben llevarse a cabo en la segunda mitad de este año, deben realizarse reformas electorales y se debe permitir la observación internacional. También cubría garantías para la participación de la oposición y el proceso de elecciones primarias. Los Estados Unidos, que no fueron parte de los acuerdos, acordaron levantar algunas sanciones para lograr que Maduro cumpliera con sus compromisos de Barbados. Algunas condiciones se han cumplido. La oposición sí tuvo su primaria en octubre de 2023. Y Maduro fijó la fecha para el 28 de julio, el cumpleaños de su fallecido predecesor Hugo Chávez, marcando una fecha que es temprana pero dentro del rango prometido. Sin embargo, otras promesas han sido violadas, con un ejemplo clave siendo la descalificación en enero de la candidata presidencial María Corina Machado, quien ganó la primaria de la oposición con el 93 por ciento de los votos. Esto provocó una protesta internacional y la reanudación de algunas sanciones. Ahora, la Plataforma Unitaria tiene un nuevo candidato, el exdiplomático Edmundo González Urrutia, y las encuestas sugieren que tiene una ventaja contundente de hasta 50 puntos sobre Maduro. ¿Qué propone González? ¿Y cómo podría Maduro socavar a sus rivales? AS/COA Online cubre el contexto electoral y a los candidatos.

Contexto electoral

La elección en Venezuela está siendo supervisada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) del país. Si bien el organismo una vez incluyó miembros vistos como parte de la oposición, en junio de 2023, la asamblea constituyente controlada por el gobierno reemplazó a los 15 miembros para crear un consejo unánimemente pro-Maduro. Hasta ahora, el CNE ha llevado a cabo varias acciones que los observadores y los vigilantes extranjeros consideran antidemocráticas, como la descalificación de partidos y candidatos de la oposición. Según el Acuerdo de Barbados, el CNE tenía la tarea de actualizar el registro electoral. Actualmente, el padrón incluye alrededor de 21.6 millones de los 28.8 millones de ciudadanos de Venezuela. De los aproximadamente 8 millones de venezolanos que viven fuera del país, solo unos 228,000 están registrados en el extranjero. Esto se debe a que las reglas para el voto en ausencia en Venezuela son onerosas, exigiendo que los votantes estén registrados en una dirección extranjera durante al menos tres años y que vivan en ese lugar legalmente. Aquellos que buscan estatus de refugiado o asilo tienen prohibido participar. Además, los votantes registrados deben acudir a un consulado para emitir su voto. Pero en muchos países, como en los Estados Unidos, los edificios gubernamentales venezolanos han sido cerrados, dejando sin sitios de votación disponibles. Mientras tanto, la primaria de la oposición de octubre de 2023, que fue organizada de manera independiente y tenía reglas de registro más relajadas, atrajo a 2.4 millones de votantes desde el extranjero. Incluso para aquellos que viven en el país, el registro sigue siendo difícil, ya que debe realizarse en edificios oficiales en las capitales de los estados. En 2023, se estimaba que había 3.5 millones de posibles nuevos votantes que permanecían no registrados en el país. El CNE también está a cargo de facilitar la participación de observadores electorales internacionales. Según el Acuerdo de Barbados, el régimen de Maduro prometió que misiones de organismos como la UE, la ONU, la Unión Africana y el Centro Carter podrían observar las elecciones. Sin embargo, el régimen revocó la invitación de la UE en mayo. Otros grupos, como el Centro Carter y la Unión Africana, aún están programados para observar con pequeñas misiones. Aparte del CNE, el ejército venezolano juega un papel en la supervisión de las elecciones. Históricamente, el ejército ha sido leal a Maduro, ayudándole a mantenerse en el poder. Sin embargo, el ejército podría ser clave para garantizar que se respete la voluntad de los votantes. “Ellos verán y sabrán si se comete un fraude mayor”, explicó Guillermo Zubillaga, Director Senior de AS/COA. “El ejército será el factor decisivo.” Machado ya ha solicitado que el ejército garantice una transición democrática.

