Provider of in-depth & balanced analysis on hot issues around the world

Read in English	한국어로 읽기	In Deutsch lesen
Gap
اقرأ بالعربية	Lire en français	Читать на русском

Hay un grado de ironía en que los países que asisten esta semana a la cumbre de los BRICS 2024 votaron para adoptar la Declaración de Kazán (llamada así por la ciudad capital de la República Autónoma de Tartaristán en Rusia, donde se celebra la cumbre). La primera cláusula de la declaración enfatiza que "todos los estados deben actuar de manera coherente con los propósitos y principios de la Carta de la ONU en su totalidad". También hay cierto descaro por parte del presidente de la conferencia, Vladimir Putin, cuya invasión en curso a Ucrania viola de manera flagrante esa carta. El artículo uno subraya que el objetivo principal de la ONU es "mantener la paz y la seguridad internacionales". El artículo dos establece que: "Todos los Miembros resolverán sus disputas internacionales por medios pacíficos". Si eso no es suficientemente claro, prosigue insistiendo en que: "Todos los Miembros se abstendrán en sus relaciones internacionales de amenazar o usar la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado". Aun así, es un mundo paradójico en el que el secretario general de la ONU, António Guterres, se presenta en una cumbre cuyo anfitrión tiene una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional por cargos relacionados con la supuesta deportación ilegal de niños ucranianos a Rusia. En un país cuyas tropas están luchando actualmente en Ucrania, en contravención directa de la carta de la ONU. Para agregar una capa adicional de ironía, el 24 de octubre es el 79° aniversario de la entrada en vigor de la Carta de la ONU en 1945. Guterres instó a Putin en acordar un tratado de paz "en línea con la Carta de la ONU, el derecho internacional y las resoluciones de la Asamblea General de la ONU". El líder ruso quizás esté más dispuesto a escuchar una propuesta hecha por el presidente chino, Xi Jinping. Éste afirmó: "Debemos defender tres principios clave: no expandir los campos de batalla, no escalar las hostilidades y no avivar las llamas, y esforzarnos por una pronta desescalada de la situación". La idea de una paz justa del jefe de la ONU requeriría que Rusia renuncie a su ocupación ilegal de Crimea y el este de Ucrania. La propuesta de Xi, en cambio, parece abogar por un acuerdo basado en el statu quo, es decir, prácticamente lo opuesto. Esto es prácticamente todo lo que Ucrania puede esperar, según Frank Ledwidge, de la Universidad de Portsmouth. Ledwidge, quien ha escrito regularmente para ‘The Conversation’ desde que Putin lanzó su invasión en febrero de 2022 y mantiene fuertes conexiones con las redes de defensa e inteligencia en la OTAN, así como en la propia Ucrania, cree que Ucrania no puede derrotar a Rusia, al menos no en las circunstancias actuales. Ledwidge dice que los aliados occidentales de Ucrania son en parte responsables de los objetivos maximalistas del presidente del país, Volodímir Zelenski. La retórica occidental no ha sido respaldada adecuadamente con suficientes armas ni con el permiso para usarlas tan efectivamente como la situación lo amerita. Ahora es momento de ser realistas, escribe:

Uno de los factores clave que enfatiza Ledwidge es que sólo uno de los aliados de Rusia, Corea del Norte, ha suministrado el doble de proyectiles de artillería este año que toda Europa. Ahora, al parecer, las tropas norcoreanas también están a punto de unirse a sus camaradas rusos en el campo de batalla. Esto, escribe Ra Mason, especialista en Corea de la Universidad de East Anglia, ayudará a aliviar la presión sobre Putin para adelantar sus planes de movilización.

Mason cree que es un golpe diplomático para Putin: es una “clara muestra de oposición hacia el orden mundial liderado por Washington”, que “da otro golpe al mito de que la Federación Rusa está aislada, como un marginado internacional, en un mundo dominado por las potencias occidentales”. ¿Pero, hay un golpe de gracia militar contra Ucrania? Probablemente no. Aún está por verse cuán efectivos serán los soldados norcoreanos, “mal equipados, desmotivados y desnutridos”, frente a los motivados defensores ucranianos. También será interesante ver dónde y cómo serán desplegados. Si son enviados al frente en Kursk, estarán ayudando a un aliado en su lucha contra una incursión de las fuerzas ucranianas. Si se despliegan dentro de Ucrania, se unirán a Rusia en una violación del derecho internacional. Mason concluye:

Por cierto, el término "trituradora de carne" se ha mencionado mucho últimamente. Esto sigue a informes de inteligencia de EE. UU. que indican que, aunque las fuerzas rusas han estado avanzando rápidamente y ganando una cantidad significativa de terreno en las últimas semanas, lo están haciendo a un costo considerable en términos de muertos y heridos. Septiembre fue un mes particularmente sangriento, con informes de pérdidas rusas que superaron los 1,000 hombres al día, muertos o heridos. Sin embargo, los estrategas militares rusos están bien versados en este tipo de victorias pírricas, escribe la historiadora Becky Alexis-Martin, quien señala pérdidas igualmente salvajes en la defensa de Rusia contra Napoleón y en las dos guerras mundiales. Stalin, en particular, logró derrotar a la maquinaria de guerra nazi lanzando millones de tropas contra sus enemigos (y asumiendo terribles bajas). Pero esta no es una estrategia que garantice el éxito. Y ya se están comenzando a manifestar graves efectos psicológicos en los veteranos que regresan de Ucrania con severos y a menudo violentos trastornos de estrés postraumático.

El frente diplomático

Como si la situación en el campo de batalla no fuera ya bastante difícil para Zelenski, el presidente ucraniano sufrió un duro golpe a principios de este mes cuando el presidente de EE. UU., Joe Biden, se vio obligado, debido a eventos climáticos extremos, incluido un huracán que azotó el estado de Florida, a cancelar la reunión planificada de los jefes de gobierno de hasta 50 de los aliados occidentales de Ucrania en Alemania. El "Grupo de Ramstein", llamado así por la base aérea alemana donde se reúnen, tenía previsto reunirse en la segunda semana de octubre para considerar el "plan de victoria" de Zelenski. Stefan Wolff, experto en seguridad internacional de la Universidad de Birmingham, escribe que el presidente ucraniano esperaba obtener cierto compromiso sobre un camino hacia la membresía de Ucrania en la OTAN, así como el permiso para usar misiles de largo alcance suministrados por Occidente contra objetivos en el interior de Rusia. Ninguna de estas cosas parece probable en el corto plazo, dice Wolff. Al igual que Ledwidge, Wolff piensa que Ucrania está condenada a la derrota a menos que sus aliados redoblen su ayuda, y rápidamente. Y al igual que Ledwidge, Wolff ve pocas señales de que eso suceda pronto. En cuanto al continuo apoyo de EE. UU. al esfuerzo de guerra de Ucrania, todas las miradas están puestas en el 5 de noviembre. El resultado de las elecciones presidenciales será sumamente decisivo para el futuro de Ucrania. Ambos candidatos han dejado claras sus posturas, y existe una diferencia considerable entre ambas. Donald Trump ha dicho en varias ocasiones que, de no haber perdido esas “manipuladas y robadas” elecciones ante Biden en 2020, Putin nunca habría invadido Ucrania. Aun así, afirma que, si gana esta vez, pondrá fin a la guerra de forma muy rápida. Sin embargo, queda por ver, dada la admiración que Trump ha expresado repetidamente por Putin, si la conclusión será aceptable para Kiev o para la OTAN en general. La oponente de Trump, Kamala Harris, afirmó que las propuestas del expresidente no son “propuestas de paz, sino de rendición”. Como vicepresidenta durante el gobierno de Biden, viajó a Europa poco después de la invasión en febrero de 2022 para ayudar a reforzar el apoyo a Kiev. Harris también ha reiterado regularmente su intención de seguir apoyando a Ucrania contra Rusia. En el único debate de la campaña, dijo que Ucrania no era la última parada de Putin y que “tiene sus ojos puestos en el resto de Europa, comenzando por Polonia”. Polonia, por cierto, es un caso interesante. Aunque es el aliado más firme de Ucrania y su liderazgo respalda plenamente a Kiev, la población está curiosamente dividida respecto al apoyo del país a Ucrania. [Puedes leer más sobre eso aquí.] Uno se imagina que Zelenski está tan atento como cualquiera a la campaña presidencial de Estados Unidos de 2024 mientras entra en sus últimos diez días. Todo lo que podemos decir es que las encuestas siguen siendo muy, muy ajustadas. De hecho, están dentro del margen de error de la mayoría de los encuestadores. Una encuesta que combina sondeos de diferentes agencias, publicada en el sitio web ‘FiveThirtyEight’ el 22 de octubre, muestra a Harris con una ventaja sobre Trump de 48.1% contra 46.3% en el voto popular nacional. Sin embargo, la sabiduría popular acepta que el complejo sistema del colegio electoral en EE. UU. bien podría favorecer a la candidatura de Trump. [Estaremos proporcionando actualizaciones diarias sobre la carrera presidencial en EE. UU. y una cobertura completa del día de las elecciones el 5 de noviembre y sus consecuencias.]