Nicolás Maduro, Partido Socialista Unido de Venezuela

Maduro asumió las riendas del país después de la muerte de su mentor, Chávez, en 2013, y desde entonces ha supervisado la aceleración del colapso democrático y económico del país. Desde 2014 hasta 2021, el PIB de Venezuela se redujo en casi tres cuartas partes. El país ha experimentado un pequeño crecimiento desde entonces, pero sigue sumido en la hiperinflación, una deuda de 154 mil millones de dólares, la emigración masiva y un sector petrolero paralizado. Su carrera creció a la sombra de Chávez. Después de trabajar como conductor de autobús y sindicalista, fue elegido para la Asamblea Nacional en el 2000. A partir de ahí, se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores (2006-2012), vicepresidente (2012-2013) y presidente interino una vez que Chávez falleció. Se declaró victorioso en una elección presidencial especial en 2013 con un 1.6 por ciento más de votos que su rival más cercano. La oposición protestó por el fraude electoral y el uso injusto de los recursos del estado por parte de Maduro para su campaña. Como presidente, el compromiso ideológico de Maduro con la Revolución Bolivariana de Chávez lo ha llevado a llenar las instituciones con aliados, avanzar en políticas económicas que maximizan el control estatal y perseguir una agenda de política exterior en oposición a los Estados Unidos. A su vez, Venezuela ha caído al fondo de los índices globales enfocados en la libertad y la democracia en medio de la reducción de los controles y equilibrios; los chavistas controlan el poder judicial y los tribunales electorales del país. La oposición controlaba la Asamblea Nacional después de las elecciones de 2015, pero en 2017, el máximo tribunal del país disolvió la legislatura. Ese mismo año, Maduro convocó la elección de una asamblea constituyente en un concurso boicoteado por la oposición. La asamblea constituyente ha usurpado ahora la Asamblea Nacional para convertirse en el cuerpo legislativo de facto. Maduro ha utilizado su control de los tribunales y la legislatura para inclinar el campo de juego a su favor en las elecciones de este año. Ha encarcelado a más de 270 voces disidentes, ha llenado de aliados el tribunal electoral y ha descalificado a candidatos presidenciales. A pesar de estas maniobras, Maduro aparece en las encuestas con solo un 8 por ciento de intención de voto para las elecciones de julio. ¿Cómo todavía podría ganar? Él espera que la fuerte estructura del partido chavista pueda ayudar a su campaña. También podría aprovechar las redes clientelistas. Maduro ya ha aumentado el gasto público en un 80 por ciento de enero a mayo y ha incrementado los ingresos mensuales para los trabajadores públicos. Pero el entusiasmo menguante y los recursos estatales podrían obstaculizar las capacidades electorales de los chavistas. “En el pasado, han podido movilizar a los miembros del partido y a sus leales, antes y el día de las elecciones. Este año, esa capacidad está en duda,” dijo Zubillaga. Maduro mantiene una presencia mediática prolífica en el país, apareciendo en televisión y radio. Mientras tanto, a las figuras de la oposición se les prohíbe aparecer en la mayoría de las estaciones de radio y televisión. Además, Maduro está aprovechando TikTok, expandiendo su uso de las redes sociales para retratarse como carismático y apelar a los votantes jóvenes. Las encuestas muestran que este grupo sigue siendo el más partidario de la oposición.

Edmundo González, Plataforma Unitaria

El exdiplomático y académico de 73 años no tenía la intención de convertirse en el candidato presidencial de la oposición venezolana. Originalmente era un sustituto temporal, González fue confirmado como el nominado oficial después de que sustitutos de Machado, como la académica Corina Yoris, fueran descalificados. Pero, aunque no era tan conocido hace unos meses, González ahora lidera las encuestas y, junto con Machado, encabeza grandes mítines en todo el país. Presentándose como un candidato de reconciliación, su plataforma articula una transición de regreso a una democracia pluralista, tocando temas como la amnistía para el régimen de Maduro y la reconstrucción de las instituciones. Fuera de un enfoque en facilitar una transición democrática, González defiere al programa político de Machado, señalando que ella, no él, fue la elección de los votantes en las primarias. Ella ha defendido la estabilización de la macroeconomía del país mediante el desarrollo de sus reservas energéticas, así como la promoción del nearshoring y la inversión en infraestructura. González también menciona su larga trayectoria en el servicio exterior de Venezuela para desvincularse de cualquier ideología política particular. Destaca que sirvió a administraciones sucesivas durante sus cargos en Argelia, Argentina, Bélgica, El Salvador y los Estados Unidos. En una entrevista con ‘El País’, se describió "como un demócrata, una persona moderada, lejos de posiciones extremas". Aun así, incluso si González es la primera opción de los votantes, persisten las preocupaciones de que sea descalificado antes o, en caso de ganar, después de las elecciones. Cuatro miembros de su equipo ya han sido detenidos bajo cargos de instigación al odio y conspiración.

Otros candidatos

Otros ocho candidatos aparecerán en la boleta para presidente. Aunque existía la posibilidad de que algunos de estos candidatos dividieran los votos de la oposición, hasta ahora ninguno de ellos supera el 2 por ciento en la encuesta de Meganalisis de mayo de 2024. Aun así, están complicando una boleta ya confusa. Los candidatos aparecen bajo cada partido que representan, lo que significa que hay 38 fotografías, aunque solo hay diez candidatos. Maduro aparece en 13* lugares; González aparece solo tres veces. Muchos de los otros candidatos, como el pastor evangélico Javier Bertucci, el abogado Antonio Ecarri y el comediante Benjamín Rauseo, están tratando de presentarse como una tercera vía, rechazando el chavismo pero criticando a la Plataforma Unitaria por su estrategia o sus políticas.